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Las empresas piden 40.000 millones más de crédito por el lastre de la inflación
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CRISIS DE LIQUIDEZ

Las empresas piden 40.000 millones más de crédito por el lastre de la inflación

Las pymes se ven obligadas a pedir más liquidez para cubrir el circulante. Se ven ahogadas por los costes energéticos desbocados y el impacto de la inflación en el resto de facturas

Foto: La calle Preciados, una de las más comerciales de Madrid, bajo las medidas de ahorro energético. (EFE/Mariscal)
La calle Preciados, una de las más comerciales de Madrid, bajo las medidas de ahorro energético. (EFE/Mariscal)
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Primeras señales serias de alarma en la banca. Muchas empresas empiezan a sentir síntomas de ahogamiento por el incremento de los costes que no están pudiendo trasladar a sus clientes. Algo que ha llevado a que pequeñas, medianas y grandes empresas hayan aumentado en más de 40.000 millones sus deudas con las entidades financieras en lo que va de año. Estas cifras suponen en torno a un 40% de todas las líneas ICO (Instituto de Crédito Oficial) que se distribuyeron en 2020 por el covid.

Así, los bancos prestaron a compañías 215.000 millones entre enero y julio, un 24% más que en el mismo periodo de 2021. Desde las entidades explican que este 'boom' crediticio se debe a la necesidad cada vez mayor de liquidez para cubrir el circulante de las empresas. "Las compañías están cada vez más apretadas por las subidas de los costes energéticos y otras materias primas, y tienen que recurrir a créditos para pagar a los proveedores", exponen desde una de los principales bancos.

Esta tendencia ha ido a más mes a mes desde que estalló la guerra de Ucrania. De hecho, julio fue el mes en que más créditos reales se dieron a empresas españolas desde el covid, con más de 36.000 millones prestados.

Desde 2015, estas cifras solo se han superado en dos ocasiones: durante el confinamiento, cuando la distribución de las líneas ICO hizo que se multiplicara la actividad, con 40.000 millones mensuales de media; y en diciembre de 2021, cuando los bancos dieron muchos créditos 'fantasma' a las empresas para no perder los incentivos de las líneas TLTRO del Banco Central Europeo (BCE).

Foto: La vicepresidenta Nadia Calviño y el gobernador del Banco de España, en un encuentro de julio con banqueros. (EFE/Fernando Villar)

Los bancos consultados señalan que esta tendencia ha continuado en agosto, un mes normalmente muerto en los negocios bancario y empresarial.

Otra de las señales de alarma que se ha percibido en las últimas semanas está en el mercado de pagarés (financiación a muy corto plazo), en el que algunas empresas están empezando a tener dificultades para financiarse. Entre ellas hay incluso algunas registradas en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) de BME (Bolsas y Mercados Españoles), según fuentes consultadas por este medio.

¿Se cierra el grifo?

Los bancos consultados subrayan que en estas grandes cifras crediticias no hay apenas financiación para inversiones y nuevos proyectos. Casi todo se centra en la financiación del circulante, que desde la guerra de Ucrania se ha convertido en un dolor de cabeza para los financieros de las empresas. Han subido los costes de la energía, de las materias primas y de todo tipo de productos, lo que tensiona la caja de las compañías. No solo por la guerra, también por la escasez de suministros derivada, en parte, de las nuevas restricciones que hubo en China por el covid.

Con todo ello, el saldo de créditos que tienen las empresas con la banca ha aumentado un 2,3% desde que estalló la guerra de Ucrania, hasta 487.000 millones.

Otro factor que tensa aún más la cuerda es la subida del euríbor, que ha hecho que los créditos se encarezcan un 43% en lo que va de año. Otro gasto adicional que se suma al de la energía y las materias primas para castigar a las empresas.

Banco de España avisa de un posible endurecimiento en los créditos a empresas

Este cúmulo de incertidumbres llevó a que la última encuesta de préstamos del Banco de España reflejara un posible cierre parcial del grifo del crédito a las empresas a final de año: "Las entidades españolas encuestadas anticipan que los criterios de concesión de préstamos volverían a endurecerse, y que lo harían a un ritmo más intenso que entre abril y junio".

Uno de los alivios para las compañías en esta encrucijada son los depósitos que todavía atesoran procedentes de las líneas ICO. Estas cifras se sitúan actualmente en los 314.000 millones, casi un 3% por debajo de principios de año, pero considerablemente por encima de los niveles prepandemia, de 256.000 millones. Aun así, gran parte de este dinero debe devolverse progresivamente en los próximos trimestres a las entidades.

Efecto del impuesto

En medio de estos peligros ha llegado el nuevo impuesto del Gobierno a la banca, que va a reducir el posible dinero a disposición de la economía, lo contrario a lo que se hizo durante la crisis del covid. Así, según las cifras del sector, el tributo reducirá en 50.000 millones el dinero disponible para financiar.

Esta amenaza es la peor para las empresas, ya que les abocaría a una crisis de liquidez de mucha gravedad. Por ello, muchas compañías están explorando otras opciones, como la de la financiación alternativa para tener todas las puertas abiertas: "Estamos observando un incremento en la financiación alternativa a empresas medianas. En ese contexto, se prevé que la financiación alternativa siga aumentando su negocio ante la demanda de muchas empresas que no pueden ver cubiertas sus necesidades de liquidez en los bancos", expone Borja Sánchez, responsable de la consultora TNP en España.

Tras las tensiones de tesorería y el cierre del grifo de liquidez, el siguiente problema con el que se encontrarían empresas y bancos sería el de la morosidad. La tasa de impagos ha seguido controlada en los últimos meses, pero todos los banqueros reconocen un repunte inminente. Empresarios y banqueros se preparan para un otoño y un invierno inciertos con la esperanza de que la crisis amaine durante 2023. Para ello será clave que no falte liquidez.

Primeras señales serias de alarma en la banca. Muchas empresas empiezan a sentir síntomas de ahogamiento por el incremento de los costes que no están pudiendo trasladar a sus clientes. Algo que ha llevado a que pequeñas, medianas y grandes empresas hayan aumentado en más de 40.000 millones sus deudas con las entidades financieras en lo que va de año. Estas cifras suponen en torno a un 40% de todas las líneas ICO (Instituto de Crédito Oficial) que se distribuyeron en 2020 por el covid.

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