Reuniones de urgencia entre 'call centers' y sindicatos por las condiciones laborales
Sindicatos y empresas de ‘call center’ están a la gresca estos días por las medidas de prevención de contagios. Los trabajadores piden evitar el presencialismo
El teletrabajo, acelerado con el estado de alerta, no acaba de llegar al sector de los teleoperadores. La mayoría sigue trabajando de forma presencial y, según denuncian los sindicatos, con distancias exiguas entre puestos de trabajo, sin las medidas suficientes para evitar el riesgo de contagio ante la expansión del Covid-19. En GSS Covisian ha habido un requerimiento de la Inspección de Trabajo para que haya más empleados en remoto, y en Konecta, que trabaja con el teléfono 900102112 de atención al ciudadano en Madrid, CGT llegó a pedir a los empleados paralizar la actividad este miércoles, aunque al final han alcanzado un acuerdo de continuidad extremando la precaución en los puestos de trabajo.
Las empresas del sector coinciden en que se ha reducido la actividad y liberado puestos, ampliando distancias entre trabajadores. Aunque depende del servicio, ya que en algunos ha aumentado la intensidad, en general se esperan recortes. Tras las medidas del Gobierno, las compañías preparan negociaciones exprés con los sindicatos para expendientes de regulación temporal de empleo (ERTE), gestión de vacaciones y cambios organizativos en los centros.
Desde las compañías, aseguran haber tomado medidas de urgencia desde el fin de semana. Incluso ha habido casos en los que sí se ha habilitado el teletrabajo de diversas formas, con trabajadores llevándose los ordenadores a sus casas y técnicos visitándolos para habilitar el trabajo. Pero son una minoría que no llega al 10% de las plantillas, según los sindicatos.
“Hay trabajadores que deberían estar en cuarentena y están en la oficina, donde estamos todos, porque no nos dejan teletrabajar para servicios que no son esenciales. Han cerrado espacios comunes para evitar contagios en ellos, por lo que tenemos que comer en nuestros sitios, que están pegados unos a otros sin la separación que recomiendan en Sanidad, los puestos no se han desinfectado y compartimos hasta los cascos, solo protegiéndonos con almohadillas”, denuncia una trabajadora de Unitono, en el parque empresarial de San Fernando de Henares, donde hay unos 200 empleados de la empresa.
Unitono fue adquirida por el grupo italiano GSS Covisian, que tiene una plantilla de 4.000 empleados en España. Ha tenido seis contagios de coronavirus en Madrid, pero “en línea con las estadísticas normales”, aseguran en la empresa. “Tenemos malestar por estas denuncias, porque desde el primer momento hemos tomado medidas, que de hecho llevamos a cabo antes que nadie, importadas desde Italia, donde está la sede central”, asegura César López, consejero delegado en España. “Tenemos a 1.000 trabajadores en remoto, algunos teletrabajando y otros sin trabajar, para poder respetar el espacio entre puestos, dejando uno libre entre dos ocupados. En nuestro centro de la Albufera [en el distrito madrileño de Vallecas, donde se produjeron los casos con el virus] tenemos solo al 42% en presencial”, defiende el ejecutivo.
La Inspección de Trabajo mandó este lunes un requerimiento a Unitono Servicios Externalizados con varias medidas requeridas: empleo de teletrabajo, “con la presencia física estrictamente necesaria de trabajadores, que deberán seguir en todo momento las pautas marcadas por Sanidad”, cumplimiento de distancia de trabajadores en sus puestos y otras áreas del centro, limpieza y desinfección frecuente de las instalaciones, evitar la concentración de trabajadores presentes en el centro, medidas higiénicas adecuadas en el control de huella digital, señalización de seguridad sobre el riesgo de contagio o puesta a disposición de los trabajadores de equipos de protección individual necesarios.
Los sindicatos han estado en contacto con la Inspección de Trabajo estos días, que admite estar “desbordada” por el aluvión de quejas en distintos sectores, pero que ha prometido llevar a cabo inspecciones estos días en los centros. También llamaron a la policía para acudir a diversos centros. “Estuvo la policía en un centro y pidió comprobar que se estaban tomando las medidas adecuadas, y lo verificaron”, asegura César López.
En un centro de Barcelona, como publicó este lunes El Confidencial, una empleada de 30 años denuncia que trabajan "en una sala ahora mismo donde hay unas 70 personas, a menos de medio metro de distancia cada una, sin ventilación, no ha habido ningún tipo de desinfección de las mesas, los teclados, los baños... Estamos usando los auriculares compartidos con otros compañeros, porque todos estamos a turnos. Y nos dicen que esto es lo que hay, que o trabajamos o no cobramos".
Un sector con 100.000 trabajadores
“Son empresas que no están preparadas para el teletrabajo, y que quieren controlar al empleado en todo momento, por eso no han potenciado la opción”, aseguran desde CCOO. En España hay 100.000 teleoperadores, que en estas semanas de estado de alerta por la pandemia del coronavirus desempeñan funciones en emergencias, sanidad, banca, suministro energético, telecomunicaciones o comercio electrónico. Se han establecido "todos los protocolos necesarios para proteger a todas las personas que desarrollan su trabajo en las empresas de ‘contact center’ aplicando rigurosamente todas las indicaciones realizadas por el Gobierno de España en materia de seguridad e higiene", dice la patronal CEX, presidida por Íñigo Arribalzaga, en un comunicado.
"Estamos recibiendo decenas de llamadas de empleados que denuncian situaciones de alto riesgo por el coronavirus y ningún protocolo. Hemos confirmado, por ejemplo, seis contagios en el centro que la empresa GSS tiene en avenida de Albufera, en Madrid, donde emplea a casi 2.000 personas. Solo en la capital hay ya más de 100 empleados en cuarentena, y subiendo. El sector emplea a más de 100.000 personas, imagina el riesgo de contagio que hay", explica a El Confidencial Santi Alonso, responsable estatal del sector de 'telemarketing' del sindicato CGT, que defiende el cierre temporal de estos centros "salvo para servicios esenciales".
El teletrabajo debe estar autorizado por el cliente final, ya que estas empresas trabajan para dar servicio a eléctricas, teleoperadores o bancos, entre otros. “Estamos en contacto con los clientes y hay predisposición, pero hay que firmar contratos y autorizaciones”, asegura el ejecutivo de GSS Covisian.
Sin embargo, desde los sindicatos dicen que las empresas de ‘call centers’ están respondiendo a los trabajadores que son los clientes los que no permiten el teletrabajo, en muchos casos por la ley de protección de datos, al tener que acceder a servidores con información de clientes de las empresas a las que proveen servicios. En CCOO, recuerdan que también hay casos contrarios. Orange mandó a sus proveedores de ‘call centers’ que sus empleados teletrabajen, por ejemplo, y otras empresas han dado el OK.
Pero no así grandes empresas como Santander, BBVA y otros bancos, critican los sindicatos, hasta el punto de que hay ‘call centers’ como Transcom o Servinform que parte teletrabajan y parte no en función del cliente. “Se están dejando de hacer diversas actividades (como ‘telemarketing’) y dejando solo las críticas”, aseguran fuentes de un banco, que admiten que hay servicios que por información sensible y la ley de protección de datos deben realizarse presencialmente. Aun así, “a las empresas que nos prestan servicios, se les han pasado recomendaciones en línea con las marcadas por las autoridades y nos consta que están llevando a cabo medidas, como la habilitación de espacios alternativos”, añaden desde la entidad.
En general, hay menos actividad, aunque también hay ejemplos de lo contrario. Entre los servicios en los que ha habido un aumento de actividad están los públicos, como el teléfono 900102112 con el que trabaja Konecta, empresa que hace un año vendieron Banco Santander y el fondo PAI Partners a sus fundadores y directivos. “Hemos atendido ya 100.000 llamadas de ciudadanos, el servicio está garantizado”, asegura Ramón Ros, director de desarrollo corporativo de la firma.
Desde los sindicatos, ha habido críticas argumentando falta de medidas en los puestos de trabajo. CGT mandó este martes un comunicado a los trabajadores de Konecta llamando a no acudir a sus puestos el miércoles, y convocó a la Inspección de Trabajo para acudir a uno de los centros. “Tras una videoconferencia con la dirección de la empresa, y al no tomarse las medidas imprescindibles que evitaran riesgos en la salud de la plantilla, la mayoría absoluta del comité de empresa y las secciones sindicales de CGT, USO y SO, junto con la totalidad de los delegados de Prevención de Riesgos Laborales, decidieron paralizar los trabajos”, aseguró. Horas después, hubo acercamientos entre las posturas de la empresa y los sindicatos y, finalmente, acuerdo. “La actividad continuará con mayores medidas de precaución, como metro y medio de distancia entre puestos”, señala Ros.
El ejecutivo explica que hay 2.000 trabajadores del grupo —con unos 15.000 trabajadores— que no estaban trabajando de forma presencial este martes. La cifra se va incrementando conforme avanza la semana. “Hemos hecho esfuerzos para mejorar la higiene pese a la escasez de productos, como por ejemplo mascarillas, y hemos buscado la máxima distancia posible entre trabajadores. Estamos todos en el mismo barco para mejorar las condiciones y pensando también en que siga la actividad tras esta crisis, y los sindicatos han acabado reconociendo los esfuerzos”, expresa el ejecutivo.
El teletrabajo, acelerado con el estado de alerta, no acaba de llegar al sector de los teleoperadores. La mayoría sigue trabajando de forma presencial y, según denuncian los sindicatos, con distancias exiguas entre puestos de trabajo, sin las medidas suficientes para evitar el riesgo de contagio ante la expansión del Covid-19. En GSS Covisian ha habido un requerimiento de la Inspección de Trabajo para que haya más empleados en remoto, y en Konecta, que trabaja con el teléfono 900102112 de atención al ciudadano en Madrid, CGT llegó a pedir a los empleados paralizar la actividad este miércoles, aunque al final han alcanzado un acuerdo de continuidad extremando la precaución en los puestos de trabajo.