Ana Botín abre la puerta a que el Santander venda productos de otros bancos en el futuro

Se repite cada primera o segunda semana de junio. Banco Santander aprovecha que el calendario llega a esas fechas para celebrar su 'Semana Somos Santander', en la que los empleados de la entidad participan en distintos eventos e iniciativas que son programados para 'hacer equipo'. La de 2016 se está desarrollando estos días, y dentro de las actividades programadas, los empleados que se inscribieron por correo electrónico pudieron asistir en la mañana de ayer a una reunión con la presidenta del banco, Ana Botín, en el aula magna del complejo El Solaruco, ubicado en la Ciudad Financiera de Boadilla del Monte.

Entre la conversación y las preguntas no faltaron las referencias a los tipos negativos, la baja rentabilidad de la banca, las fusiones y, por supuesto, la transformación digital que está encarando el sector bancario, de la que el Santander no es ajeno. En una de las preguntas que recibió sobre este tema, Botín fue cuestionada acerca de si, como hacen otras compañías tecnológicas como Amazon, el Santander ofrecerá en el futuro productos de otras entidades. Es decir, si se convertirá en un supermercado bancario, con productos no solo del banco cántabro, sino también de otras entidades. Según cuentan fuentes presentes en el encuentro, Ana Botín reflexionó acerca de esta opción y abrió la puerta a la posibilidad de que el Santander sea en el futuro una "plataforma abierta que pueda vender productos de terceros".

El Santander se suma así a un debate cada vez más presente en el sector, consistente en la posibilidad de implantar una auténtica arquitectura abierta en los productos bancarios, más allá de la que se ofrece ahora en segmentos como los fondos de inversión. Esta reflexión obedece a una visión en que las entidades pasan a actuar más como plataformas de servicios financieros que como marcas exclusivamente dedicadas a fabricar y comercializar sus propios productos.

Con respecto a las denominadas 'fintech', etiqueta que acoge a las iniciativas tecnológicas surgidas dentro del mundo financiero, opinó que la mayoría se quedarán por el camino. Y se mostró convencida de que la auténtica competencia para la banca provendrá de las grandes compañías tecnológicas, como Amazon o Facebook.

El reconocimiento del mercado

La presidenta del Santander, que según los asistentes se mostró más cercana y relajada que en otras ocasiones, no perdió la oportunidad para agradecer el esfuerzo de sus empleados y reconocerles la buena marcha del banco en un contexto difícil, por la presión que los bajos tipos de interés ejercen sobre los márgenes bancarios. En este sentido, no ocultó que es el momento de que el mercado lo reconozca con una cotización más alta, y se mostró convencida de que será así. "Se logrará si seguimos cumpliendo cada trimestre", aseguró.

En lo que va de año, los títulos del Santander acumulan un descenso del 9%, hasta los 4,14 euros. Esta cotización conduce a una capitalización de 59.800 millones de euros, equivalentes a 0,7 veces su valor en libros. Aunque con esta capitalización se impone al galo BNP Paribas como el banco de la zona euro con mayor valor bursátil, Botín aspira a recuperar el terreno perdido en los últimos meses.

"Que se fusionen otros"

Precisamente por la dificultad que entraña el momento actual para hacer banca, Botín puso el acento en los costes. Con los tipos oficiales al 0% y el margen sobre clientes inferior a los 200 puntos básicos, enfatizó que "hay que trabajar sobre los costes".

Sobre la posibilidad de participar en la nueva ronda de consolidación que se espera en la banca española, la presidenta del Santander dio la prioridad a otras entidades. Matizó que las fusiones no suelen traer consigo concentración de ingresos, sino que estos merman. "Sabemos que siempre se pierden ingresos", llegó a decir a partir de la experiencia adquirida por el banco, siempre según fuentes asistentes a la reunión. "Ya somos suficientemente grandes, que se fusionen otros", remató.

Con respecto al Centro Corporativo, que ha sido uno de los afectados por la reducción de plantilla realizada este año por la entidad, resaltó que la clave reside en "aportar valor". Para ello, no debe funcionar como un centro ajeno que impone, sino como un elemento vertebrador que incrementa el valor de todas las partes que componen el grupo.