Canarias se parapeta contra el covid para intentar salvar su temporada alta
Las islas han empezado a aplicar medidas para permitir la entrada en el archipiélago y analiza poder exigir certificado de vacunación para acudir a espacios abiertos al público
Desde hace días, el Gobierno de Canarias tenía encima de la mesa todas las opciones para activar un plan de contingencia contra el covid, botón que decidió pulsar el pasado jueves por la tarde, cuando anunció la implantación de controles para poder entrar en las islas, encargó un informe dirigido a imponer la obligatoriedad del certificado covid en ciertas actividades y subió a Lanzarote y Fuerteventura a Nivel 2.
El incremento de casos en el centro y norte Europa es una amenaza especialmente relevante para Canarias, ya que al encontrarse en su temporada alta es la época en la que recibe más turistas del resto del continente, lo que unido al rebrote de la pandemia convierte al maná del turismo, industria clave la para la economía insular, en un arma de doble filo, ya que puede ser también la puerta de entrada de la cuarta ola.
Para evitarlo, a partir del próximo 1 de diciembre, todos los pasajeros que lleguen a Canarias tanto por avión como por barco deberán presentar el certificado de vacunación, prueba diagnóstica negativa (antígenos o PCR) o certificado de haber pasado la enfermedad en los 180 días previos al viaje.
Con estas medidas, el Ejecutivo de las islas busca salvaguardar sanitariamente a su población y, al mismo tiempo, salvar los meses más importantes del año para su potente industria turística. Pero esta es solo una cara de la moneda. La otra está en los países emisores de turistas, donde la incidencia está disparada, hasta el punto de que algunos gobiernos han empezado a imponer ya restricciones a la movilidad.
Canarias exigirá certificado de vacunación, de haber pasado la enfermedad en los últimos 180 días o una prueba negativa
El caso más drástico, por el momento, es Austria, que ha ordenado un confinamiento general a partir del lunes, tras comprobar que las medidas adoptadas hasta ahora, incluidas restricciones al movimiento de los no vacunados, han sido incapaces de frenar el aumento de los contagios.
El país alpino tiene un impacto relativo en el turismo canario, ya que los casi 120.000 austriacos que visitaban las islas antes de la pandemia, o los más de 35.000 que lo han hecho en los diez primeros meses de este año, quedan muy lejos del importante papel que juegan para la temporada canaria alemanes, británicos y holandeses.
Estas tres nacionalidades juntas sumaron 8,5 millones de visitantes en 2019, último año completo antes de estallar la pandemia, cuando 13,2 millones de extranjeros eligieron el archipiélago para pasar sus vacaciones. Es decir, el 64% de la temporada depende de cómo evolucione el covid y la gestión que se lleve a cabo de la misma en estos tres países.
Tanto Reino Unido, como Alemania y Holanda están en alerta por el avance de la ya bautizada como cuarta ola, lo que sí amenaza seriamente a la economía de las islas. Según las cadenas hoteleras consultadas, por el momento no han notado un incremento de las cancelaciones o una caída de las reservas derivado del aumento del covid en Europa. Pero este escenario amenaza con cambiar drásticamente con las medidas que se están aplicando para intentar controlar la pandemia.
Británicos, alemanes y holandeses representan el 64% del turismo extranjero en las islas
Uno de cada tres británicos, alemanes y holandeses todavía carece de la pauta completa de vacunación, lo que exigirá a esos ciudadanos tener que hacerse un test si quieren entrar en las islas a partir del próximo 1 de diciembre. Y eso, si en el futuro no se aplican medidas más serias.
Por el momento, el Ejecutivo canario ya está trabajando en poder exigir el certificado de vacunación para entrar en establecimientos abiertos al público, medida que ya defendió el verano pasado, pero que el Tribunal Superior de Justicia de Canarias echó por tierra al considerar que supone segregar a los ciudadanos.
Lejos de tirar la toalla, el gobierno insular ha pedido un informe para ver cómo puede poner en marcha, respetando la ley, una iniciativa en esta línea. Restricción que ya ha puesto activado el Gobierno holandés, la tercera nacionalidad más relevante para el turismo de las islas, con casi 600.000 visitantes antes de la pandemia y 220.000 en lo que llevamos de año.
Alemania, por su parte, ha decidido cancelar los eventos de cara a la próxima Navidad, para evitar una nueva oleada de contagios, ha empezado a activar restricciones y por boca del presidente del Instituto Robert Koch, ha pedido a la población que se quede en casa y evite los espacios no ventilados.
Alemania, principal nacionalidad de turistas extranjeros en las islas este año, ha recomendado a sus ciudadanos quedarse en casa
Si los germanos siguen la recomendación de sus autoridades, o si estas terminan siguiendo el ejemplo de su vecina Austria, será un duro golpe para el turismo canario, ya que los alemanes son, de largo, la primera nacionalidad extranjera en las islas, con casi un millón de visitantes en lo que llevamos de año, frente a los 800.000 británicos. Antes de la pandemia, en 2019, Canarias recibió 2,76 millones de visitantes germanos y 5,13 procedentes de Reino Unido.
En el caso de España, la incidencia acumulada continúa su escalada y ha superado ya la barrera de los 100 casos por cada 100.000 habitantes. Unas cifras que no se veían desde hacía dos meses.
Desde hace días, el Gobierno de Canarias tenía encima de la mesa todas las opciones para activar un plan de contingencia contra el covid, botón que decidió pulsar el pasado jueves por la tarde, cuando anunció la implantación de controles para poder entrar en las islas, encargó un informe dirigido a imponer la obligatoriedad del certificado covid en ciertas actividades y subió a Lanzarote y Fuerteventura a Nivel 2.
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