La patronal del turismo revisa al alza sus previsiones, pero avisa de una ola de fusiones

"El sector turístico parece que ha sido del túnel, pero todavía sigue faltando mucho". Con esta reflexión resume José Luis Zoreda, vicepresidente ejecutivo de Exceltur, la situación que vive la otrora locomotora de la economía española tras un verano que ha ido mejor de lo esperado, pero cuando todavía sigue habiendo muchas dudas respecto al futuro.

El buen comportamiento del turismo nacional durante los tres meses estivales ha permitido cerrar la temporada con unas cifras ocho puntos superiores a las estimadas. En concreto, según Exceltur, entre julio y septiembre nuestro país ha conseguido recuperar el 73% de la actividad turística prepandemia, frente al 65% que estimaba esta misma patronal cuando iba a arrancar la temporada de verano.

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Esto supone haber conseguido ingresos por 42.632 millones de euros en el tercer trimestre del año. Un repunte que se explica "exclusivamente por la insólita evolución de la demanda española, que ha crecido un 3,4% por encima del mismo trimestre de verano de 2019", ha subrayado Zoreda. En esta mejora han sido clave los 9.000 millones que los españoles, en un verano normal, habrían gastado viajando al extranjero y que este año se han quedado dentro de nuestras fronteras.

En cambio, la demanda extranjera ha seguido un 48,5% por debajo de las cifras registradas en 2019, lo que hace que la caída de la actividad turística total en el tercer trimestre del año, el más importante para el sector, haya sido del 27%, cifra muy superior a los niveles de empleo, que están un 13,9% por debajo de las marcas prepandemia. "Esto significa que un buen número de empresarios se han lanzado y han empleado a más profesionales de lo que la propia actividad económica ha requerido", ha destacado Zoreda.

Exceltur confía en que esta tendencia positiva se muestre más fuerte en el último trimestre del año, un periodo crítico para Canarias, que entra ahora en su temporada alta. El archipiélago no se está viendo perjudicado, en términos de visitantes, por la erupción del volcán de La Palma y, en cambio, se está beneficiando de la libertad de movimiento que tienen los británicos y de la que carecieron en verano.

El gran peso que tiene la temporada de verano en las cifras globales del sector ha llevado a Exceltur a revisar al alza en tres puntos sus previsiones del acumulado a final de año, lo que significa que esta industria generará en 2021 cerca de 87.000 millones de euros de actividad, un 44% de la actividad turística de 2019, lo que indica que la recuperación de esta industria sigue muy por debajo del resto de sectores.

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Aunque el portavoz de Exceltur reconoce sin tapujos que "lo peor parece que ha pasado y la recuperación del turismo es irreversible", también advierte sobre los numerosos riesgos de futuro, desde los sanitarios hasta las políticas de cada país en materia de movilidad, y a los que ahora se suma el aumento de los precios de la energía.

La pérdida acumulada de ingresos para el sector turístico desde que estalló la pandemia es de 164.000 millones, con 289.000 trabajadores que han perdido su empleo: 120.000 en ERTE y 169.000 en paro. A esto se une un abanico de condicionantes como los préstamos pedidos para poder sobrevivir, la dispar recuperación entra unas zonas y otras o un modelo de negocio y otro, el retraso en la concesión de ayudas y la dependencia de los ERTE que permiten a Zoreda vaticinar una ola de fusiones en los próximos meses.

Fusiones para sobrevivir

"El sector está muy tocado y con muchas empresas al límite de su supervivencia en juego", asegura el director general de Exceltur, lo que le lleva a anticipar "un proceso de fusiones en los próximos meses para ganar economías de escala, ganar sinergias, que permitan a muchas empresas competir, y nos tememos que 2022 arranque con un número considerable de empresas que no han podido aguantar el tirón".

De hecho, y a pesar de la positiva tendencia, la mitad de sus asociados retrasan hasta el primer semestre de 2023 la recuperación total de la industria, lo que significa que todavía queda un largo camino por recorrer y, para llevarlo a cabo, "pedimos a las administraciones públicas es que aceleren las ayudas, tanto la famosa línea de 7.000 millones de euros como acelerar los procesos de aquellas empresas que están en la SEPI".