Calviño pide a las empresas familiares acabar con el empleo precario

Más gasolina al debate sobre la reforma laboral. La ministra de Economia, Nadia Calviño, ha aprovechado el acto de clausura de la Asamblea Anual del Instituto de la Empresa Familiar (IEF) para lanzar un claro mensaje en defensa del empleo de calidad y la necesidad de terminar con la precaridad del modelo laboral español. Un reto en el que las compañías socias del IEF están llamadas a jugar un papel clave, debido a su papel de locomotoras de la economía del país.

"La prioridad tiene que ser la creación de empleo de calidad", ha defendido la ministra, quien ha recordado que las principales víctimas del modelo de los "contratos precarios" son los jóvenes, lo que les impide construir un proyecto vital de futuro. "Por eso es tan importante que el empleo que se cree a partir de ahora sea estable, de calidad, que nos dé mayor fortaleza como sociedad", ha añadido Calviño, convencida de que "la precariedad y vulnerabilidad del mercado laboral es un factor de vulnerabilidad económica", y por eso es crítico corregirla.

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Más allá de la incongruencia que supone que desde el Gobierno se emplace al sector privado a acabar con la temporalidad, cuando exite más de un millón de empleados públicos con contrato temporal, los que equivale al 30,4% del total, el mensaje de Calviño es un paso más en la batalla lanzada por las dos vicepresidentas, Calviño y Yolanda Díaz, a cuenta de la reforma laboral.

Siempre más pragmática, la ministra de Economía apuesta por ir ganando batallas, en vez de lanzando revoluciones, sobre puntos concretos en los que se muestra tajante. Y en el terreno del empleo estos pasan por "atajar los desequilibrios de nuestro mercado laboral", que nos llevan a tener una tasa de paro estructural que dobla a media de Europa y una temporalidad diez puntos por encima, y para ello hace falta cercenar la temporalidad y mejorar las condiciones.

La disparada deuda pública es otro desequilibrio estructural que Calviño se ha marcado como prioridad. Tras recordar que entre 2020 y 2021 nuestro país va a tener que emitir 150.000 millones de euros de deuda pública, ha subrayado que "esta magnitud de deuda pública es un lastre para las generaciones futuras si no conseguirmos invertir bien estos recursos", lo que se traduce en que el Ejecutivo quiere ir reduciendo tanto la deuda como el déficit público desde este mismo año.

El déficit de inversión es el tercer desequilirbio que arrastra España desde la crisis financiera, según Calviño, quien ha aprovechado este punto para defender la necesidad urgente de abordar un plan de inversiones y reformas. "No se trata de ganar ritmo de aquí a siete años, sino de aprovechar estos tres años para invertir 70.000 millones y poder dar un salto en I+D, tranformación tecnológica, digitalización, educación y Formación Profesional".

El plan enviado por el Ejecutivo a Bruselas contempla que el 40% vaya destinado a fondos verdes, el 20% a digitalización de la economía el 10,5% a educacion y FP el 7% a proyectos de I+D. Pero, como ha recordado la ministra, para que funcione, hace falta una serie de reformas profundas. Una es el empleo, y Calviño se ha mostrado convencida de que se tendrá el nuevo marco para final de año y se empezará a crear empleo de calidad en 2022.