Los impagos de luz se disparan en los hogares de menos recursos con el alza récord de precios

Siguen creciendo los síntomas de deterioro económico por la crisis energética. Las grandes eléctricas, que controlan dos tercios del mercado en España, constatan el aumento de los impagos de facturas de luz en los últimos meses, coincidiendo con el alza de los precios de la electricidad al nivel más alto de la historia. Tras las advertencias de Iberdrola hace dos semanas, este mismo martes Endesa también ha dado cuenta del empeoramiento de la situación de pagos de este bien de primera necesidad en los últimos meses.

La primera comercializadora de España, con más de 10 millones de usuarios en territorio nacional, está teniendo que aumentar con fuerza las dotaciones por las cuentas a cobrar de los contratos que tiene con sus clientes. Según detalla, el aumento de dichas provisiones, que se han duplicado con respecto al año pasado (+103,3%), "es debida, principalmente, al empeoramiento en el comportamiento de pago de los clientes residenciales (B2C), especialmente de los clientes más vulnerables del mercado regulado".

Esta tarifa regulada, PVPC, es la que más se ha encarecido desde que se inició la crisis energética, dado que está indexada al mercado mayorista. Este mercado mayorista o pool ha pasado de rondar los 50 euros por MWh en la última década a superar de manera consistente los 200 euros por MWh durante meses. El Gobierno trata de contener esta factura con reformas como el tope al gas, la rebaja de impuestos y cargos. Además, ahora trabaja en cambiar su fórmula de cara a 2023. El Ejecutivo también ha lanzado un plan de ahorro para lograr, entre otros fines, disminuir el consumo y reducir el importe a pagar por los suministros básicos. Además, ha decidido subvencionar el gas a todos los hogares que lo soliciten para evitar que se tripliquen las facturas este invierno.

La morosidad se ha elevado con fuerza con respecto a hace solo seis meses, antes del estallido de la guerra en Ucrania que ha intensificado la crisis energética. Y es que el problema no es solo el número de impagos, sino que el fuerte crecimiento de los precios hace que las deudas que arrastran los clientes sean de mayor volumen. A cierre de marzo, Endesa señalaba que había podido revertir provisiones "como consecuencia, entre otros aspectos, de un mejor comportamiento de pago" tanto de los clientes de negocios (empresas) como de residenciales (hogares).

La mejora de seis millones de euros por esta cuestión que registró en el primer trimestre del año se ha derrumbado y Endesa se ha visto obligada a dotar otros 38 millones de euros para soportar los impagos de sus clientes en este medio año. El mayor incremento de esta provisión se ha producido durante el verano. Hasta el inicio la dotación estaba más controlada y rondaba los 14 millones de euros.

La situación actual difiere de la descrita por la eléctrica hasta diciembre de 2021. La firma entonces lograba mejorar sus ratios de facturas impagadas gracias al mejor comportamiento en la gestión de cobro. De hecho, a finales del año pasado achacaba dicha mejora a "el escenario de recuperación económica de España". Ahora la economía no crece con el mismo brío, tal y como constató el INE, que registró un exiguo 0,2% de aumento del PIB este verano. Los expertos señalan que la actual morosidad que muestran las facturas se da pese al mejor tono del empleo y el menor nivel de paro. Destacan que la factura de luz es de las últimas cosas que se dejan de pagar y cuando la situación es límite, ya que el cliente se expone al corte del suministro, necesario para cualquier hogar.

La morosidad crece por "el empeoramiento en el comportamiento de pago de los clientes, especialmente de los clientes más vulnerables"

Fuentes del sector señalan, además, que a diferencia de otras comercializadoras, Endesa es la firma de venta de electricidad dominante en lugares de España donde existe mayores bolsas de hogares vulnerables. De esta manera, apuntan a lugares como Andalucía o el sur de Extremadura, en donde las tasas de paro y el número de familias en riesgo de pobreza son más altas que otras zonas del norte de España, donde tienen mayor implantación otras grandes comercializadoras como Iberdrola, TotalEnergies o Naturgy, que aún no ha presentado sus resultados.

Endesa no es la única gran eléctrica que está poniendo encima de la mesa esta cuestión. Ya hace dos semanas, Iberdrola, segunda gran comercializadora nacional con otros 10 millones de clientes, elevaba sus provisiones en 100 millones de euros (+35%) por diversas razones, entre las que destacaba que parte de las mismas se deben a "insolvencias en el negocio comercial". Este mismo martes la hostelería ha hecho un apagón simbólico de sus establecimientos para protestar por los altos precios.

Además, la eléctrica vasca señalaba que la deuda incobrable de la compañía, aquella que factura a más de 90 días, había crecido notablemente con respecto al mismo periodo del año pasado.

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El problema de los impagos ya fue puesto encima de la mesa por los analistas de Goldman Sachs. Según detallaba un informe del pasado mes de septiembre del banco de inversión estadounidense, los aumentos del 200% del precio de la luz complicarían su pago para los hogares de menores recursos. "Con el aumento de las facturas de energía [donde prevé crecimientos del 200%], algunos consumidores pueden tener dificultades para pagarlas o pagarlas en tiempo [en referencia a las facturas]. Esto podría desencadenar más retrasos en los pagos, y las empresas podrían verse obligadas a aumentar las provisiones para pagar deudas incobrables y protegerse contra los incumplimientos de los clientes", advertían los expertos del banco de inversión.

Al problema de los impagos de aquellos hogares más vulnerables hay que sumar el fin de la moratoria concursal, que se levantó para proteger a las empresas durante la pandemia. El crecimiento exponencial de las empresas que declaran la suspensión de pagos también ha hecho que aumente el impago de sus facturas. Pese a todo, para las eléctricas el impacto es limitado, dado que el fuerte aumento de su facturación les permite gestionar el crecimiento del volumen impagado sin excesivas complicaciones.

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La ratio de deuda incobrable sobre ingresos se mantiene bajo control, aunque Iberdrola ya advirtió que es un tema que deben vigilar y ser prudentes, pero admitía que estaban viendo una disminución de ingresos sobre sus aprovisionamientos. Esta situación se da también, según el presidente de la eléctrica, por la mayor flexibilidad que están dando a sus clientes "dadas las dificultades que tienen ante una situación realmente compleja".

Ante este panorama, el Gobierno está tratando de paliar la crisis energética para los hogares más vulnerables. En el último decreto aprobado en octubre, el RDL 18/2022, se aumente el porcentaje pagado a las 1,3 millones de familias vulnerables y vulnerables severas que tienen derecho a este descuento del 65% y el 80%, respectivamente. Uno de los problemas con los que se encuentran muchos usuarios en riesgo de pobreza que cumplen con los requisitos para ser perceptores del bono social es que ante la burocracia a tramitar desisten de la ayuda, lo que también contribuye al aumento de impagos. El número de beneficiarios de esta ayuda está actualmente estancada.

Además, el Ejecutivo ha creado una figura transitoria para este y el próximo año conocida como hogares de bajos ingresos, a los que bajo determinados requisitos se les paga el 40% de la factura. No obstante, dicho descuento no tiene impacto en el erario público, ya que se carga a las compañías eléctricas, que posteriormente lo trasladan a la factura del resto de consumidores.

En línea con lo anterior, ahora el Gobierno negocia con la banca la manera de paliar el impacto de la fuerte subida de las hipotecas a las familias con menos recursos.