Dazn-Fanatics: los gigantes del deporte que levantan 8.500 millones para captar al fan
Las compañías nativas digitales han asumido importantes pérdidas para ganar cuota de mercado y acelerar su expansión. Ahora miran a la rentabilidad y a integrar más servicios
Los ecosistemas digitales han cambiado la forma de entender la relación con el consumidor. También han sido el origen de nuevas empresas capaces de desafiar la posición de dominio que han tenido durante décadas los operadores audiovisuales tradicionales y otros socios en la gestión y desarrollo de negocios de las propiedades deportivas, como el hospitality, las apuestas o el merchandising. Hoy, la industria tiene nuevos gigantes como Dazn o Fanatics, que facturan 2.300 millones y 6.000 millones de dólares, respectivamente, y que buscan convertirse en plataformas que integren cada vez más servicios y productos para concentrar el consumo.
Este tipo de compañías, que entre 2020 y 2022 han levantado más de 8.500 millones de dólares, han surgido principalmente en Estados Unidos, pero no de forma exclusiva. En el segmento de los datos, los streamings de apuestas y las estadísticas compiten dos cotizadas como Sportradar y Genius Sports, junto a otros operadores tradicionales como IMG, entre otros. Lo que caracteriza a este tipo de compañías es que suelen tener en su accionariado a las propiedades deportivas, como NBA o NFL, que posteriormente firman acuerdos exclusivos para ayudar a impulsar nuevos negocios.
Lo mismo sucede con Fanatics, uno de los paradigmas de estos nuevos gigantes digitales. Arrancó como un e-commerce de artículos deportivos y actualmente factura más de 6.000 millones de dólares. Es de las pocas compañías que aún no cotiza en bolsa, aunque su valoración supera los 31.000 millones de dólares tras cerrar una ronda de financiación de 700 millones a finales de 2022.
También tiene en su accionariado a algunas de las principales propiedades deportivas, y acuerdos exclusivos con ligas y clubes por todo el mundo. Aprovechó el boom de los NFT para introducirse en los coleccionables digitales, e incluso logró sacar del mercado a uno de los competidores más fuertes, Topps, al que compró por 500 millones el año pasado, la mitad de su valoración, tras ser incapaz de adaptar su modelo de negocio para competir con Fanatics o Dapper Labs, otro de los nuevos gigantes digitales.
Fanatics y Dazn son dos gigantes que aún no cotizan en bolsa
Otro de los elementos que caracteriza a estas nuevas compañías es crecer a golpe de adquisiciones. Su músculo económico y la necesidad de ganar cuota de mercado en tiempo récord para competir con players mucho más consolidados exige crecer a ritmo récord. De ahí que los nuevos gigantes digitales hayan realizado importantes operaciones corporativas en los últimos años.
Por otro lado, la compra de otras empresas también proporciona una gran base de consumidores, datos y, sobre todo, dotarse de estructura. Ha coincidido en el tiempo con la pandemia, un momento en el que todos los gigantes digitales y tecnológicos, no solo del deporte, se dimensionaron para poder hacer frente a los retos del momento, en el que todo giró rápidamente hacia los entornos virtuales.
Es ahora cuando Microsoft, Google, Meta y todas las empresas han empezado a ajustar sus plantillas en un intento de racionalizar costes. Y lo mismo está sucediendo con los gigantes del deporte. Tras una fase de rápido crecimiento y abultadas pérdidas, es ahora cuando se busca una mayor racionalidad en el gasto y realizar inversiones centradas en aportar un valor añadido a sus socios y a los clientes, y no a ganar más cuota de mercado.
De hecho, las pérdidas es otra de las características que define a este tipo de empresas. Dazn ha perdido más de 6.000 millones de dólares para construir su OTT global. Su gran objetivo de cara a 2024 es alcanzar al fin la rentabilidad, algo que espera lograr con un nuevo plan estratégico. La plataforma británica de streaming ha asumido que no puede rentabilizar su elevada inversión en derechos deportivos únicamente a través de las suscripciones. Para ello se abona a otra de las tendencias que caracterizan esta segunda fase de desarrollo de los gigantes: la diversificación de líneas de negocio y tejer alianzas para lograrlo.
Así se explica que busque integrar toda una oferta que va desde la emisión de contenidos, hasta la producción, entrar en el sector de las apuestas y, a futuro, incluir la venta de merchandising y otras experiencias. También explica el acuerdo global firmado con Amazon Prime Video. Lo mismo sucede con otras compañías, que buscan acuerdos mutuos que refuercen su posición en el mercado en un escenario de gran fragmentación del consumo. De momento, la industria deportiva permanece atenta a los grandes cambios que se atisban en todo el sector audiovisual y de entretenimiento.
Los ecosistemas digitales han cambiado la forma de entender la relación con el consumidor. También han sido el origen de nuevas empresas capaces de desafiar la posición de dominio que han tenido durante décadas los operadores audiovisuales tradicionales y otros socios en la gestión y desarrollo de negocios de las propiedades deportivas, como el hospitality, las apuestas o el merchandising. Hoy, la industria tiene nuevos gigantes como Dazn o Fanatics, que facturan 2.300 millones y 6.000 millones de dólares, respectivamente, y que buscan convertirse en plataformas que integren cada vez más servicios y productos para concentrar el consumo.
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