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Trump, Brexit y populismos: ¿cómo influye la inestabilidad política en la economía?
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ESTUDIO DE PIONEER INVESTMENTS

Trump, Brexit y populismos: ¿cómo influye la inestabilidad política en la economía?

"La incertidumbre es la nueva normalidad", dicen todos los mercados financieros. Entonces, ¿cómo podemos adaptarnos a la nueva situación? Aquí van las claves para hacerlo

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El mundo ha cambiado mucho en los últimos años. No es necesariamente más inseguro, pero sí que se ha rodeado un hilo de incertidumbre al que no estábamos acostumbrados en la historia reciente. A día de hoy, los cambios son constantes y más difíciles de prever.

La principal causa de ello son los diversos movimientos geopolíticos que rodean a todo el mundo: la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, el Brexit, el auge de los populismos en toda Europa... La política ha dejado de ser un movimiento estable y previsible en prácticamente todo el planeta.

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Eso no solo afecta a los ciudadanos, sino que también deja su poso en la economía. Sobre todo a nivel de inversiones, donde a menudo nos acercamos al llamado efecto mariposa: un suceso político o social puede acarrear consecuencias a miles de kilómetros.

Tres preguntas que marcan el futuro mundial

La nueva realidad nos marca ineludiblemente un nuevo contexto. Así lo describe el informe 'Geopolitics and investing: the normality of unexpected', elaborado por Pioneer Investments, que analiza las posibilidades de los mercados financieros y pone sobre la mesa las tres preguntas que, de manera inevitable, más atención reclaman de los propios mercados.

1.- ¿Cómo afectará Trump a la economía mundial?

Fue la sorpresa de 2016 y, por tanto, representa la incertidumbre de 2017: ¿de qué manera afectará la presidencia de Donald Trump a los mercados financieros? Para Robert F. Wescott, presidente de Keybridge Research, "dependerá de su posicionamiento político (¿populista o conservador clásico?) y de su estilo de gobierno (¿autoritario o desorganizado?). Si acaba gobernando como un populista autoritario, incluso podría desencadenar guerras comerciales. Pero si es más conservador, le dará prioridad a la reforma fiscal y la reforma de las prestaciones sociales".

En cualquier caso, "el mercado bursátil se ha centrado en los aspectos positivos y los índices han alcanzado valoraciones récord: la capitalización bursátil ha aumentado en cerca de 2,5 billones de dólares desde las elecciones. Según las hipótesis de Modigliani sobre el efecto riqueza, si los precios de las acciones se mantienen en niveles elevados, el consumo podría aumentar en unos 100.000 millones de dólares en 2017".

2.- ¿Es el populismo una amenaza para Europa?

"Los europeos son cada vez más pesimistas sobre el futuro de sus hijos, la inmigración, la diversidad y el futuro de la Unión Europea", asegura Wescott, "y este sentimiento ha favorecido el ascenso de las fuerzas populistas en toda Europa. Vemos muchas similitudes entre la victoria de Trump y el ascenso del populismo de extrema derecha en Europa".

En su opinión, "estas fuerzas populistas, incluso aunque no ganen elecciones, si obtienen una mayor representatividad en los parlamentos empujarán hacia la derecha a los gobiernos de sus respectivos países, dificultarán la aprobación de iniciativas comunitarias y dañarán las perspectivas de un futuro próspero para la Unión Europea".

3.- ¿Será el petróleo la sorpresa positiva del año?

Hay una pregunta que remueve (y removerá) medio mundo este 2017: ¿volverá el precio del petróleo al rango de los 70-80 dólares por barril? Robert F. Wescott no lo cree: "La fracturación hidráulica ('fracking') ha mejorado mucho y la innovación ha permitido que la producción sea más eficiente". Además, "la extracción de petróleo en suelo estadounidense prácticamente no presenta riesgos técnicos ni geopolíticos".

Así pues, cabe esperar que "los precios del crudo se mantengan en el rango de los 45-60 dólares por barril. No volverán a los 80 dólares a menos que se produzca una importante crisis geopolítica mundial".

"La inestabilidad es la nueva normalidad"

En el informe 'Geopolitics and investing: the normality of unexpected', tanto Robert F. Wescott como Matteo Germano, responsable global de la Inversión en Multi-Activos en Pioneer Investments, recurren a un término que define la situación social que actualmente se vive en muchos países: se trata del "nacionalismo nostálgico", esa idea de que el 'tiempo pasado' era mejor que el actual y no volverá.

En esa receta del nacionalismo nostálgico, Wescott incluye tres ingredientes principales: el rechazo de la multiculturalidad, el sentimiento antiglobalización y la seguridad y amenaza terrorista. La combinación de estos tres factores, asegura, "pone nerviosa a mucha gente y ha despertado la nostalgia por el pasado y el anhelo de una mayor gloria nacional".

Así pues, "en muchas economías desarrolladas, estamos asistiendo al ascenso de partidos populistas que capitalizan este nerviosismo y el miedo de la población a la globalización, la multiculturalidad y el terrorismo". Ese nerviosismo, por tanto, no tendría por qué ser una circunstancia tan volátil como nos gustaría: lo cierto es que, a día de hoy, la inestabilidad es la nueva normalidad.

Tres claves para invertir con éxito

Pero no parece que quedarse quietos a perpetuidad sea la mejor opción. Según el informe, conviene aceptar el nuevo ecosistema, adaptarse a él y seguir funcionando e invirtiendo.

Para ello conviene elegir las mejores estrategias de cara a que el movimiento de capitales se haga de manera segura y rentable para el inversor. Matteo Germano lo divide en tres claves.

1.- Analice el país y el activo en el que invierte

Pese a la incertidumbre, "los principales acontecimientos geopolíticos de 2016 (el Brexit, la victoria de Trump, el fracaso del TPP y el golpe de Estado en Turquía) no tuvieron un impacto significativo en los mercados financieros. Esta desconexión entre la incertidumbre en política económica y los indicadores tradicionales de riesgo financiero (como la volatilidad) no es nueva".

En cualquier caso, "si los riesgos de cola se convierten en la nueva norma, la construcción de las carteras debería centrarse en la gestión de las pérdidas mediante la cobertura de escenarios alternativos. Creo que el oro seguirá siendo un activo en el que refugiarse del riesgo geopolítico y los potenciales episodios de volatilidad, pero también las divisas como el dólar estadounidense o el franco suizo pueden proporcionar cobertura frente a los riesgos de cola. El franco suizo, por ejemplo, experimentó un 'rally' en 2016 ante la posible incertidumbre relacionada con el referéndum británico".

2.- No huya del riesgo; enfréntese a él

Para Matteo Germano, "los acontecimientos geopolíticos también generan oportunidades para los inversores. Los mercados financieros suelen anticiparse al posible resultado de los acontecimientos políticos, lo que con frecuencia crea ineficiencias que pueden ofrecer oportunidades tácticas. Los acontecimientos geopolíticos son uno de los principales motores de las dinámicas de los tipos de cambio, por lo que las divisas representan una herramienta valiosa para aprovechar las oportunidades tácticas en un mercado muy líquido".

Hay varios ejemplos de ello: "En el referéndum británico, el impacto de la votación se saldó con el desplome de la libra esterlina a medida que se fue conociendo el resultado. Otro ejemplo sería la victoria electoral de Trump, que provocó importantes movimientos de divisas, sobre todo entre las divisas de mercados emergentes".

Así pues, tanto en los mercados emergentes como en los desarrollados, cada acción "puede registrar distintos niveles de exposición a la globalización. Por eso las tendencias geopolíticas están ganando importancia en la selección de valores de mercados desarrollados, lo que crea oportunidades para los gestores activos capaces de identificar cómo afectarán estas cuestiones a los futuros ganadores y perdedores".

3.- Espere lo mejor... pero prepárese para lo peor

Si los riesgos se están convirtiendo en la nueva norma, "los inversores deberían intentar explotar todas las oportunidades que ofrece el mercado, limitando a su vez las pérdidas asociadas al impacto de los posibles riesgos de cola".

Pero, ¿cómo se hace eso? "Los inversores deben evaluar el escenario económico principal e integrarlo en los temas de inversión macro. El 'stock picking' y las oportunidades tácticas pueden generar ideas de inversión adicionales que presenten una baja correlación con los temas macro y que por lo tanto contribuyan a la diversificación".

¿Y si algo sale mal? "Los inversores también deberían preparase para lo peor. Es importante estimar el posible impacto mediante la realización de pruebas de estrés". Además, "la diversificación entre múltiples estrategias, tanto 'top-down' (macro y satélite) como 'bottom-up' (estrategias de selección), combinada con estrategias de cobertura que limiten las caídas asociadas a los riesgos de cola, son los ingredientes básicos para construir carteras resistentes en un mundo en el que lo inesperado se está convirtiendo en la norma".

El mundo ha cambiado mucho en los últimos años. No es necesariamente más inseguro, pero sí que se ha rodeado un hilo de incertidumbre al que no estábamos acostumbrados en la historia reciente. A día de hoy, los cambios son constantes y más difíciles de prever.

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