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El Corte Inglés divide en Batman y Robin todo su gran plan de saneamiento financiero
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saldrán al mercado en dos meses

El Corte Inglés divide en Batman y Robin todo su gran plan de saneamiento financiero

El grupo está trabajando en dos operaciones paralelas para poner en valor todo su potencial: Batman es la venta de activos y Robin, toda la estrategia de emisiones nuevas

Foto: Exterior de uno de los centros comerciales El Corte Inglés.
Exterior de uno de los centros comerciales El Corte Inglés.

No una, sino dos son las operaciones en que está trabajando activamente El Corte Inglés para poner en valor todo su potencial inmobiliario y mantener la velocidad de crucero que históricamente ha caracterizado a esta compañía. Se trata de Batman y Robin, los inseparables superhéroes con los que Morgan Stanley, coordinador de todo el proceso, ha decidido bautizar en su documentación interna a estas operaciones, ya que son las dos caras de una misma moneda.

El plan en el que está inmerso el grupo presidido por Dimas Gimeno consiste en dar un giro a su política de gestión financiera, dirigido a desligarse de la financiación bancaria tradicional y apostar por las emisiones de deuda, con la idea de alcanzar un equilibrio entre las dos. Para llegar a este destino, el grupo está identificando una cartera de activos inmobiliarios no estratétigos, que componen la operación Batman, que prevé sacar al mercado antes de verano, aunque todavía la fecha no está fijada, según afirman fuentes del mercado.

Con los 1.000 millones que aspira lograr con estas desinversiones, El Corte Inglés activará a Robin, operación dirigida a ir amortizando proporcionalmente deuda bancaria y poner en marcha un calendario de emisiones de deuda, que le permitirá conseguir su objetivo de diversificar las vías de financiación y aprovechar el dulce momento que se abre para las compañías en este tipo de mercados, gracias al entorno de bajos tipos de interés actual.

placeholder Dimas Gimeno Álvarez, presidente de El Corte Inglés.
Dimas Gimeno Álvarez, presidente de El Corte Inglés.

Toda esta operativa se suma al importante balón de oxígeno que ya logró el pasado verano con la venta de su autocartera al inversor catarí H. E. Sheikh Hamad bin Jassim bin Jaber al Thani por 1.000 millones de euros, importe destinado en su totalidad a reducir los 4.954 millones de compromisos financieros con que concluyó el pasado ejercicio.

Entre esta desinversión y las ventas inmobiliarias, El Corte Inglés aspira a rebajar su números rojos hasta el entorno de los 2.000 millones este mismo año y, así, empezar a acomodar su ratio de apalancamiento a los niveles exigidos para las empresas cotizadas.

Partiendo de la base de que la compañía se ha comprometido con su nuevo inversor a crecimientos del ebitda del 12%, si cumple esta premisa y eleva su beneficio bruto operativo hasta los 925 millones, y rebaja la deuda en otros 1.000 millones con las ventas inmobiliarias, su nuevo ratio se situará en poco más de dos veces, frente a las casi seis veces con que cerró el último ejercicio 2014/15 (sus cuentas van de febrero a febrero), cuando tuvo un ebitda de 826,39 millones y unos compromisos financieros de 4.954 millones.

Las ventas arrancarán en dos meses

El calendario con el que está trabajando El Corte Inglés contempla abrir oficialmente el proceso de desinversiones inmobiliarias en dos meses y tratar de cerrar su actual ejercicio con el plan de ventas completado. Esto dará alas al grupo para lanzar nuevas emisiones y avanzar por una senda en la que ya se estrenó a principios de 2015, cuando lanzó una emisión de bonos por 500 millones en la Bolsa de Irlanda, que terminó elevando hasta 600 millones gracias a la buena aceptación de los inversores.

Casi un año después, en diciembre de 2015, la compañía volvió a sorprender al mercado con su primera colocación en España. En esta ocasión se trató del Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF), donde registró un programa de pagarés, títulos de renta fija a corto plazo, por importe de 300 millones de euros.

Entre los activos seleccionados por el grupo para optimizar su cartera inmobiliaria, destaca una cartera logística compuesta por 500.000 metros cuadrados de terrenos y naves. Como adelantó El Confidencial el pasado diciembre, El Corte Inglés prevé obtener con estos activos, cuya joya de la corona son todas las instalaciones ubicadas alrededor de su gran centro de Valdemoro, unos 500 millones de euros.

placeholder Parque Logístico de El Corte Inglés.
Parque Logístico de El Corte Inglés.

Además, la compañía está terminando de identificar un amplio abanico de locales comerciales y supermercados que también prevé vender. Los primeros se sitúan cerca de otros grandes centros del grupo, lo que ha llevado al equipo de Dimas Gimeno a apostar por una mayor eficiencia de sus establecimientos, frente a la anterior estrategia de la mancha de aceite, lo que se traducirá en la salida de medio centenar de localizaciones del perímetro del grupo.

Además, muchos de estos locales se encuentran en las principales calles comerciales de las grandes capitales españolas, algo difícil de encontrar en el mercado, sobre todo en provincias, y un tipo de activo especialmente apetitoso en el momento actual, ya que la recuperación del consumo ha disparado el interés por los locales comerciales de las principales arterias del país, como demuestra el dato de que el 36% de todo el volumen de inversión en el primer trimestre de este ejercicio se haya concentrado en el sector 'retail', según un informe de Cushman & Wakefield.

El objetivo de El Corte Inglés es equilibrar la deuda bancaria y las emisiones de deuda, para contar con una estructura financiera más diversificada y cómoda

Respecto a los supermercados, El Corte Inglés prevé vender más de un centenar y seguir la estela de otros competidores, como Eroski, que han recurrido a la venta de grandes paquetes para reequilibrar sus finanzas. De hecho, la cadena vasca ha protagonizado la operación más importante de este arranque de año, con la venta de un portfolio de 11 centros a Invesco por 358 millones de euros

En cambio, en los planes iniciales del gigante de la distribución no entra desprenderse de sus clásicos centros comerciales, aunque fuentes del mercado apuntan a que podría darse alguna operación puntual en algún activo no estratégico y donde las ventas estén situándose por debajo de los cánones exigidos por el grupo.

No una, sino dos son las operaciones en que está trabajando activamente El Corte Inglés para poner en valor todo su potencial inmobiliario y mantener la velocidad de crucero que históricamente ha caracterizado a esta compañía. Se trata de Batman y Robin, los inseparables superhéroes con los que Morgan Stanley, coordinador de todo el proceso, ha decidido bautizar en su documentación interna a estas operaciones, ya que son las dos caras de una misma moneda.

Finanzas Dimas Gimeno
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