Santander negocia con el BCE el nombre de su nuevo consejero delegado

Últimos pasos para el cambio de consejero delegado de Banco Santander. El consejo de administración de la entidad cántabra activó a finales de mayo la sucesión de José Antonio Álvarez, tras el visto bueno de la Comisión de Nombramientos. El proceso está actualmente sobre la mesa del Banco Central Europeo (BCE), con el que se están discutiendo el perfil y las competencias del candidato, según fuentes financieras consultadas por El Confidencial. Desde Santander, no hicieron comentarios.

Las mismas fuentes añaden que el banco presidido por Ana Botín apuesta exclusivamente por una sucesión interna, en que dos de los mejor situados a día de hoy son el mexicano Héctor Grisi, responsable regional de Norteamérica y consejero delegado de Santander México, y António Simões, responsable regional de Europa y CEO de Santander España, favorito hasta ahora en la mayoría de quinielas.

Tanto Grisi como Simões tienen perfiles parecidos. Ambos se formaron en otras entidades —Credit Suisse, el mexicano y HSBC, el portugués—, tienen experiencia tanto en banca de inversión como privada y corporativa y llegaron a Santander como fichajes estrella: Grisi en 2015 y Simões en 2020. Aparte de la antigüedad, otra de las principales diferencias entre ambos es el perfil: más de banquero comercial en el caso de Grisi y de consultor en el caso del portugués, tras su paso por McKinsey.

También figuran en las quinielas Carlos Rey de Vicente, responsable de Sudamérica; Mario Roberto Opice Leão, CEO de Santander Brasil, y Víctor Matarranz, responsable del negocio de Seguros y Banca Privada del grupo. La entidad descarta por el momento buscar un candidato externo, tras el fiasco que supuso el fichaje frustrado del italiano Andrea Orcel.

Las fuentes consultadas señalan que el proceso de sucesión de Álvarez se ha acelerado antes de lo previsto por las especulaciones que ha habido en los últimos tiempos. Las mismas añaden que el plan de Botín y Álvarez es que el sucesor se conozca pronto y haya un periodo de transición hasta 2023, cuando el actual CEO daría un paso a un lado.

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El nuevo consejero delegado pondrá fin a una etapa de ocho años en que Álvarez ha sido CEO tras ascender al poco de llegar Botín a la presidencia. Ha sido una etapa de menos a más, en la que se ha ganado el respeto, tanto internamente como externamente, del mercado y los supervisores.

Organigrama

Las fuentes consultadas creen que las negociaciones con el BCE no implicarán nuevos cambios en el organigrama ni en las funciones de la presidenta y el CEO, tras los que se aprobaron hace algunos meses, como adelantó este medio. Así, Álvarez reporta directamente al consejo y está al frente de las tres grandes regiones (Europa, Norteamérica y Sudamérica) y los de los negocios globales, como banca de inversión y banca privada. También dependen de él las áreas Financiera, Regulación, Tarjetas y Plataformas.

Por su parte, Botín aglutina todas las funciones de supervisión y las ligadas a la estrategia a largo plazo, sumando las áreas clave PagoNxT, que engloba el negocio de pagos digitales, y Digital Consumer Bank, de la que cuelgan Santander Consumer Finance y Openbank. En la última reorganización, también asumió las funciones de Control, Operaciones y Tecnología.

Alegato de Botín ante los supervisores

Madrid fue capital de la banca europea este jueves. El presidente del supervisor europeo (Mecanismo Europeo de Supervisión), Andrea Enria, y de la autoridad de resolución, Elke König, visitaron el Banco de España para un acto en el que también participaron la subgobernadora, Margarita Delgado, y la presidenta de Santander y de la Federación Bancaria Europea (EBF, por sus siglas en inglés), Ana Botín. Dentro del público estaban consejeros delegados de las algunas entidades españolas, como Unicaja, Ibercaja y Kutxabank. El evento tuvo lugar tras una reunión privada de Enria con los CEO de todos los bancos españoles, en los que se analizó el impacto de la guerra de Ucrania.

El evento público estuvo marcado por los llamamientos a la cautela de los supervisores y por la petición de Botín de que se afloje la cuerda regulatoria a los bancos o, por el contrario, se tense para los nuevos rivales tecnológicos. "Hace 10 años el mayor banco europeo tenía el mismo valor en bolsa que la mayor entidad de EEUU", afirmó Botín. Por ello, añadió, la diferencia frente a ahora "nos tendría que decir algo como europeos". "Como sector estamos intentando cambiar el motor mientras el avión está en vuelo", apuntó respecto al cambio de modelo de negocio por la digitalización. "Hemos pagado [en Santander] 5.000 millones en impuestos a nivel mundial, ¿cuánto abonan las 'big tech'?", afirmó.