El proveedor 'verde' de Mercadona descarta la oferta de Atitlan (con quita del 80%)

Atitlan, el fondo de capital riesgo dirigido por Roberto Centeno, yerno de Juan Roig, ha acudido al rescate de Foodiverse, la compañía proveedora de ensaladas y verduras de Mercadona a través de la marca Verdifresh. Pero en un giro inesperado de los acontecimientos, la empresa controlada por la familia Ballester Martinavarro, ha rechazado la oferta asegurando que está valorando otras opciones.

El private equity había presentado una oferta a derribo a CaixaBank, Sabadell y BBVA, los tres principales acreedores, para sacar adelante a la empresa valenciana, víctima de la crisis económica provocada por el súbito encarecimiento de los costes de producción. Según han confirmado varias fuentes próximas a las negociaciones, Atitlan ha propuesto a CaixaBank, Sabadell y BBVA una condonación o quita de entre el 70 y el 80% de la deuda que arrastra Foodiverse y que la compañía valenciana no puede pagar.

La banca aceptó la semana pasada negociar en exclusividad con Roberto Centeno, un experto en reestructuraciones y en obtener grandes rentabilidades en lo que se conoce en el argot financiero como special situations, como hizo en la cadena hotelera Room Mate. Fuentes cercanas al empresario, por su parte, han confirmado las negociaciones con la banca y la exclusividad que le concedieron los acreedores, pero también la negativa de los Ballester Martinavarro a aceptar esas condiciones.

Foodiverse adeuda unos 100 millones de euros a CaixaBank, Sabadell y BBVA, que han dotado este préstamo ante el elevado riesgo de impago. Sherpa Capital y Sandton, otros dos fondos oportunistas, como se les conoce en el sector, también se han interesado por la empresa valenciana de la familia Ballester Martinavarro. Pero, según otras fuentes, los bancos decidieron la semana pasada negociar solo con Atitlan, al estimar que Mercadona estaría más cómoda con la oferta de Atitlán.

Según fuentes próximas a las conversaciones, CaixaBank, Sabadell y BBVA ya eran conscientes de que Foodiverse no va a poder hacer frente a los cerca de 100 millones de euros de deuda y que tenían que aceptar una quita al menos del 50% para facilitar su salvación a cualquier inversor que esté dispuesto a inyectar dinero fresco y urgente en la empresa valenciana. Pero la oferta de Atitlan, exigiendo una condonación de hasta el 80%, les ha sorprendido.

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Gran parte de ese pasivo se corresponde con un préstamo sindicado cuyo vencimiento está fijado en 2024, por lo que la familia Ballester Martinavarro se ha puesto manos a la obra con la banca para tratar de llegar a un acuerdo de refinanciación. Pero CaixaBank, Sabadell y BBVA reclaman que los empresarios valencianos, que en 2021 vendieron Alnut, el proveedor de alimentación infantil de Mercadona, al fondo italiano DeA Capital, aporten fondos propios para equilibrar su situación. Al no poder hacerlo, la familia deberá entregar la compañía a Atitlan.

En 2021, últimas cifras disponibles, Foodiverse, que opera bajo la marca Verdifresh, tenía unas pérdidas de explotación o ebitda negativo de nueve millones de euros, por lo que la relación respecto a la deuda de casi 100 millones es de una compañía distress o de alto riesgo. La empresa defiende que, "a la fecha de formulación de las presentes cuentas anuales consolidadas [junio de 2022], el administrador único de la sociedad considera que se había cumplido con la totalidad de las obligaciones sustanciales en relación con el mencionado préstamo, encontrándose al corriente de todos los pagos, si bien determinadas condiciones financieras establecidas en el mencionado contrato no se cumplían en su totalidad".

El administrador único de la sociedad considera que se había cumplido con la totalidad de las obligaciones sustanciales

Mercadona, su principal cliente, también ha pedido la palabra en las conversaciones, ya que es uno de los interesados en que Foodiverse siga en funcionamiento para asegurarse el suministro de ensaladas y verduras congeladas. Los Roig se han puesto en contacto con CaixaBank, Sabadell y BBVA para buscar una solución para esta compañía de los Ballester Martinavarro, que factura cerca de 300 millones y tiene una plantilla de unos 2.500 empleados.

Una saga familiar

La familia Martinavarro, que aúna las viejas sagas de los Martinavarro, los Dealbert y los Ballester, creó en 2016 el Grupo Cítrico Global (15%), el mayor exportador de cítricos de España (10.000 hectáreas y 12 plantas), que desde entonces ha ido incorporando socios (Rio Tinto, Perales y Ferrer, Frutas Esther, Sunpack y Agrícola Famosa). El grupo factura 456 millones (2020).

Joaquín Ballester Agut, presidente de Agrihold, es formalmente el líder visible del imperio agrícola, pero tanto su cuñado, José Luis Martinavarro Dealbert, como una parte de sus hijos y sobrinos, tienen responsabilidades en la órbita de Cítrico Global o participan en los consejos de administración. Joaquín tiene cinco hijos, cada uno de los cuales ha emprendido su carrera empresarial, ya sea en solitario o vinculado al negocio familiar. Joaquín Ballester Martinavarro es el dueño, CEO y director general de Grupo Alimentario Citrus (GAC), uno de los mayores grupos envasadores de ensaladas de España, rebautizado como Foodiverse.