Los impagos de facturas de luz y gas se disparan por quiebra de empresas y la espiral de precios

Crecen los síntomas de crisis económica. Los temores a que las eléctricas sufran impagos, fruto de la espiral de precios de la energía, ya se han confirmado. Este mismo miércoles, Iberdrola, que controla un tercio del mercado eléctrico (con más de 10 millones de clientes en España), advertía un aumento del 35% de sus provisiones que achacaba a "insolvencias en el negocio comercial": de 269 millones en los tres primeros semestres de 2021 ha pasado a 363 millones de euros.

El impacto es mucho más abultado que el provocado en la pandemia. Según señaló Iberdrola hace un año, "la reducción de las provisiones por insolvencias asociadas al covid, en comparación con el mismo periodo del año anterior, pasan de 27 millones de euros en 2020 a 12 millones de euros en 2021".

El problema no acaba ahí, los elevados precios de la energía y la quiebra de empresas han aumentado la deuda incobrable de la compañía (vencida y sin facturar más allá de 90 días) hasta cerca de los 2.000 millones (un 5,82% sobre la facturación de la empresa).

Al margen de las provisiones en el negocio comercial, Iberdrola también destaca que la partida de deudores comerciales y otras cuentas a cobrar se ha disparado un 70% en lo que va de año. Estas cuentas a cobrar han pasado de 8.183 millones en diciembre de 2021 a 13.729 millones. Esta partida, que aún no ha entrado en mora, ha aumentado "por las mayores tarifas y precios", explica la empresa dirigida por Ignacio Sánchez Galán, que pese a todo rechaza que esté ganando más por el aumento de los precios de la electricidad.

Estas cuentas a cobrar con clientes, consideradas parte del capital circulante, se han disparado entre julio y septiembre, coincidiendo con el mayor aumento de precios de la luz y el gas. Esta subida viene del segmento comercial, ya que las cuentas a cobrar a administraciones públicas han descendido en 1.231 millones de euros, según registra la empresa con sede en Bilbao.

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La cuestión no pasa desapercibida a los analistas. Ya a principios de septiembre, Goldman Sachs puso el acento sobre este riesgo, tal y como publicó este medio, en vista del fuerte encarecimiento de los recibos energéticos que se estaban produciendo. "Con el aumento de las facturas de energía [donde prevé crecimientos del 200%], algunos consumidores pueden tener dificultades para pagarlas o pagarlas en tiempo [en referencia a las facturas]. Esto podría desencadenar más retrasos en los pagos, y las empresas podrían verse obligadas a aumentar las provisiones para pagar deudas incobrables y protegerse contra los incumplimientos de los clientes", advertían los expertos del banco de inversión.

En este sentido, Goldman Sachs veía más fuerte en España a Iberdrola que a sus competidores. Para los analistas de la entidad estadounidense, Endesa (más de 10 millones de clientes de luz) es la firma más vulnerable, seguida por Naturgy (cuatro millones de clientes de luz y otros cuatro millones de gas). "El aumento de precio de las facturas podría desencadenar también el aumento de las provisiones para deudas incobrables", decía a principios del mes pasado Goldman Sachs, quien creía que las autoridades europeas estaban entonces subestimando la profundidad y las dimensiones de la crisis energética.

La cuestión ha vuelto a salir a la palestra este miércoles. El presidente de Iberdrola aseguraba que esta situación se estaba dando porque están dando flexibilidad en el pago a sus clientes "dadas las dificultades que tienen ante una situación realmente compleja".

Por su parte, el director financiero de la eléctrica, Pepe Sainz Armada, aseguraba que tiene que vigilar la situación de cerca y aunque han mejorado las ratios de impagos sobre facturación, es verdad que estaban viendo una disminución de ingresos sobre sus aprovisionamientos, por lo que debían ser prudentes y seguir vigilando sus ratios.

La empresa ha escenificado una mejora de las ratios de deuda incobrable sobre facturación y de provisiones por insolvencias sobre ingresos. Sin embargo, esto se debe exclusivamente al crecimiento exponencial de los ingresos, que han crecido en el negocio liberalizado (generación y comercialización) en casi 8.000 millones (+47%).

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Si para las grandes eléctricas los impagos son un problema por el aumento de provisiones y el impacto que esto puede tener sobre su beneficio, para las pequeñas comercializadoras la falta de ingresos es una cuestión de supervivencia. Algunas ya han alertado a sus clientes y homólogos sobre sus temores a los impagos. Quienes más sufren son aquellas empresas de venta de luz y gas independientes más expuestas al sector de las pymes, como Audax o Factor Energía, señalan fuentes del sector. De hecho, la empresa de José Elías ya ha contratado a Alantra con el objetivo de que le busque inversores para salvar la comercializadora.

Y es que los concursos de acreedores se han disparado, por lo que la quiebra de empresas puede provocar también el impago de sus facturas energéticas. Los concursos de acreedores han escalado este verano a récord, con casi 5.000 procedimientos, lo que representa un aumento del 15% con respecto al año anterior, según un análisis de D&B publicado por Expansión. Se trata de una cifra récord desde 2013, uno de los momentos más difíciles de la anterior crisis. Este boom está motivado en gran medida por el levantamiento de la moratoria concursal que se decretó para proteger el tejido empresarial durante la pandemia.

Con este panorama, el Gobierno está tratando de aliviar la situación de las pymes con dinero público para reducir sus facturas. En el Real Decreto-ley 18/2022, se ha rescatado una medida que se tomó durante las restricciones del covid-19 por la que las empresas pueden rebajar su potencia contratada más de una vez al año, tal y como establece la ley. De esa manera, si no consumen luz o gas, su término de potencia es más pequeño y pagan menos. Pese a esa flexibilidad que se da a las empresas, la diferencia que siguen cobrando las eléctricas las asume la Administración con cargo a los presupuestos generales del Estado.