Laporta se saltó las normas del Barça para dar las obras del Camp Nou a la turca Limak

Joan Laporta otorgó las obras del Camp Nou a la constructora turca Limak saltándose las propias normas del pliego de condiciones con las que el FC Barcelona había arrancado la licitación. Se trata de un megacontrato por 950 millones de euros para la reforma integral de la infraestructura de ocio más importante de Cataluña. Con el criterio de admisión marcado en el proceso de precalificación de empresas que estableció el club y al que ha accedido El Confidencial, no es que Limak no pudiese ganar, es que no podía ni presentarse. Pese a ello, Limak se impuso a otras dos ofertas españolas: FCC, constructora de la remodelación del Bernabéu y del Wanda Metropolitano, y una UTE formada por Acciona y Ferrovial.

Limak es un gigante del sector en Europa que va del cemento a la energía, pasando por la construcción, los hoteles y las infraestructuras, y como grupo factura más de 4.000 millones de euros anuales. Es propiedad del empresario turco Nihat Özdemir, muy cercano al presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan. Pese a sus grandes cifras, Limak nunca ha operado en España, sino básicamente en Turquía, Rusia y antiguas repúblicas de la URSS y también en Oriente Medio.

Se ha preguntado al FC Barcelona por esta discrepancia entre lo marcado en el pliego y el resultado final del concurso. No ha habido respuesta. Dos días después de la adjudicación a Limak, Jordi Llauradó dimitió como responsable del Espai Barça, del que la renovación del estadio es la piedra angular. Llauradó ni participó en la reunión que tomó la decisión ni delegó su voto. El constructor se limitará a seguir en la Fundación FC Barcelona y ha declinado hablar con El Confidencial.

Posteriormente a la publicación de esta noticia el FC Barcelona ha alegado que "el pliego de condiciones sobre la licitación de las obras de reforma del Spotify Camp Nou ha sido comunicado a todas las empresas que se presentaron y tiene como fecha de vigencia el 1 de septiembre de 2022. En este pliego no se establece como requisito para poder ser empresa adjudicataria que deba haberse construido un campo de fútbol de más de 40.000 asientos ni dos construcciones referentes en España" y asegura la precalifiación quedó cancalada "en fecha diciembre de 2020 a través de una comunicación oficial mediante el Portal de Proveedores del FC Barcelona a todas las empresas participantes en ese momento". Sin embargo, para llegar a esa fase las empresas tuvieron que pasar la precalificación de manera previa y por eso se les comunicó. El club blaugrana sigue sin justificar como Limak pasó ese proceso de precalificación previo.

La constructora Limak no cumple los parámetros que marcó el propio club azulgrana. En la página 7 del documento se advierten de los motivos de "no calificación" como empresa participante en el proceso y entre ellos se encuentran los siguientes: "Aquellas empresas (Unión Temporal de Empresas) que no presenten referencias que acrediten haber construido un estadio de más de 40.000 espectadores durante los últimos 10 años" y "Aquellas empresas (Unión Temporal de Empresas) que no presenten 2 referencias de edificios construidos en España cuyo PEM haya sido superior a 150 millones de euros durante los últimos 10 años [PEM son las siglas de presupuesto en ejecución material]". Limak nunca ha construido un edifico en España. Y el último estadio que construyó, en Turquía, fue el Mersin Arena de Ankara, ejecutado en 2013 con capacidad para 25.000 espectadores. Muy lejos de las 40.000 plazas exigidas.

En el punto 2.3 se establecen las "condiciones y criterios de admisión" para participar en la licitación, donde se vuelven a repetir los mismos condicionantes que no cumple Limak: "Haber construido al menos un estadio de más de 40.000 espectadores durante los últimos 10 años. Se valorará la presentación de más de una referencia válida de estadios" y también "tener al menos 2 referencias de edificios construidos en España elcuyo PEM haya sido superior a 150 millones de euros durante los últimos 10 años".

Derivadas

Las derivadas de estas circunstancias son directas e indirectas. La directa es que la decisión de adjudicar el contrato de 950 millones es impugnable desde un punto de vista legal. Presentarse a un concurso así no es barato, cerca de un millón de euros para los aspirantes. Y, además, la licitación obliga al FC Barcelona a cumplir las normas marcadas ante los que aceptan presentarse. Por ahora, ni FCC, ni Ferrovial, ni Acciona han hecho gestos de querer apostar por esta vía. Las constructoras consultadas han declinado pronunciarse sobre el asunto.

La otras consecuencias son indirectas, pero no menores. Este incumplimiento flagrante dificultará la licencia de obras del Ayuntamiento de Barcelona para una infraestructura clave para la ciudad, según fuentes del sector de la construcción consultadas. En septiembre del año pasado, Laporta ya adjudicó la dirección de obras a la constructora de Terrassa Torrella Ingeniería, sin experiencia en un proyecto de esta dimensión, en sustitución de la nipona y con mucho mejor currículo Nikken Sekkei, que ante el escándalo tuvo que ser reincorporada como asesora.

El Barça va tan escaso de fondos que quieren titulizar el contrato de obras del campo

Fuentes financieras añaden que la situación de la obra genera incomodidad en Goldman Sachs, que ha hecho un seguimiento de la adjudicación a través de un bufete de abogados. La intención del Barça es titulizar el contrato. "Este contrato saldrá en los mercados financieros. Por tanto, el mercado debe financiarnos. Es decir, debe tener un precio máximo asegurado. Algo que la constructora Limak Construction nos ha garantizado; es decir, un precio máximo que nunca podrá sobrepasarse, sí ser inferior. Además, aporta garantías suficientes de solvencia en el cumplimiento de plazos y control de las contingencias", según explicó la vicepresidenta del FC Barcelona, Laura Mas, cuando presentó la adjudicación.

Vacíos en el control

Laura Mas forma parte del equipo de compliance del club, que ha monitorizado toda la licitación juntamente con el bufete de abogados Fieldfisher y redactó un informe que obviaba los incumplimientos de Limak y concluía que "después de haber accedido a varios documentos vía muestreo, se puede confirmar que este procedimiento se fundamenta, por un lado y formalmente, por documentos de apoyo que acreditan el cumplimiento de los hitos establecidos en cada una de las fases de la licitación, y, por otra parte, y en cuanto a su contenido, que estos efectivamente contienen la información referida". Dicho informe en ningún momento habla de que se alterasen los procesos de precalificación del concurso, a los que se refieres como "fase 1" y que determinó la aceptación de las empresas que participaron en el proceso de adjudicación.

Fuentes del sector de la construcción añaden otros inconvenientes del contrato, como que Limak no tiene personal en España, por lo que los técnicos turcos tendrán que homologar y demostrar su experiencia. Y hacer el trabajo con técnicos y directivos turcos también es un problema, porque la licitación marcaba que el personal debía tenerse de manera previa a la hora de pujar, no se admitía ir a ficharlo una vez adjudicada la obra. También se añade que la oferta de Limak se ha hecho sobre la base de los costes laborales turcos, muy inferiores a los de España.

Por todo ello, en el sector de la construcción se auguran dos cosas: un desvío en el presupuesto, algo normal, ya lo hubo en el Bernabéu, y un incumplimiento del calendario. Según Laura Mas, "las obras empezarán en junio de 2023 y regresaremos al Spotify Camp Nou antes del 125 aniversario del FC Barcelona [29 de noviembre de 2024]. La entrega de obra finalizada la queremos antes de junio de 2026". Mientras duren las obras, el Barça jugará en Montjuic. Se calcula que el club blaugrana perderá unos 100 millones por temporada por pérdidas de taquilla y otros 20 millones por costes por usar el estadio olímpico.