La Fundación Unicaja aprueba la salida de Menéndez como CEO de Unicaja

El mayor accionista de Unicaja Banco, la Fundación Unicaja (con un 30% del capital), da el visto bueno a la salida del consejero delegado de la entidad cotizada, Manuel Menéndez, que presumiblemente se aprobará en el consejo que va a tener lugar esta tarde, como ha adelantado El Confidencial.

El patronato de la fundación ha aprobado estos planes en una reunión celebrada este mismo jueves. Lo ha hecho por unanimidad con un mensaje interno en el que se ha destacado la legalidad del cambio, el foco en la mejor gobernanza (tanto en la fundación como en la entidad en la que participa) y la esperanza de que en el futuro se consoliden las relaciones entre el banco y la fundación. Estas estuvieron enturbiadas el año pasado por la posición de varios consejeros dominicales.

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Jorge Zuloaga

La Fundación Unicaja tiene cuatro puestos en el consejo de Unicaja Banco, que está actualmente compuesto por once miembros. Por ello, la decisión de esta institución deja prácticamente aprobada la salida de Menéndez, que será pactada y con una salida transitoria.

A la espera de lo que decida el consejo del banco, todo apunta a que el banquero asturiano seguirá en el cargo hasta que entré en el consejo su sucesor. La entidad todavía no ha puesto en marcha el proceso de relevo, aunque durante los últimos meses se han estado barajando distintos nombres en el mercado, tanto internos (Isidro Rubiales y Pablo González) como externos (José Sevilla y Juan Antonio Alcaraz).

El origen del vuelco

El papel de la Fundación Unicaja ha sido clave en el vuelco que se ha dado en el consejo de Unicaja Banco en los últimos meses. Mientras estuvo al frente Braulio Medel como presidente, hasta hace un año, el apoyo a Menéndez fue incondicional, con decisiones controvertidas en las que se penalizó al presidente, Manuel Azuaga.

Estos hechos, adelantados por este medio, provocaron una crisis institucional en torno a la fundación que derivó en la dimisión de Medel. Tras su salida, el nuevo equipo liderado por José Manuel Domínguez ha trabajado en una nueva estrategia que culminó con la salida de los dominicales de Medel en el banco y el nombramiento de cuatro nuevos. Junto a ello, la Fundación Unicaja tuvo un papel clave como principal accionista en la última junta, en la que se denegó la ratificación de dos consejeros independientes próximos a Menéndez.

Junto a los cuatro consejeros de la fundación (Miguel González Moreno, Juan Antonio Izaguirre, Natalia Sánchez Romero y José Ramón Sánchez Serrano), el consejo de Unicaja Banco está formado por los propios Azuaga y Menéndez, el dueño del grupo Mayoral, el representante de la Fundación Cajastur, el de Oceanwood y dos independientes. Las fuentes consultadas creen que la mayoría está asegurada, más viniendo pactada con el propio Menéndez.

El actual consejero delegado lleva casi dos años en el cargo, tras liderar durante casi dos décadas tanto Liberbank como Cajastur. Las mismas fuentes creen que este banquero asturiano ha decidido pactar su salida tras el vuelco sufrido en el consejo del banco en los últimos meses y para que no haya dudas en torno al banco en un entorno de inestabilidad internacional. Habría decidido una salida amistosa en lugar de echar más leña al fuego en la guerra soterrada que ha habido en el consejo desde verano de 2021.

Acuerdo económico

Todo apunta a que Menéndez saldrá del banco con una indemnización de algo más de un millón de euros: el doble de su salario fijo, que se estableció para este año en 529.000 euros. Junto a ello, el banquero asturiano, de 64 años, tenía a finales del año pasado 240.000 euros en sistemas de ahorro, con el compromiso de elevar esta cifra durante 2023 en hasta 200.000 euros más.

Tras este acuerdo, se espera que el banco andaluz decida en las próximas semanas quién será el relevo de Menéndez. La entidad también deberá preparar la cesión de las funciones ejecutivas por parte del presidente Azuaga, de manera que la entidad llegue al 30 de julio con un nuevo modelo de gobernanza que se ajuste a los pactos de fusión y encaje con lo que quiere el BCE.