Vente a España, Wolfgang: el caso Maiborn o cómo deslocalizar desde Alemania es posible
La tecnológica de Múnich monta su primera oficina europea en Valencia para dar servicio por teletrabajo a clientes como BMW o Miele. Clima, salarios y universidades explican la elección
¿Saben eso de que ojalá las grandes compañías tecnológicas elijan España para operar en Europa por su clima, estilo de vida, salarios competitivos…? Pues ya nadie podrá decir que es un falso tópico o una fantasía irrealizable. Al menos, en el caso de Paula Montesa. Esta valenciana de 28 años ha convencido a la compañía en la que trabaja en Múnich, MaibornWolff, de que abra en Valencia una primera oficina europea fuera del país de origen. No con la intención de articular una avanzadilla comercial dedicada a captar clientes españoles, aunque no los rechazarán si llegan, sino con el objetivo de crear un equipo profesional para seguir prestando sus servicios de desarrollo y consultoría informática y tecnológica a sus clientes alemanes desde la ciudad del Mediterráneo gracias al teletrabajo y las nuevas tecnologías.
MaibornWolff es una compañía con 30 años de vida con una importante penetración en Alemania, en el mercado de servicios 'tech' para grandes corporaciones. Con 550 personas en plantilla, presta servicios a gigantes germanos del automóvil como BMW, Volkswagen o Mercedes, y de los electrodomésticos como Miele o BSH. Aunque ubica su sede en Múnich, cuenta con oficinas en varias ciudades del país. "La de Valencia es la primera oficina europea; hay otra en Túnez, que montó un compañero que hizo un planteamiento como el mío, el de externalizar capital humano en otros países. Tenemos un portfolio de proyectos importantes y somos una empresa conocida. No nos cuesta acceder a proyectos, pero sí nos cuesta acceder a la gente porque somos una empresa que busca talento", señala Montesa, que llevaba siete años en Múnich y ahora volverá a su ciudad de origen.
Junto a los dos compañeros con los que ha aterrizado en Valencia, Khaled Labidi y Christina Jöcker, el equipo inicial se ha instalado en un 'coworking' del barrio de Russafa, pero el plan es trasladarse a un emplazamiento más grande en breve plazo, cuando vayan realizándose las contrataciones. "Me gustaría en la Marina, donde se están instalando las empresas de tecnología y más innovadoras. Esperamos ser de aquí a final de año unos 15. Al cabo de cinco años, 50 o 60. Se trata de crecer todo lo que el talento nos permita, pero sin perder la cultura de equipo", detalla a El Confidencial.
Montesa admite que han adaptado las retribuciones salariales al coste de la vida en España y en la Comunidad Valenciana, pero que, aun así, las nóminas se sitúan por encima de la media del sector. MaibornWolff ha iniciado ya el proceso de selección de personal a través de los canales especializados, como el portal de empleo de la Universidad Politécnica de Valencia. Los perfiles requeridos son desarrolladores móviles, ingenieros de 'software' tanto júnior como sénior o expertos en automatizaciones y 'testing'. Montesa explica que está recibiendo muchos currículos, no solo de personas que viven en España o la Comunidad Valenciana, sino de extranjeros dispuestos a cambiar su lugar de residencia. La ciudad tiene un buen cartel. La última encuesta realizada por InterNations, difundida por Bloomberg, señala Valencia como el destino preferido del mundo por los expatriados, con Alicante en segunda posición. Málaga ocupa el sexto puesto.
La pandemia ha acelerado la adaptación al teletrabajo y las empresas de tecnología van a la cabeza en cuanto a la externalización del capital humano. El salario medio de un informático raso en Alemania ronda los 50.000 euros al año. En España, un ingeniero que se estrena en el mercado laboral no rebasa los 22.000 euros. Empresas europeas o norteamericanas han comenzado a buscar personal fuera de sus entornos inmediatos. Eduardo Manchón explicaba en El Confidencial: "Por ahora, en España, solo los aventureros más experimentados y con dominio del inglés se atrevían a optar a ofertas que duplicaban sus salarios. Con la pandemia, todo el sector tecnológico ha pasado a trabajar en remoto y se ha perdido el miedo a teletrabajar. El inglés sigue siendo una barrera, pero caerá más pronto que tarde".
Cultura empresarial interna
El caso de MaibornWolff y Paula Montesa abre una vía combinada: la de una ingeniera industrial española que termina sus estudios y emigra a Alemania en busca de mejores oportunidades; tras impregnarse de la cultura y los objetivos de la empresa, regresa a Valencia y monta una oficina con un equipo para seguir teletrabajando para su compañía. "Quiero intentar traer lo que no tenía cuando terminé la universidad. Cuanto más digital eres, más se facilita todo esto. Es importante seguir teniendo espíritu de equipo, pero también es posible trabajar en remoto".
La responsable de la oficina valenciana señala la calidad de las universidades técnicas y pone en valor, de las tecnológicas alemanas, "una cultura laboral más agradable, flexibilidad interna o formación". "Son cosas que poco a poco van llegando a España", dice.
MaibornWolff es una inversión extranjera para crear una estructura laboral que, a su vez, se enfoca hacia clientes del país de origen
La empresa alemana recibió asesoramiento para su implantación a través de la Dirección General de Internacionalización de la Generalitat, que encabeza Mari Parra. Este departamento asesoró el año pasado, en plena pandemia, 67 iniciativas de inversión en la Comunidad Valenciana. Alemania fue el país emisor con más proyectos de expansión en la autonomía (11), frente a los ocho de Estados Unidos, los tres de la India, China y Países Bajos. MaibornWolff tiene la particularidad de que es una inversión extranjera dirigida a crear una estructura laboral que a su vez enfoca sus esfuerzos hacia clientes del país de origen.
En lo que se refiere a estadísticas que abarcan todo tipo de iniciativas, Madrid concentró el 80% de los recursos en los tres primeros trimestres del año pasado. La Comunidad Valenciana, con 244 millones (1,7% del total), ocupó el cuarto lugar, por detrás de Cataluña (1.685 millones, 11,5% del total) y Andalucía (312 millones, 2,1%).
En Europa, para los flujos internacionales de inversión, se estimaba una corrección de entre un 30 y un 45%, al haber entrado la región en crisis en una situación de mayor fragilidad que otras economías desarrolladas. "Se prevé una caída hasta cotas inferiores a las registradas durante la crisis financiera global, deshaciendo el ya deslucido crecimiento de la inversión durante la última década", señalan los informes de análisis que manejan en Internacionalización.
¿Saben eso de que ojalá las grandes compañías tecnológicas elijan España para operar en Europa por su clima, estilo de vida, salarios competitivos…? Pues ya nadie podrá decir que es un falso tópico o una fantasía irrealizable. Al menos, en el caso de Paula Montesa. Esta valenciana de 28 años ha convencido a la compañía en la que trabaja en Múnich, MaibornWolff, de que abra en Valencia una primera oficina europea fuera del país de origen. No con la intención de articular una avanzadilla comercial dedicada a captar clientes españoles, aunque no los rechazarán si llegan, sino con el objetivo de crear un equipo profesional para seguir prestando sus servicios de desarrollo y consultoría informática y tecnológica a sus clientes alemanes desde la ciudad del Mediterráneo gracias al teletrabajo y las nuevas tecnologías.
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