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Sabadell negociará con el BCE su hoja de ruta para capear la crisis sin fusiones
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ULTIMA SU NUEVO PLAN ESTRATÉGICO

Sabadell negociará con el BCE su hoja de ruta para capear la crisis sin fusiones

La entidad ultima un plan que presentará al mercado en 2021. La idea es desprenderse de activos no estratégicos, incluyendo TSB, y concentrar la operación en empresas

Foto: El presidente de banco sabadell, Josep Oliu. (EFE)
El presidente de banco sabadell, Josep Oliu. (EFE)
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Banco Sabadell seguirá, por ahora, en solitario. La ruptura de negociaciones entre BBVA y la entidad catalana, que ha molestado a instituciones como el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de España o el Ministerio de Economía, ha llevado a su presidente, Josep Oliu, a poner sobre la mesa un nuevo plan para el futuro. Tendrá que ejecutarlo mientras es objeto de un mayor foco del que ya tenían inversores y supervisores. De hecho, fuentes financieras consultadas por este medio señalan que la nueva hoja de ruta está siendo revisada de cerca por el BCE.

La entidad catalana superó el último viernes el primer obstáculo al cerrar la sesión con una cotización superior a la que tenía antes de que se destaparan sus negociaciones con el segundo grupo español. Aun así, el banco catalán cotiza a 0,16 veces el valor en libros, algo por encima del nivel de 0,11 veces al que llegó a caer el 29 de octubre.

El nuevo plan pasa por dar un paso atrás en mercados no estratégicos como TSB, donde empezaron los actuales problemas del banco. Junto a ello, Sabadell va a acelerar el plan de ajustes que anunció en España, que podría afectar a 2.000 empleados. Oliu y su número dos, Jaime Guardiola, quieren sortear la crisis con un grupo con menos frentes a los que atender y más eficiente.

Foto: EC

Por su parte, el brazo supervisor del BCE, liderado por el italiano Andrea Enria, quiere asegurarse la sostenibilidad del banco, cuya fotografía ha mejorado con una ratio de capital (CET1 ‘fully loaded’) en septiembre del 12,9%. De hecho, según estimaciones de Barclays, el exceso de capital respecto al mínimo regulatorio (2.700 millones) es mayor que su capitalización. Aunque la imagen podría empeorar cuando el año que viene, como se espera, aumente la morosidad.

Sabadell es una entidad expuesta al segmento de las pymes en mayor medida que sus competidores. Y este sector es al que se apunta, ante la potencial oleada de impagos a raíz de la crisis que ha provocado el coronavirus. Pero también son clientes más rentables, lo que explica que Sabadell luzca en España el mayor margen de clientes del sector financiero (rendimiento de la cartera menos coste de los depósitos), con un 2,56%.

Este camino es en el que se centrará Banco Sabadell, salvo si surgen operaciones corporativas, algo que no hay que descartar. La entidad ha roto con BBVA, pero no es descartable que puedan volver a sentarse, como han demostrado Unicaja y Liberbank, especialmente si se pone peor de lo esperado el escenario poscovid. El propio BCE podría presionar para ello. Sabadell ya ha tenido, además, conversaciones este año con Kutxabank, como informó este medio.

Foto: Josep Oliu (i), presidente de Banco Sabadell, y Carlos Torres, de BBVA. (Imagen: Laura Martín)

Por ahora, Sabadell luce una ratio de eficiencia en España mejor que sus competidores, pero que se estropea a nivel grupo con su negocio en Reino Unido. Cualquier venta de TSB generará pérdidas, ya que presumiblemente se hará por debajo del valor en libros, nivel al que se adquirió la entidad a Lloyds, por 2.362 millones de euros, para lo que amplió el capital en 1.600 millones. Estas pérdidas contables irían contra resultados, pero el impacto en capital sería positivo si la operación se realiza por al menos 700 millones.

Las pérdidas reducirían el capital, que es el numerador en la ratio, pero también descenderían los activos ponderados por riesgo (APR), que es el denominador. Por lo tanto, las cuentas que manejan en Banco Sabadell, según fuentes del mercado, es que si la operación se realiza a partir de 0,3 veces el valor en libros, habría un impacto positivo en la ratio de capital.

Foto: El presidente de BBVA, Carlos Torres. (EFE)

El grupo cotiza por debajo de 0,2 veces, aunque los analistas creen que la venta de TSB se produciría por encima. En reuniones con ellos, los ejecutivos del Sabadell recuerdan que el escenario ha mejorado para el sector financiero con la victoria de Joe Biden en Estados Unidos, bajo la premisa de que obligará a Reino Unido a un Brexit más suave y coordinado con la Unión Europea. En el caso concreto de TSB, aseguran que tras la inversión y cambios de estos años, ha mejorado el perfil tecnológico y de eficiencia del banco en comparación con sus competidores británicos.

De hecho, varios analistas coinciden en que mejoraría la visión de los accionistas del banco. En realidad, ante el escaso apetito inversor que hay con la banca, los banqueros se están viendo obligados a concentrar sus operaciones en mercados donde prime la eficiencia, razón por la que el mercado premió a BBVA con su venta en Estados Unidos. En este sentido, Sabadell tiene una ratio de costes sobre ingresos del 47% en España, frente al 56% como grupo por el efecto de TSB.

placeholder Oficina de TSB. (Reuters)
Oficina de TSB. (Reuters)

El objetivo de la cúpula del Sabadell, siempre bajo la coordinación y vigilancia en cada paso del BCE, es reducir el coste del capital del banco, que se sitúa por encima del 10%. Esto es, la rentabilidad que exigen los inversores para entrar, y como el retorno sobre fondos propios (ROE) no alcanza el umbral, hay un profundo descuento respecto al valor en libros.

Este descuento se explica en parte por TSB. Un informe de Fidentiis calcula que el banco ha invertido 3.000 millones de euros desde 2015 en su filial británica, que “ha sido una fuente de destrucción de valor”. Las estimaciones de los analistas son que el valor actual de TSB oscila en torno a los 1.000 millones. Si Sabadell se deshace de la entidad a este precio, soportaría pérdidas contra resultados de más de 1.300 millones, pero con impacto positivo en la ratio de capital equivalente a 300 millones, 40 puntos básicos.

Por su parte, Exane da un valor en libros de 0,2 veces, lo que supondría 450 millones, pérdidas contables y una reducción de la ratio de capital de unos 30 puntos básicos. Mientras que Morgan Stanley valora a TSB en 0,5 veces o 950 millones, coincidiendo con Fidentiis.

Foto: El presidente del banco Sabadell, Josep Oliu.

Banco Sabadell también tiene previsto profundizar en ventas de carteras para reducir los activos improductivos que tiene en balance, antes de la nueva ola de morosidad tras el fin de las moratorias o el cierre de empresas que siguen vivas por los créditos con aval público a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO). La ratio de morosidad del banco se situó en el 4,5% en septiembre, empujada hacia arriba también por TSB, ya que en España fue del 3,81%, por debajo de la media del sector.

La ratio de cobertura de dudosos se situó en el 56,2%, y la de activos problemáticos, en el 51,8%. Esto quiere decir que ventas con descuentos mayores a estos niveles supondrían tener que dotar provisiones y encarar pérdidas. Ya en 2018, los resultados del banco y su capital se vieron afectados por la venta de grandes carteras, además de por problemas en la integración tecnológica de TSB.

Aquel año, Sabadell fue el único banco español que redujo su colchón de capital y aumentó sus APR por un cambio de criterio hipotecario en Reino Unido. Desde entonces, la entidad ha estado en el foco del mercado y de los supervisores, y ha realizado ventas para mejorar su perfil de riesgo, como la gestora de fondos a Amundi o la depositaría a BNP Paribas. El banco seguirá este camino, por ahora, en solitario.

Banco Sabadell seguirá, por ahora, en solitario. La ruptura de negociaciones entre BBVA y la entidad catalana, que ha molestado a instituciones como el Banco Central Europeo (BCE), el Banco de España o el Ministerio de Economía, ha llevado a su presidente, Josep Oliu, a poner sobre la mesa un nuevo plan para el futuro. Tendrá que ejecutarlo mientras es objeto de un mayor foco del que ya tenían inversores y supervisores. De hecho, fuentes financieras consultadas por este medio señalan que la nueva hoja de ruta está siendo revisada de cerca por el BCE.

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