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Nuevo aviso de la morosidad en la banca con un repunte de 600 M no visto en años
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CAMBIO DE TENDENCIA

Nuevo aviso de la morosidad en la banca con un repunte de 600 M no visto en años

El volumen de dudosos aumentó en abril y mayo y consolida un cambio de tendencia que pone en guardia a la banca de cara a otoño

Foto: Nuevo aviso de la morosidad. (iStock)
Nuevo aviso de la morosidad. (iStock)
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Los bancos españoles siguen recibiendo señales negativas en cuanto a la tendencia de la calidad del crédito. La dinámica de descenso en los impagos que venía produciéndose en los últimos años, con la excepción del confinamiento, se rompió en primavera, y los cuarteles generales de la banca temen aumentos significativos en otoño.

El importe de créditos dudosos —que han sido impagados— volvió a aumentar en mayo, en 262 millones, tras el incremento de abril, de 338 millones. Así, en dos meses ha habido un repunte de 600 millones, algo que no ocurría desde 2013, con la excepción del confinamiento, cuando hubo un crecimiento acumulado en marzo, abril y mayo de 2020 de 1.037 millones, según los datos del Banco de España.

Foto: El cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. (Atresmedia)

Si se exceptúa el momento más duro de la pandemia, hay que irse a los últimos coletazos de la crisis de deuda para encontrar aumentos mayores. Desde febrero de 2014, con el cambio de ciclo en la economía y la reestructuración financiera hecha, ha habido una década con una senda de caída en el volumen de dudosos y en la ratio de morosidad, tanto por venta de carteras a fondos de recobros como por recuperación del crédito, por la puesta al día de empresas y particulares.

Pero la tendencia se ha roto. La morosidad se ha comportado mucho mejor de lo que se preveía estos años de pandemia, cuando continuamente se anticipaba un aumento que no ha llegado, y los augurios han caído en saco roto gracias a que el consumo aguanta, la economía evita la recesión y las empresas han recibido ayudas a través de créditos ICO y carencias. Aun así, los banqueros consideran inevitable un aumento de la morosidad y, de hecho, tanto los bancos como los despachos y asesores que apoyan a bancos, empresas y fondos de deuda en reestructuraciones se han reforzado durante los dos últimos años.

Este aumento de la morosidad que reflejan las estadísticas del Banco de España no es significativo por su tamaño respecto a los balances de los bancos, pero sí invita a pensar en un cambio de tendencia que las entidades temen que se consolide tras el verano. La ratio de morosidad, que también venía cayendo, ha subido en dos meses del 3,51% al 3,59%, porque aumentan los dudosos y se reduce el crédito total, que ha mermado en 11.432 millones o un 1%.

Por lo tanto, el comportamiento de la morosidad lanza una nueva señal de lo que podría estar por venir. También ha ocurrido lo mismo en el segmento de crédito al consumo, que experimentó un aumento relevante en marzo. Es decir, alertas de que podría estar cerca el aumento de impagos que los bancos llevan esperando desde 2020 por la desaceleración económica, agravada desde hace un año por el repunte de la inflación y el aumento de tipos de interés.

Por ahora, los impagos se están viendo en pymes y consumo, y en menor medida en hipotecas y grandes empresas. De hecho, también se anticipaba un elevado volumen de reestructuraciones al calor de la nueva coyuntura económica y la nueva ley concursal, pero esto no ha sucedido. Apenas hay tres decenas de casos que están marcando la nueva jurisprudencia en materia de reestructuraciones.

Lo que sí se está viendo es un frenazo del crédito. Los bancos aluden a una menor demanda de empresas y, sobre todo, de particulares en hipotecas, ante la subida de tipos de interés que ha llevado a cabo el BCE, y que precisamente busca ralentizar la actividad económica para combatir la inflación.

Foto: Celsa, una de las empresas inmersa en reestructuración. (Reuters/Albert Gea)

La Encuesta de préstamos bancarios del segundo trimestre, que publicó el Banco de España este martes, muestra que continúan endureciéndose los criterios de concesión de crédito, aunque a un ritmo más moderado que en el primer trimestre. Asimismo, la demanda de crédito volvió a descender de forma generalizada. Para el tercer trimestre, la proyección es que se repita lo que se vio entre abril y junio.

La encuesta refleja que en la primera mitad del año, la ratio de dudosos ha propiciado un leve endurecimiento de los criterios de concesión de crédito a los hogares, y de las condiciones aplicadas a todos los préstamos. Esto se explicaría por el coste creciente de financiación y la disponibilidad de fondos, así como por la percepción de un aumento de los riesgos y la menor tolerancia a los mismos en algunos bancos. Para el segundo semestre, la previsión es que la morosidad podría provocar, nuevamente, un ligero endurecimiento generalizado de las condiciones crediticias.

El sondeo muestra que el menor apetito por el crédito se debe a la subida de tipos, mientras que en empresas también se explica por una menor inversión y, en los hogares, por menor confianza de los consumidores, mayor uso de los ahorros y peores perspectivas sobre el mercado de la vivienda.

Los bancos españoles siguen recibiendo señales negativas en cuanto a la tendencia de la calidad del crédito. La dinámica de descenso en los impagos que venía produciéndose en los últimos años, con la excepción del confinamiento, se rompió en primavera, y los cuarteles generales de la banca temen aumentos significativos en otoño.

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