Casado confía a García Egea dirigir el cambio de sede: baraja tanto alquilar como vender

La decisión que ha anunciado hoy Pablo Casado de abandonar la histórica sede del Partido Popular en el número 13 de la madrieña calle Génova cierra un debate interno que se inició hace tres años, cuando el líder de los populares ganó las primarias y se puso ya sobre la mesa la idea de que, para romper con el pasado, era necesario cambiar el cuartel general, ya que las obras de estas oficinas están en el epicentro de los escándalos de corrupción que han salpicado al partido.

El encargado de cortar esos lazos será el secretario general, Teodoro García Egea, ya que será él quien llevará personalmente toda la operación, una mudanza que incluye tanto la elección de las nuevas oficinas como la decisión de cuál será el futuro del edificio de Génova 13, movimiento que está llamado a ser una de las operaciones inmobiliarias más importantes de este año 2021.

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La todavía sede de los populares es un inmuebles con 6.811 metros cuadrados sobre rasante, repartidos en nueve plantas, y 3.432 metros cuadros de parking, que suman cuatro pisos subterráneos. El principal valor de este inmueble radica en dónde se encuentra ubicado, a apenas unos metros del cotizado Paseo de la Castellana, en pleno distrito de negocios de la capital.

Por su situación y dimensiones, esta inmueble podría alcanzar los 50 millones de euros si se vendiera como edificio de oficinas y, de hecho, este importe fue en el que se valoró hace tres años, cuando el partido encargó realizar la última tasación conocida por este medio.

En su contra juega que, aunque en 2013 todo el edificio fue reformado, las nuevas exigencias en materia de sostenibilidad y eficiencia energética obligarían al potencial comprado a tener que hacer una nueva intervención que afectaría tanto al interior como, muy probablemente, a la fachada

Con estos condicionantes sobre la mesa, y subrayando también el centenar de plazas de aparcamiento que tiene Génova 13, todo un punto diferencial en la zona, los expertos consultados aseguran que los potenciales compradores podrían pagar entre 6.000 y 7.000 euros por metro cuadrado de oficina y 40.000 euros por plaza de garaje, lo que avala la valoración de 50 millones citada.

A esta cifra, el potencial comprador deberá añadir el importe de las obras de mejora (inversión que en la jerga del sector se conoce como capex) que podría superar los 1.500 euros por metro cuadrado, según señalan diferentes fuentes. Un desembolso adicional que, sin embargo, no resta atractivo al edificio, ya actualmente existe una elevada demanda por activos trofeo como éste y falta de oportunidades en el distrito de negocios.

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Otra alternativa, que el PP lleva un par de años barajando, sería mantener la propiedad del inmueble y sacarlo a alquiler. En esta zona, se están firmando rentas de entre 30-35 euros el metro cuadrado, lo que permitiría a los populares contar con unos ingresos de unos 2,5 millones de euros anuales, mientras que las plazas de aparcamiento podría alquilarse por 200 euros al mes cada una.

Todavía cabría una tercera opción, que sería el cambio de uso a residencial, la posibilidad más arriesgada, pero también la más lucrativa, ya que en esta zona los precios alcanzan los 10.000 euros por metro cuadrado.

Aunque la viabilidad de esta tercera vía dependería mucho del tipo de vivienda que pudiera diseñarse, ya que estos elevados precios se están viendo en pisos de lujo, algunos expertos consultados creen que, por las dimensiones y forma de la sede, las posibles viviendas deberían dirigirse a compradores de alto poder adquisitivo, pero cuya línea roja oscilaría en torno a los 8.000 euros el metro cuadrado.