Air Europa reúne su consejo para analizar alternativas a Iberia y el futuro del CEO

Air Europa ha convocado hoy su consejo de administración después de sellar la ruptura provisional con Iberia la semana pasada. Los cinco miembros del órgano de gobierno de la aerolínea tienen previsto pasar revista a la situación de las reservas tras el aluvión de cancelaciones por la variante ómicron del covid-19, analizar los posibles socios con que negociar en caso de que sea inviable un nuevo acuerdo con la filial española de International Airlines Group (IAG) y el futuro del consejero delegado impuesto hace ocho meses por el entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos.

Según han confirmado varias fuentes, la reunión del consejo se celebrará por la tarde para que el presidente, Juan José Hidalgo, actualmente en República Dominicana, pueda conectarse telemáticamente debido a la diferencia horaria con España. Además de Hidalgo, el órgano de gobierno está formado por Miguel Ángel Sánchez, mano derecha del máximo accionista; José Ángel Partearroyo y Juan Manuel Bujías, ambos en representación de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), y Valentín Lago, el consejero delegado exigido por Ábalos para autorizar los préstamos de 475 millones concedidos por el Estado a la compañía.

El consejo arrancará con la buena noticia de haber recibido este martes los 75 millones pactados con Iberia para romper el último acuerdo de compraventa firmado en enero por 500 millones, que modificaba el original de noviembre de 2019, por 1.000 millones. IAG ha decidido pagar esta indemnización, frente a los 40 millones firmados en el contrato, para evitar una demanda mercantil de un importe mucho mayor por parte de Air Europa, así como dejarse una opción de compra ejecutable hasta el próximo 31 de enero.

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Pero los Hidalgo no tienen mucha confianza en alcanzar un nuevo pacto con Iberia, especialmente por la oposición de la Comisión Europea, que había rechazado el expediente de fusión por cuota de mercado excesiva en algunas rutas a Estados Unidos y Latinoamérica. Por eso, y ante la delicada situación de la compañía y del sector, la familia quiere analizar cuanto antes otras alternativas. Según fuentes financieras, las opciones pasan por negociar una alianza con Lufthansa o Air France-KLM o conseguir que un fondo de capital riesgo inyecte dinero fresco con urgencia.

Aunque los Hidalgo y Air France-KLM ya mantuvieron conversaciones avanzadas antes de la irrupción de Iberia, el principal socio potencial para la familia sería Lufthansa, sobre todo porque es la única aerolínea europea que ha recibido ayudas públicas (9.000 millones) y ya las ha devuelto o está a punto de completarlas. Por el contrario, el grupo galo aún no ha reintegrado los 4.000 millones que le dio el Estado dirigido por Macron a cambio de quedarse con el 30% del capital, lo que imposibilita cualquier operación de compra.

Decisiones urgentes

A los Hidalgo les urge tener todas las opciones abiertas debido a la incertidumbre sobre la viabilidad de Air Europa a partir de junio de 2022, momento en que expira la moratoria concedida por el Gobierno para que una empresa con patrimonio negativo se acoja a la suspensión de pagos o un acreedor solicite el concurso. El Gobierno ya se ha apresurado a decir que apoyará a la aerolínea, que ha perdido unos 700 millones en los dos últimos años, por considerarla una empresa estratégica, pero en cualquiera de los casos es necesario que un inversor, ya sea público o privado, inyecte capital.

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Otro de los asuntos relevantes sobre los que tiene que pronunciarse el consejo es el futuro de Valentín Lago. El exdirectivo de Vueling y director general de la cadena de pollerías Pollos Planes hasta su incorporación a Air Europa tiene un contrato según el cual debe dejar su función de consejero delegado tanto si la fusión con Iberia se cerraba con éxito como si la transacción no llegaba a culminarse. La situación actual, con la concesión de un mes más para negociar, pero a la vez con la ruptura formal del acuerdo, deja en el aire su continuidad más allá de enero de 2022.

A sus 350.000 euros de salario anual, al que se opuso Pepe Hidalgo, Lago incluyó en su contrato, con el visto bueno de la SEPI, una cláusula de indemnización de dos meses de sueldo bruto, unos 85.000 euros, más otros 60.000 euros en el caso de que las negociaciones con Iberia llegaran a buen puerto. Por el contrario, la compañía puede prescindir de él sin pagarle ninguna compensación si no se cumplen el plan de viabilidad presentado por el ente público o los acuerdos suscritos con el citado organismo, o si se rompe el acuerdo con Iberia.