De Dazn y Movistar+ al blindado en abierto: así es el mapa audiovisual del deporte femenino
La OTT británica y Mediapro son las única que han apostado por la compra de derechos de competiciones de mujeres. Pagan 7,2 millones al año, más del 90% de lo que generan estas citas en España
El deporte femenino no deja de crecer en patrocinios y visibilidad. Sin embargo, el fútbol es la única modalidad que tiene la capacidad de mover masas de aficionados y audiencias en España pese a ser la última en llegar. Tras la Finetwork Liga F, el resto de competiciones apenas cuentan con una cobertura televisiva significativa, e incluso son los propios clubes los que tienen que costear el precio si quieren abandonar la clandestinidad y que todos sus partidos se vean en abierto. Así es el mapa audiovisual del deporte femenino, que ya está regulado por ley.
De entrada, la visibilidad del deporte femenino tiene grandes cambios desde este año. La nueva Ley General de Comunicación Audiovisual aprobada en julio incluye la obligación de retransmitir en abierto diversas competiciones de modalidad femenina. Para ello creó un catálogo de acontecimientos de interés general para la sociedad, similar a los que incluye en la lista de eventos deportivos con exenciones fiscales o los declarados de interés público, como los grandes premios de F-1 y MotoGP y los torneos ATP que se celebran en España.
En ese catálogo se incluyen los partidos oficiales de la Selección absoluta femenina de fútbol y baloncesto; un partido por jornada de la Liga F; los partidos de Mundial y Europeo del combinado de balonmano; y los de la Copa Federación en tenis. De este modo, el Gobierno buscaba evitar una rápida migración de estas citas hacia las plataformas de pago, lo que limitaría su exposición en un momento en el que busca máxima visibilidad para captar patrocinadores y llegar a más audiencia. Eso sí, a costa de que las federaciones puedan monetizar mejor estos derechos, pues los canales privados de la TDT no quieren este contenido y las públicas no pueden ofrecer prácticamente nada, pues la única vía de recuperar la inversión es la publicidad y Rtve la tiene limitada.
La realidad es que ese traslado de plataformas, hasta ahora, no ha llegado. El primer movimiento en la compra de derechos audiovisuales de deporte femenino lo dio Dazn. La plataforma británica adquirió los derechos de la Champions League este año y, en lugar de capar las emisiones únicamente para sus suscriptores, también las ofrece en directo a través de su canal de YouTube. Eso sí, en el inicio de 2023 ya se ha lanzado a monetizar estos derechos con el primer paquete de pago exclusivo de fútbol femenino y ha sacado la Liga F de YouTube.
Dazn y Movistar+ ya empiezan a monetizar con paquetes o canales exclusivos femeninos
Esta ha sido la estrategia para incrementar el retorno y la visibilidad y, de momento, ha funcionado. El operador ha logrado que Adidas entre como patrocinador de los partidos, y EA Sports, desarrollador del videojuego Fifa, ha incluido por primera vez los equipos de la Champions, a excepción de aquellos clubes de los que no tiene sus derechos, como el Barça.
Posteriormente Dazn reforzaría su apuesta por el fútbol femenino con torneos como la Women's International Champions Cup (Wicc), o la compra de los derechos de la FA Cupa y la Women’s Super League inglesa en España hasta 2024. Hasta que llegó su mayor golpe con la adquisición de un paquete de partidos de la nueva Liga F. Mediapro y Dazn, los dos ganadores de la licitación, pagarán 7,2 millones anuales hasta 2027, aunque el grueso de la inversión la acometerá la OTT británica, con 35 millones en cinco temporadas. El millón adicional es de Mediapro por dar el encuentro en abierto en GOL, al que obliga la nueva legislación. Eso supone más de un 90% de la inversión anual en derechos de deporte femenino, según datos de 2Playbook.
La realidad es que, salvo el fútbol y los grandes torneos internacionales blindados por la ley, las ligas domésticas apenas tienen ventanas audiovisuales. La Liga Femenina Endesa de baloncesto tiene que desplegarse hasta en cuatro plataformas para poder emitirse íntegramente: el partido semanal de Teledeporte, la OTT de la FEB, su canal en Twitch y un encuentro más en Twitter. La federación presidida por Jorge Garbajosa defiende que con cada uno se busca un público diferente, pero también complica al espectador acercarse a la liga.
Los clubes, de hecho, aún pagan una parte de los costes de producción y retransmisión para poder emitir todos sus partidos en abierto. El resto de la factura la asume la FEB gracias al contrato de Endesa como title sponsor de la liga. Algunos equipos han logrado esquivar este gasto gracias a acuerdos con operadores regionales como TV3, Aragón TV o Canal9, que asumen la totalidad o gran parte del coste para emitir los encuentros en directo. Eso sí, la liga está muy lejos de poder alcanzar ingresos por la venta de sus derechos audiovisuales.
Sólo la Liga F ha logrado generar ingresos por la venta de sus derechos audiovisuales
A medida que se baja más hacia deportes que no tienen el mismo atractivo que fútbol y baloncesto, la ecuación es más compleja. La Liga Guerreras Iberdrola, tercera por importancia, solo cuenta con un encuentro semanal en Teledeporte y otro en la OTT de Rtve. El resto aún no cuenta con cobertura televisiva. Otras ligas, como las de rugby, voleibol o fútbol sala, a veces ni siquiera tienen la retransmisión en directo garantizada y solo se emiten diferidos en TDP.
Por el momento ningún operador se ha interesado por las competiciones domésticas. Dazn ha centrado su atención en el fútbol, aunque en 2023 podría darse un movimiento clave. La NBA sacará sus derechos al mercado español y la británica ya trató de hacerse con un paquete en el anterior ciclo. Además, ya tiene la Euroliga y hasta este año contaba con la BCL de la Fiba. Según la estrategia con motor, fútbol y deportes de contacto, podría ser la punta de lanza para integrar el grueso de la oferta de básquet a medio plazo.
Finalmente, Movistar lanzó este año su propio canal específico para deporte femenino, Ellas #V. En él emite la NCAA y WNBA, la WTA, boxeo, voleibol, ciclismo, golf o gimnasia rítmica. Es decir, todas aquellas competiciones internacionales de las que tiene los derechos en España, pero por ahora ninguna doméstica.
El deporte femenino no deja de crecer en patrocinios y visibilidad. Sin embargo, el fútbol es la única modalidad que tiene la capacidad de mover masas de aficionados y audiencias en España pese a ser la última en llegar. Tras la Finetwork Liga F, el resto de competiciones apenas cuentan con una cobertura televisiva significativa, e incluso son los propios clubes los que tienen que costear el precio si quieren abandonar la clandestinidad y que todos sus partidos se vean en abierto. Así es el mapa audiovisual del deporte femenino, que ya está regulado por ley.
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