Los ERE de la banca elevan un 30% los activos gestionados por trabajador
El banco ya ha iniciado las conversaciones con los sindicatos, que esperan conocer la dimensión del ajuste para junio. Dan por hecho que será de más de 3.000 empleados
La banca profundiza en sus recortes, con el expediente de regulación de empleo (ERE) recién acordado por CaixaBank y el que está en camino de Banco Santander. Estos ajustes han permitido mantener o mejorar los niveles de productividad en España, frente a la incapacidad para aumentar de forma sostenible los ingresos con los tipos al 0% y el euríbor en negativo.
Supervisores, banqueros y analistas coinciden en un consenso sobre que la banca está sobredimensionada, aunque el cierre masivo de sucursales ha reducido la red en un 40% y ha provocado que España deje de ser el país con más oficinas respecto a su población en la Unión Europea. Cuando empezó la crisis, había 10 oficinas por cada 10.000 habitantes, ratio que ha disminuido hasta 5,14, ya por debajo de Francia y Chipre.
El recorte de plantilla supera el 30% en una década, y este año se profundizará con las 2.023 bajas pactadas por CaixaBank y el ERE que negocia ya Banco Santander, que aunque aún no ha puesto encima de la mesa el ajuste que planea, se espera que esté por encima de los 3.000 trabajadores. Las grandes entidades reducen de esta forma su base de costes en los últimos años, aunque han elevado su volumen de activos gestionados.
Con estos ajustes previstos para este año de los dos bancos con mayor volumen de clientes en España —junto a BBVA—, el montante de recursos bajo gestión por cada empleado alcanza los 10,1 millones de euros. La cifra sobrepasa los 10 millones por primera vez, y crece un 30% desde los niveles de 7,5 millones en los albores de la crisis.
Los grandes bancos han incorporado desde el inicio de la crisis financiera otras entidades con las que han incrementado la base de clientes y los recursos gestionados dentro de balance (depósitos y cuentas) y fuera del mismo (fondos, planes y carteras gestionadas), pero han reducido la suma de oficinas y plantillas para aflorar sinergias. Banco Popular, Caixa Catalunya, Unnim, CAM o Banco Mare Nostrum (BMN) son algunas de las entidades que han engrosado el perímetro de los grandes bancos (ver gráfico con las fusiones).
Precisamente, CaixaBank y Banco Santander se convertirán en los bancos que aglutinan más recursos de clientes por empleado. Ya estaban por encima de 10 millones, aunque superarán a Bankia (10,9 millones) al alcanzar los 11 millones por trabajador. Por su parte, Banco Sabadell y BBVA se sitúan por debajo, con 9,4 millones y ocho millones respectivamente.
Bankia ha mantenido su ratio constante en torno a 11 millones desde que salió a bolsa, pero el resto de los cinco mayores bancos españoles ha registrado importantes aumentos. BBVA ha elevado la ratio de 4,9 millones a ocho millones; Sabadell, de 8,7 millones a 9,4 millones; Santander, de 6,5 millones a 11 millones, y CaixaBank, de 8,4 millones a 11,1 millones.
Los supervisores creen que hay margen para una mayor concentración, que serviría para profundizar en esta evolución. “En el actual contexto de bajos tipos de interés, en el que muchos bancos están operando con rentabilidades por debajo de su coste de capital y con estructuras de costes muy pesadas, las fusiones son una alternativa clara para mejorar la rentabilidad y ganar en eficiencia”, señaló Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España (BdE), en una entrevista realizada por la propia institución que se publicó en su memoria anual.
El supervisor ha publicado un estudio realizado por dos de sus economistas, Christian Castro y Jorge E. Galán, que avala esta tesis. El informe (‘Drivers of productivity in the Spanish banking sector: recent evidence’) analiza los causantes de la productividad de todos los factores en la banca y su evolución, y constata que en la década de la burbuja inmobiliaria hubo un crecimiento sostenido, que se redujo con la crisis, especialmente en las entidades más pequeñas. Con el cambio de ciclo de los últimos años, esta variable se está recuperando, aunque principalmente por ganancias en eficiencia vía costes.
Las diferencias en la evolución de la productividad de las entidades se explican por la competencia, los niveles de precios o el coste del capital, según este estudio, que concluye que los resultados “sugieren que, al final de la muestra, existe margen para mejoras en la productividad, principalmente a través del aprovechamiento de economías de escala y de incrementos de la eficiencia en costes”, oportunidades que se ven en mayor medida en los bancos pequeños.
De hecho, las ganancias de productividad después de la crisis vienen explicadas principalmente por las mejoras en eficiencia en el caso de los bancos grandes, pero los de menor tamaño no han tenido este recorrido. En su caso, si han avanzado en productividad es por los márgenes, una vía difícil de aprovechar teniendo en cuenta que la política del Banco Central Europeo (BCE) reduce la rentabilidad del negocio tradicional de captar y prestar dinero.
La banca profundiza en sus recortes, con el expediente de regulación de empleo (ERE) recién acordado por CaixaBank y el que está en camino de Banco Santander. Estos ajustes han permitido mantener o mejorar los niveles de productividad en España, frente a la incapacidad para aumentar de forma sostenible los ingresos con los tipos al 0% y el euríbor en negativo.