La Fórmula E acelera en su facturación hasta 168,7 millones tras disparar sus pérdidas en 2021

La Fórmula E encara su décimo aniversario con el inicio de la era de los coches Gen3 y con nuevos constructores en parrilla. El Mundial de monoplazas eléctricos recupera el ritmo de crecimiento previo a la Covid-19 con un récord de ingresos, pero se vuelve a alejar de la rentabilidad: cerró 2021 con una facturación de 168,72 millones, un 18,14% más que en 2020, única temporada en la que experimentó un retroceso en su negocio, según se refleja en las cuentas anuales a las que han tenido acceso El Confidencial y 2Playbook. Al aumento de ingresos le acompaña un aumento en los gastos que ha llevado al campeonato a disparar sus pérdidas hasta los 12,7 millones de euros.

El campeonato impulsado por Alejandro Agag, por tanto, ha recuperado en un solo año todo el negocio que se dejó durante la pandemia, tras reducir un 11% su facturación en 2020. De hecho, los estragos del coronavirus hicieron que la Fórmula E ampliase del 31 de julio al 30 de septiembre la fecha de cierre del último ejercicio. El calendario de 2021, del que se cayeron hasta seis circuitos, incorporó a última hora circuitos como Cheste (Valencia) o Puebla (México). Finalmente, contó con ocho grandes premios y quince carreras.

El campeonato ha recuperado en un solo año todo el negocio que se dejó durante la pandemia

El segmento de ingresos que más contribuye al negocio del Mundial es el relativo a la promoción de carreras e ingresos por licencias, que creció un 20% en un solo año, hasta 101 millones de euros. Por otro lado, la facturación relacionada con las carreras y prestación de servicios ya aporta 63,3 millones, tras crecer un 11,4% y superar incluso su aportación previa a la Covid-19. En cambio, la partida de otros ingresos todavía no ha recuperado el peso que supuso hasta 2019, tras desplomarse un 66% en 2020. En este caso, se han captado 4,4 millones de euros por atípicos, aún por debajo de los seis millones que se ingresaban antes de la pandemia por esta vía.

En cuanto a patrocinios, el campeonato ha mantenido el apoyo de las marcas que históricamente le han acompañado, donde destaca el grupo industrial suizo ABB, title sponsor de la competición desde 2018. El contrato con la compañía helvética estaría valorado en 12,5 millones de euros anuales y finalizará en 2025, según Sky News. Por otro lado, la entidad financiera Julius Baer seguirá siendo uno de los principales espónsores de la categoría después de extender su contrato como socio global hasta 2026; además, también será el title sponsor del Gran Premio de São Paulo.

A ello hay que sumarle la presencia de socios comerciales procedentes de Arabia Saudí como Sabic o Saudia. En el primer caso, la empresa química se unió el pasado verano como patrocinador oficial mediante un acuerdo a largo plazo que también incluye el naming del Gran Premio de Londres. Saudia, por su parte, llegó a la categoría en 2018 como aerolínea oficial. En su cartera de socios comerciales también están presentes Allianz, Bosch, Antofagasta Minerals, Hugo Boss, Copper.co, DHL, Heineken, Julius Baer, Michelin, Moët & Chandon y Tag Heuer.

Incremento de gasto y nuevos fabricantes

Respecto a los gastos, la Fórmula E, que tiene la exclusividad de la FIA para la organización del Mundial de monoplazas eléctricos hasta 2038, aumentó sus costes hasta 141,9 millones de euros, lo que supone un incremento del 18,4% interanual.

Los gastos administrativos más que se duplicaron, pasando de 20,45 millones a 44,3 millones de euros. La promotora deportiva también ha incrementado su inversión en plantilla un 11,3%, hasta 15,7 millones de euros. En 2021, la Fórmula E contaba con 115 empleados, por los 97 que trabajaron en el campeonato en 2020. En esta partida no se incluyen los emolumentos para los directos ejecutivos de la compañía que aumentaron desde 1,8 millones hasta 2,1 millones.

Pese a alejarse de la rentabilidad, después de un 2020 en el que se acercaron al break even, desde la compañía aseguran que se “espera que los resultados financieros a largo plazo de la serie sigan mejorando”.

La parrilla también ha sufrido grandes cambios en cuanto a los constructores. Tras las bajas de Mercedes, BMW y Audi, la categoría ha sumado a Maserati, McLaren y Cupra, único representante español en la Fórmula E, debido a la ausencia de pilotos. Estos cambios se enmarcan en el inicio de la era de los nuevos monoplazas Gen3, la tercera generación de coches eléctricos de la Fórmula E.

De cara a 2024, cuando el campeonato alcance la década, el Mundial contará con una nueva normativa respecto al techo de gasto permitido por equipo que no ha estado exenta de críticas. Las escuderías contarán con 15 millones de euros de presupuesto, 2 millones más que en la actualidad, pero la principal diferencia es que esta cifra deberá incluir el salario de los pilotos.