Meliá lanza la primera gran venta de hoteles del covid: traspasa ocho activos a Bankinter

Meliá Hotels, el líder nacional del sector, acaba de poner en marcha la primera gran venta de una cartera hotelera tras el estallido del covid. El grupo de la familia Escarrer ha llegado a un acuerdo con Bankinter para construir un nuevo vehículo de inversión hotelera, probablemente una socimi, a la que prevé aportar ocho establecimientos.

Según afirman varias fuentes conocedoras, la estructura en que están trabajando las dos partes pasa por que Meliá continúe operando los establecimientos con contratos de gestión a largo plazo, aunque el gestor del vehículo será GMA, la misma firma que ya lleva las riendas de Atom, la socimi hotelera que sacó la entidad al mercado hace tres años. Ninguna de las partes implicadas ha querido realizar comentarios.

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Aunque hay ya consenso entre Meliá y Bankinter para llevar a cabo la operación, el traspaso definitivo todavía está pendiente de levantar el capital, movimiento que ya ha dado paso a los primeros contactos con potenciales inversores. El vehículo se está construyendo para ofrecer a los clientes de Bankinter una oportunidad de inversión, que, 'a priori', solo va a estar al alcance de quienes puedan suscribir altos tiques.

Los ocho hoteles seleccionados son establecimientos vacacionales, ubicados tanto en los archipiélagos canario y balear como en la costa peninsular, y alguno urbano. En concreto, se trata de Innside Palma Bosque, el Gran Meliá Menorca y el Gran Meliá Victoria, en las Islas Baleares; el Meliá Atlanterra, en Cádiz; el Meliá Granada; el Innside Zaragoza; el Meliá Tamarindos, en Gran Canaria, y el emblemático Gran Meliá Salinas, en Lanzarote.

La filosofía de este nuevo vehículo es similar a la que acaba de poner en valor la entidad dirigida por María Dolores Dancausa con la compra de la cartera logística de Montepino, operación valorada en 1.200 millones de euros, en la que Bankinter Investment ha creado un vehículo para sus clientes de banca privada a institucionales que ha comprado el 95% del capital de esta cartera.

Meliá, por su parte, logra con este acuerdo el objetivo que desde hace meses persigue de conseguir entre 150-200 millones de euros de liquidez con la venta de hoteles. La familia Escarrer ha valorado diferentes alternativas, siempre con el objetivo de intentar evitar aplicar fuertes descuentos, y la alianza con Bankinter ha terminado siendo la solución.

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Además, los ocho hoteles seleccionados son establecimientos que requieren de una fuerte inversión en renovarlos y reposicionarlos, lo que en la jerga del sector se conoce como 'capex', elemento que juega un importante papel en el diseño de esta operación como vehículo de inversión, ya que la cartera contará con un importante potencial de incremento del valor.

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Tras anotarse el año pasado unas pérdidas históricas de 596 millones de euros, derivadas de un desplome de los ingresos superior al 70% y del deterioro de los activos, Meliá ha reconocido en el primer trimestre de este ejercicio unos números rojos de 131 millones y una caída de la facturación del 74%.

El alargamiento de la crisis obligó el año pasado a la compañía a elevar su deuda en más de 660 millones de euros. No obstante, a cierre de este ejercicio, tras culminar la refinanciación de los vencimientos previstos para este ejercicio, la hotelera cuenta con 230 millones de euros de liquidez.