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Los banqueros esquivan el cuerpo a cuerpo con Calviño por los ERE y los sueldos
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Los banqueros esquivan el cuerpo a cuerpo con Calviño por los ERE y los sueldos

Los CEO ven poco recorrido a las críticas de la vicepresidenta del Gobierno. Prefieren dejar pasar el temporal y allanar el terreno para otras negociaciones como los fondos europeos

Foto: La vicepresidenta Nadia Calviño (2i) y Carlos Torres (2d), presidente de BBVA. (EFE)
La vicepresidenta Nadia Calviño (2i) y Carlos Torres (2d), presidente de BBVA. (EFE)
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Ladran, luego cabalgamos. Parece que los principales banqueros españoles hayan tenido esta expresión en la cabeza durante los últimos días, en los que han regateado con arte las críticas de la vicepresidenta del Gobierno contra sus salarios y los despidos que tiene en marcha el sector.

"Hemos venido señalando que nos parecen inaceptables los sueldos y bonus pagados a los directivos de los bancos. Son retribuciones que no se corresponden con la situación de nuestro país, y todavía menos en aquellas entidades que están efectuando fuertes recortes de personal y cierre de oficinas", señaló Nadia Calviño.

Foto: La vicepresidenta Nadia Calviño y Gonzalo Gortázar, de CaixaBank. (EFE)

La respuesta ha sido unánime. Los ERE (Expediente de Regulación de Empleo) son intocables –"no hay más remedio", según el CEO de BBVA, Onur Genç– y van a seguir a corto y medio plazo. De hecho, el CEO de Santander, José Antonio Álvarez, auguró nuevos ajustes mientras siga "el proceso de transformación".

Respecto a los sueldos, el mensaje es que están regulados por Europa, diseñados por los consejos de administración, aprobados por los accionistas y ajustados al mercado. Con eso dan por zanjado el debate, al menos de momento. Álvarez incluso apuntó que con los actuales esquemas retributivos, se compite en desventaja en Latinoamérica.

Gobierno y sindicatos no entienden los ERE con beneficios milmillonarios

Todos los mensajes han estado medidos al milímetro. Estas explicaciones no han tenido ni un atisbo de crítica hacia el 'intrusismo' de la vicepresidenta. Uno de los factores que ha influido es la necesidad de un perfil bajo por los buenos resultados, que según los sindicatos afean los ajustes que se están poniendo sobre la mesa. Las cuentas presentadas hasta ahora reflejan una mejora considerable: Santander, BBVA, Sabadell, Bankinter, Abanca y Kutxabank ganaron 3.238 millones en el primer trimestre, frente a las pérdidas de 1.000 millones hace un año. Las rentabilidades son de doble dígito en el caso de algunas entidades.

"Es inadmisible que un banco como BBVA, que obtiene miles de millones de beneficios cada año y que alardea de estar a la cabeza en rentabilidad, aumentando además las retribuciones de la alta dirección de forma escandalosa, pretenda que seamos las trabajadoras y trabajadores quienes paguemos su reestructuración con despidos", exponían este viernes desde los sindicatos del banco vasco, que han convocado movilizaciones el día 10. La entidad tiene sobre la mesa un ajuste para 3.450 trabajadores.

Críticas veladas

Este perfil bajo de los banqueros cambia cuando los micrófonos están apagados. "No encontramos una explicación a las palabras de Calviño. Salvo que sea por la campaña electoral", exponía esta semana un alto directivo del sector.

Entre los financieros ha chocado esta 'salida de tono' de la vicepresidenta teniendo en cuenta el papel que ha tenido en la fusión CaixaBank-Bankia, con su negociación, aprobación y supervisión a través de un puesto en el consejo de administración, que tiene una representante del FROB (Fondo de Reestructuración), Teresa Santero. Desde que se acordó la operación, se anunció que su principal objetivo era conseguir unos ahorros de costes de 770 millones en 2023. De ahí, que en el sector chocara la sorpresa con el ERE de 8.300 empleados, que esta semana se ha rebajado a 7.700.

placeholder José Ignacio Goirigolzarri (i), Ana Botín (c) y Carlos Torres (d). (EFE)
José Ignacio Goirigolzarri (i), Ana Botín (c) y Carlos Torres (d). (EFE)

A pesar de ello, los banqueros tienen poco que ganar y mucho que perder con una confrontación pública con la vicepresidenta. Ven poco recorrido de mejora, ya que creen que las declaraciones no tienen recorrido y que Calviño no se va a atrever a tocar los salarios. Y a la contra, los bancos tienen muchos frentes abiertos con el Gobierno en los que se juegan mucho, como la distribución de los fondos europeos, con la que podrían ganar 3.000 millones, las quitas del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y posibles impuestos que el Ejecutivo tenía en mente cuando llegó a Moncloa.

En otras ocasiones, las críticas han sido más abiertas. A este perfil más bajo puede también haber contribuido que la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, uno de los versos libres del sector, causó baja en su presentación por covid. Aun así, los máximos ejecutivos de Santander y BBVA han criticado abiertamente medidas anunciadas por el Gobierno como los impuestos que iban a implantar en 2018. El CEO de Santander llegó a amenazar con deslocalizar el banco en caso de que los nuevos tributos, que no llegaron, afectaran a su grupo.

Foto: La vicepresidenta Nadia Calviño y el presidente de Cepyme, Gerardo Cueva. (EFE)

Antes del choque por los ERE y los sueldos, la banca y Calviño ya han tenido un tira y afloja reciente. Se produjo cuando el Ministerio de Economía planteó realizar quitas masivas en los créditos del ICO (Instituto de Crédito Oficial). La banca y el Banco de España alertaron que esta medida hubiera provocado pérdidas milmillonarias al sector, y lograron que el Gobierno rebajara la medida a 3.000 millones en quitas.

La duda que recorre al sector es si las declaraciones de Calviño volverán a ponerse sobre la mesa más adelante, con un real decreto que limite los salarios como ocurre en Holanda, algo no descartable cuando el Gobierno tenga que pasar de una política fiscal expansiva a otra restrictiva. La alternativa está ahí. Pero lo que realmente preocupa a los banqueros es que no se haga tabla rasa con la letra pequeña de las quitas, que está pendiente de desarrollar, y que se tenga en cuenta al sector para la distribución de los fondos europeos. Ahí es donde se juegan el pan a corto plazo.

Ladran, luego cabalgamos. Parece que los principales banqueros españoles hayan tenido esta expresión en la cabeza durante los últimos días, en los que han regateado con arte las críticas de la vicepresidenta del Gobierno contra sus salarios y los despidos que tiene en marcha el sector.

Nadia Calviño
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