Hidalgo y la SEPI ultiman el relevo del CEO de Air Europa por su polémico sueldo

Juan José Hidalgo se ha salido, otra vez, con la suya, después de haberle doblado la mano a Iberia. Pese a las dificultades que atraviesa Globalia por los efectos del covid en el turismo, el presidente del 'holding' aeronáutico, hotelero y de viajes ha conseguido convencer a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para relevar al consejero delegado impuesto por el ente púbico en Air Europa. Según indican fuentes próximas, el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda ha aceptado sustituir a Valentín Lago por un consejero que no tenga responsabilidades ejecutivas en representación del préstamo de 475 millones de euros que concedió a la aerolínea para superar la pandemia.

Según estas fuentes, Hidalgo ha logrado que la SEPI atienda su petición para ahorrar costes en un momento delicado para la compañía. Aunque las ventas diarias de Air Europa empiezan a coger una altura similar a la anterior a la pandemia, la sociedad está haciendo frente a dos elementos que están fuera de su control: el encarecimiento del precio del petróleo, que se ha disparado más de un 50% en lo que va de año, y la revalorización del dólar contra el euro. Dos factores que, de no revertir la tendencia, condenarán a Air Europa a registrar pérdidas por tercer año consecutivo.

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Por estos motivos, Hidalgo estima que la compañía debe ser muy estricta en los costes. Tras pedir varios esfuerzos a los cerca de 4.000 empleados, el presidente de Globalia considera que los más de 420.000 euros que percibe Valentín Lago entre sueldo fijo y variable como consejero delegado son innecesarios porque el día a día de la aerolínea lo pilota Richard Clark como director general, como publicó El Confidencial el pasado 5 de mayo. El veterano empresario no se opone a que SEPI tenga un tercer consejero, frente a los dos de la familia, pero sí a que tenga unas funciones ejecutivas que ya ejerce Clark y que le cuestan mucho dinero a la sociedad.

Además de por los costes, la relación entre Hidalgo y Lago, que antes de incorporarse a Air Europa era director general de la empresa avícola valenciana Pollos Planes, nunca ha sido fluida. El máximo accionista de Globalia dudó desde el primer momento de las capacidades de Lago, que previamente había trabajado en Vueling. El distanciamiento entre ambos era tal que apenas se le facilitaba información sobre los asuntos clave, hasta el punto de que el ejecutivo se aisló en su despacho y tan solo acudía a la sede central por las mañanas, según fuentes próximas al grupo.

La tensión llegó hasta tal punto que Juan José Hidalgo sacrificó a una de sus dos hijas, María José, para reforzar el papel de Clark

La tensión llegó hasta tal punto que Hidalgo sacrificó a una de sus dos hijas, María José Hidalgo, para reforzar el papel de Clark, después de que Lago impusiera varios cambios organizativos. Pero el choque final vino cuando Lago, para prevenir responsabilidades futuras, propuso el pasado mes de marzo en un consejo de administración someter a estudio la viabilidad de la compañía debido a las pérdidas de más de 700 millones de los años 2020 y 2021.

El consejero delegado pidió que un despacho de abogados externo, en este caso Pérez-Llorca, analizase si la aerolínea estaba en causa de disolución y si debería acogerse al 5 Bis o preconcurso de acreedores. El bufete concluyó que no era necesario porque, gracias a la moratoria sobre empresas afectadas por el covid aprobada por el Gobierno, Air Europa tenía tiempo hasta septiembre para declarar cualquier situación de impago y hasta enero de 2023 para recapitalizarse.

Un bonus polémico

Hidalgo, que defiende con firmeza que nunca ha dejado de pagar sus obligaciones y que está al día de todos los vencimientos de la deuda, se tomó esa petición como un ataque a la empresa, que considera una hija más. Por ello, insistió a la SEPI en sustituir a Lago por cualquier otra persona elegida por el ente público, pero sin funciones ejecutivas y sin el sueldo de la figura de consejero delegado.

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El fichaje de Lago ha estado envuelto en polémica desde el primer día. Su incorporación fue una imposición de la SEPI, que en noviembre de 2020 había aprobado la concesión del préstamo de 475 millones de euros a Air Europa. Sin embargo, tras un primer desembolso, el organismo estatal no soltó los últimos 125 millones hasta que Hidalgo aceptó su nombramiento como consejero delegado y, por tanto, como primer ejecutivo. Su sueldo, que inicialmente iba a ser de 500.000 euros, también fue motivo de disputa, hasta que a finales de marzo de 2021 la familia aceptó su desembarco ante la necesidad de desbloquear la segunda parte de la ayuda.

La salida de Lago también será un problema, porque su contrato incluía un bonus en el caso de que la venta de Air Europa a Iberia llegase a buen puerto. En realidad, la filial de IAG ha acordado ya la toma del 20% a cambio de un préstamo participativo de 100 millones, más una cláusula de exclusividad para negociar la toma de control de la mayoría del capital. Depende de cómo se interprete esta operación, se calculará su liquidación y esa retribución variable de 85.000 euros.