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Las nuevas elecciones frenan el urbanismo madrileño en un momento crítico
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Dilación e inestabilidad

Las nuevas elecciones frenan el urbanismo madrileño en un momento crítico

Desde el Plan Vive hasta la nueva Ley del Suelo, pasando por el frenazo en la maquinaria pública, el impacto de la guerra política en Madrid tiene un impacto directo en su urbanismo

Foto: Isabel Díaz Ayuso. (EFE)
Isabel Díaz Ayuso. (EFE)

"Con esto se paraliza bastante el urbanismo de Madrid". Esta frase, pronunciada por un alto cargo del Ayuntamiento de Madrid, refleja una consecuencia directa que tiene la actual guerra entre Ciudadanos y PP en la economía de la Comunidad de Madrid, una región considerada por los grandes inversores como un oasis en mitad del desierto, tanto por su defensa de la iniciativa privada como por su política fiscal y su mayor estabilidad gubernamental, pero que ahora es un mar de inestabilidad.

El terremoto desatado en Murcia, donde Ciudadanos ha unido fuerzas con el PSOE para intentar echar al PP del Gobierno mediante una moción de censura que ha sido abortada, ha tenido algo más que réplicas en Madrid, donde los populares han respondido lanzando un órdago a la grande y convocando elecciones para el próximo 4 de mayo. Con esta jugada, que responde al clásico "la mejor defensa es un buen ataque", la presidenta regional, Isabel Díaz-Ayuso, confía en reforzar su liderazgo y formar un nuevo Gobierno mucho más azul.

Foto: La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. (EFE)

Desde este punto de vista, podría interpretarse que el terremoto político apenas será, para el urbanismo, un temblor, ya que lo previsible es una continuidad de las políticas ya en marcha e, incluso, un refuerzo de las mismas si Ayuso consigue su objetivo. Pero, sin embargo, también es cierto que todas estas apuestas son eso, expectativas que pueden cumplirse, o no, y hasta conocer el resultado. La realidad es que paralizan la marcha normal de la administración y, con ella, de todas las actividades empresariales que dependen de la iniciativa pública.

"La consecuencia del Gobierno en funciones es que solo se pueden despachar asuntos ordinarios, siendo la principal derivada la paralización de toda la normativa en tramitación de la Comunidad de Madrid, y hay algunas importantes en la Consejería de Economía, e incluso de Vivienda, como el reglamento de vivienda protegida, que da seguridad a inversiones en ese ámbito. Esta situación nos hará sumar, al menos, medio año más a los plazos", señala Alejandra Mora, consultora jefe de Arenhos Advisors.

placeholder Imagen exterior del Wanda Metropolitano.
Imagen exterior del Wanda Metropolitano.

El plan del anillo olímpico junto al estadio Wanda del Atlético de Madrid, el Plan Vive de vivienda en alquiler o la nueva Ley del Suelo son solo tres ejemplos que se ven directamente golpeados por la convulsión política que vive la región, ya que su avance necesita contar con un Gobierno firme, no en funciones. De todos ellos, el más relevante es, probablemente, el Plan Vive, cuya licitación ya está lanzada y al que esta crisis coge en medio de la presentación de ofertas. "Desde la Comunidad de Madrid se nos ha asegurado que sigue para adelante sin ningún problema", afirma Juan Antonio Gómez-Pintado, presidente de Asprima.

Este plan es la gran apuesta de la CAM para construir 15.000 viviendas de alquiler accesible en esta legislatura y otras 10.000 en cuatro años más. La primera de estas licitaciones ya está lanzada, con las primeras 46 parcelas, para construir 6.646 viviendas en 14 municipios, con un coste estimado de la construcción que roza los mil millones y por un periodo de concesión de 50 años. El plazo para presentar ofertas concluye dentro de dos semanas y, a partir de ese momento, los cuerpos técnicos de la Administración cuentan con un plazo de dos meses para elegir al ganador.

Más allá de los retrasos que esto puede generar, el problema es el impacto de la incertidumbre en el sentimiento inversor

Su propuesta, por tanto, debería estar lista para finales de mayo, cuando ya se habrán celebrado los nuevos comicios y, por tanto, la región estará presumiblemente gobernada por un Gobierno en funciones, lo que significa que no se podrá constituir con normalidad la mesa de adjudicación y, por tanto, todo apunta a que el proyecto más relevante en materia de vivienda de la CAM va a verse retrasado en sus plazos por la guerra política.

"Un retraso de un mes, dos o tres no tiene una incidencia tan grave en nuestro negocio, porque estamos hablando de proyectos a largo plazo", relativiza Gómez-Pintado, para quien la situación sería otra si la región se enfrentara a un vuelco electoral, algo 'a priori' nada previsible. "El inversor tiene claro que no va a cambiar el Gobierno y a nivel político no creen que se genere controversia", añade. En cambio, da por descontado que la nueva Ley del Suelo va a quedarse en el cajón de los asuntos pendientes tras la ruptura del Gobierno regional.

Foto: Maqueta definitiva de Operación Chamartín.

A la espera del resultado del próximo 4 de mayo, y de los pactos que pueda necesitar Ayuso para gobernar, si como apuntan todas las apuestas es la clara vencedora de esos comicios, otro problema que puede profundizar en este frenazo y en la inestabilidad tiene que ver con el hecho de que este nuevo Ejecutivo será de corta duración, ya que en 2023 se enfrentará a unos nuevos comicios autonómicos, para los cuales tanto el PSOE como las diferentes marcas surgidas de Podemos están preparando ya sus cartas.

"Para mí, esto sí es preocupante. Más que el aspecto formal de si el Plan Vive se va a tramitar con más o menos retraso, si la mesa de adjudicación se puede ver afectada por nombramientos políticos, etc., lo peligroso es la zozobra constante, que nunca gusta a los inversores", señala Julio Touza, de Touza Arquitectos. Y Madrid no puede permitirse espantar el dinero internacional que con tanta fuerza ha entrado en la región, incluso en medio de la pandemia.

La construcción de edificios es el segundo gran receptor de inversión extranjera en la región

Según el último informe de actividad económica de la Comunidad de Madrid, "la inversión dirigida a la Comunidad de Madrid en el tercer trimestre se ha concentrado especialmente a dos ramas: telecomunicaciones, el principal destino, que representa el 42,2% del total de la Inversión Directa Extranjera (IDE) recibida, seguida de construcción de edificios, que supone el 22,3%".

Suma y sigue, porque en el acumulado hasta septiembre también se encuentran ambos sectores entre los mayores receptores de inversión de la comunidad, con Estados Unidos como principal inversor (54,1% del total), seguido de Reino Unido (21,2%). "Entre los dos concentran más de tres cuartas partes de la IDE en la región, que además resulta, en ambos casos, el principal destino en España de estas ramas", señala el informe.

"Algunos inversores están inmersos en el estudio de interesantes actuaciones de colaboración público-privada en materia de vivienda, colaboración típica en épocas de crisis y escasez de recursos para la construcción de infraestructura de vivienda pública en alquiler y ayuda en la prestación de ciertos servicios públicos. Esto, como si un matrimonio intenta comenzar un negocio importante, con un tercer socio y en medio de un complicado proceso de divorcio. El tercero, como poco, se lo repensará y tendrá que ver algo para confiar en ellos", explica con un clara comparación Alejandra Mora.

placeholder El exvicepresidente de la CAM, Ignacio Aguado y la presidenta Isabel Díaz Ayuso. (EFE)
El exvicepresidente de la CAM, Ignacio Aguado y la presidenta Isabel Díaz Ayuso. (EFE)

Aunque el urbanismo madrileño consiga convencer a ese tercer socio de que el rumbo va a mantenerse tras los comicios de mayo, el urbanismo de toda la región se enfrenta a un frenazo generalizado derivado de las prácticas habituales en la Administración, cuya maquinaria baja el ritmo de manera habitual en los periodos electorales debido a una mezcla de incertidumbre, falta de cabezas y miedo a la toma de decisiones ante lo que pueda venir.

Este frenazo de la maquinaria pública, por ejemplo, puede provocar ahora un nuevo retraso en el siguiente gran hito dentro de la tramitación de la operación Chamartín, que es la firma del convenio, trámite indispensable para que el distrito Castellana Norte pueda comprar a Adif los suelos e iniciar ya, realmente, las obras. Este desarrollo, y los casi 30 años que lleva esperando ver la luz, es el mejor ejemplo de lo que Touza asegura que es normal en el urbanismo, que es "sacar proyectos en transición, que empiezan con un signo político y siguen con otro".

El arquitecto, no obstante, cita un último factor que sí podría provocar un vuelco: la estabilidad dentro del Ayuntamiento de Madrid, donde naranjas y populares comparten Gobierno en medio de la guerra de sus mayores y, a diferencia de lo que ocurría en la comunidad, en buena sintonía. Pero si estas costuras también se rompieran debido a la actual crisis, el golpe para el urbanismo capitalino sería ya de otras dimensiones.

"Con esto se paraliza bastante el urbanismo de Madrid". Esta frase, pronunciada por un alto cargo del Ayuntamiento de Madrid, refleja una consecuencia directa que tiene la actual guerra entre Ciudadanos y PP en la economía de la Comunidad de Madrid, una región considerada por los grandes inversores como un oasis en mitad del desierto, tanto por su defensa de la iniciativa privada como por su política fiscal y su mayor estabilidad gubernamental, pero que ahora es un mar de inestabilidad.

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