Así se cocinó la sucesión en Santander: un plan de Egon con varios candidatos

Ha sido el proceso que más expectación ha provocado en la banca española desde hace años. La sucesión del consejero delegado de Santander culminó este viernes con el nombramiento del mexicano Héctor Grisi como CEO del grupo a partir de 2023, en sustitución de un José Antonio Álvarez que se mantendrá como vicepresidente no ejecutivo.

El pistoletazo de salida del proceso tuvo lugar en 2021, cuando Álvarez tomó la decisión de dejar sus funciones ejecutivas durante 2022. El banquero leonés ha supeditado en todo momento su salida a que su proceso de sucesión estuviera resuelto sin fisuras, tras el susto que se llevó el grupo en 2018 con el fichaje frustrado del italiano Andrea Orcel.

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El proceso se aceleró entre febrero y marzo, cuando el consejo de administración de Santander comenzó a debatir cómo y cuándo debía ser el relevo. La entidad ha estado asesorada por consultoras como Egon Zehnder. La entidad ha optado por un proceso calmado y en diálogo continuo con el Banco Central Europeo (BCE) para evitar sustos como el de Orcel. Pero eso a su vez ha provocado que haya habido filtraciones, acelerando los calendarios más de lo previsto.

La Comisión de Nombramientos y su asesor, Egon Zehnder, han puesto sobre la mesa distintos nombres en los últimos meses. El principal y ganador es el del mexicano, que ha competido mano a mano con António Simões, responsable regional de Europa y CEO de Santander España. Pero en la terna final ha habido un nombre externo, el del consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar.

De ello estuvieron informados en su momento los supervisores, tanto el BCE como el Banco de España, según fuentes próximas a la cúpula de la institución española. Aun así, las mismas fuentes señalan que el banco español ni se lo ofreció ni llegó a entrevistarse oficialmente con su consejero delegado rival, ya que se optó por un candidato interno.

Gortázar reunía muchas de las cualidades que podrían haber encajado dentro de Santander: experiencia en un gran banco internacional, Morgan Stanley, y el liderazgo llevado a cabo en los últimos años en CaixaBank con la compra de Bankia y BPI, entre otras entidades, que han situado al grupo como el mayor por activos en España. Uno de los obstáculos a su fichaje es que tendría que haber pasado por un largo periodo de no competencia y que seguramente habría rechazado la oferta de Santander.

Visto bueno del BCE

Sea como fuere, Botín y su vicepresidente y consejero coordinador, Bruce Carnegie-Brown, han optado por un perfil interno y consolidado en el grupo en lugar de salir al mercado de nuevo.

Las fuentes consultadas señalan que Grisi ya tiene prácticamente logrado el visto bueno del BCE y que su perfil reúne todas las cualidades que tiene que tener el próximo CEO: experiencia internacional, conocimiento de todos los mercados del grupo, encaje cultural y una trayectoria demostrada de mejora de la rentabilidad del banco, ya que tanto México como EEUU, que dependen de él, son las regiones que mejor se han comportado en los últimos años.

Además, como Gortázar y Simões, tiene experiencia previa en uno de los mayores grupos financieros internacionales: Credit Suisse en su caso, frente al pasado en Morgan Stanley del CEO de CaixaBank y en HSBC de Simões.

En una conferencia a analistas, Botín señaló este viernes que Grisi es "la persona adecuada para llevar a Santander al siguiente nivel". La presidenta y el actual CEO, Álvarez, remarcaron que los objetivos actuales de rentabilidad (13% de RoTE) se mantienen.

El nombramiento de Grisi pondrá todavía más en el foco la estrategia actual del banco en México, donde tiene un gran interés para comprar el negocio de Citi, Banamex. Compite en ello con grandes grupos como Inbursa, de Carlos Slim, Banorte, Banca Mifel y el empresario minero Germán Larrea, e incluso con el propio presidente del país, López Obrador, que quiere que el comprador sea mexicano.

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El nombramiento del mexicano ha sido bien recibido por el mercado, que ve en el cambio una dinámica de continuidad del grupo, con mejora de las cifras de rentabilidad, eficiencia y capital.

También por parte del supervisor, que hace unos meses aprobó el nuevo reparto de funciones dentro de la cúpula, en el que el consejero delegado reporta directamente al consejo, como adelantó este medio, y con tareas asignadas a la presidenta y al nuevo CEO.