Banco de España 'perdona' al inspector que le hizo temblar con los correos de Bankia

El Banco de España anunció este viernes una reorganización de su área de supervisión. Más allá de los grandes titulares, la expectación está en la letra pequeña de dichos cambios, que no fueron anunciados.

La guerra que libran desde hace años el cuerpo de inspectores representado por la Asociación frente a la cúpula hace que mover cualquier ficha en supervisión pueda generar un incendio. Y si hay una pieza que puede hacer saltar por los aires el tablero es José Antonio Casaus, el autor de los polémicos correos de Bankia que generaron una de las mayores crisis del Banco de España.

Fuentes financieras consultadas por este medio señalan que el regulador ha decidido mantener a Casaus como jefe de grupo, aunque pasa de estar en el departamento de entidades significativas a llevar responsabilidades en entidades de menor calado. En los últimos años se había encargado de la supervisión de entidades como BMN e Ibercaja.

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Este movimiento generó división de opiniones en el regulador desde el primer minuto. Hay quien lo ve como un refuerzo, al pasar de tener un papel secundario en la supervisión de las entidades que lleva el BCE a encargarse de la inspección 100% interna: entidades como Sareb y las cooperativas de crédito, que escapan al control de Frankfurt. Y también se interpreta como una patada lateral.

Las mismas fuentes señalan que hay más movimientos de fichas en el Banco de España que no han trascendido, y que pueden generar una nueva crisis dentro del regulador. Aun así, el momento escogido por la cúpula es el más idóneo, dado que la Asociación de Inspectores esté descabezada temporalmente, tras la salida de su presidente.

Los cambios anunciados en el Banco de España han llegado en un momento en el que la Asociación está descabezada

Más allá de este nombramiento, lo más reseñable es el ascenso de Francisco Monzón como director general adjunto, cargo que ya venía ejerciendo de facto desde hace más de un año.

En su llegada al cargo de gobernador, Pablo Hernández de Cos manifestó que una de sus prioridades es firmar la paz con el cuerpo de inspectores. La situación no es sencilla tras años de crisis.

El momento de máxima tensión se vivió en 2016 con el terremoto de los correos del caso Bankia, que dejó temblando al Banco de España. La publicación de estos documentos provocó la imputación en la Audiencia Nacional de varios altos cargos y la antigua cúpula del regulador. A pesar de que la causa fue archivada, los efectos de esta crisis todavía se dejan notar en la institución.

En estos correos, Casaus, el inspector de Bankia en los años de la salida a Bolsa, advertía en ellos del estado preocupante de la entidad con frases como "salen unas cuentas de mierda (perdón por lo de cuenta)". Tras el estallido del caso y la imputación de sus jefes, señaló ante la Audiencia Nacional que todo el mundo sabía "que Bankia estaba muerta". Desde la cúpula se le critica que dijera una cosa en los correos y otra en los informes oficiales. La herida no está cerrada en el Banco de España.