Escotet ve hundirse el beneficio de Abanca un 95% sin extras contables
Tras los estratosféricos resultados de 2014, inflados por extraordinarios puramente contables, Abanca volvió a la realidad en 2015 con una caída del beneficio del 95%
Abanca -la antigua Novagalicia- ha presentado un desplome del 94,78% de su beneficio consolidado en 2015 frente al de 2014, hasta 143,43 millones (resultado atribuido a la entidad dominante), según las cifras publicadas este martes por la CECA. Este hundimiento responde a que ya no existen los epígrafes puramente contables que llevaron a la entidad propiedad de Juan Carlos Escotet a dar un beneficio mayor que el de BBVA en 2014 -2.751 millones-, que además envió a la Autoridad Bancaria Europea para su examen anual.
Estos extraordinarios eran, básicamente, el fondo de comercio negativo ('badwill') generado al adquirir las antiguas cajas gallegas al FROB muy por debajo de su valor razonable, y los créditos fiscales (DTA) derivados de las pérdidas de años anteriores y que activó como ganancias el año pasado. Desparecidos estos conceptos, el resultado responde a la dura realidad de la banca en España, donde todas las antiguas cajas han presentado unos malos resultados por culpa del entorno de tipos de interés en mínimos, la caída del crédito y el fin de la operativa con deuda pública.
Pero es que las cuentas de Abanca son peores que las del resto del sector, debido a la pobre marcha de su negocio. Para analizarlo hay que irse a las cuentas individuales, dado que las consolidadas no son comparables con las de 2014 porque Escotet reorganizó el año pasado la estructura del llamado Abanca Holding Hispania (antes Banesco Holding), dentro del cual el único activo es Abanca Corporación Bancaria (nombre oficial de la entidad).
Dichos resultados individuales muestran un hundimiento del 30,81% del margen de intereses -el que mide el negocio básico bancario-, hasta 385,96 millones. De esta forma, se acelera al cierre del ejercicio la bajada que acumulaba hasta septiembre, del 28%. Más aún: la entidad gallega no es capaz de compensar el deterioro de márgenes con el crecimiento de comisiones por la venta de productos como fondos de inversión, planes de pensiones o seguros, sino que estas bajan un 9%.
Los gastos suben en contra del sector
Lo mismo ocurre con los resultados de operaciones financieras (los obtenidos operando en los mercados), que caen el 24,28%, hasta 320,34 millones por el fin de las reservas de deuda pública compradas en la época del rescate, con la prima de riesgo a 600 puntos, y que la banca ha vendido en los últimos años con pingües beneficios gracias a la caída del diferencial con Alemania. De esta forma, el margen bruto se queda en 867,46 millones, lo que supone un descenso del 26,68%.
También sorprende que, en un entorno de reducción generalizada de costes (este martes, Ceiss anunciaba hasta 1.120 despidos y BBVA admitía que puede cerrar 2.800 oficinas a largo plazo), los gastos de Abanca suban el 9,83%, hasta 490,97 millones. Asimismo, las provisiones por la morosidad y las pérdidas en participadas también se disparan, después de que en 2014 el banco las redujera a la mínima expresión (incluso liberó provisiones para apuntárselas como beneficio en algún trimestre). Así, crecen el 514,6%, hasta 294,49 millones, mientras el resto de la banca las ha reducido.
La fuerte caída de márgenes y de la operativa con deuda pública se suma a un incremento de provisiones después de apenas dotar en 2014
De esta forma, el resultado de la actividad de explotación se desploma el 92,55% hasta 56,69 millones. A partir de ahí, la cuenta de resultados se complica con nuevas 'excepciones' contables. Así, en vez de pérdidas por deterioro del "resto de activos" (que es lo normal en el sector), se apunta un beneficio de nada menos que 293,92 millones en este epígrafe. Esto implica que tenía algún activo valorado en niveles muy bajos que ahora ha retasado al alza. Y gana otros 93,11 millones por "la baja de activos no clasificados como no corrientes en venta". Es imposible saber cuáles son unos y otros activos, dado que Abanca no ha publicado aún su memoria anual y que un portavoz no respondió a las preguntas de El Confidencial.
Abanca empieza a pagar impuestos
Gracias a estas ganancias, el resultado antes de impuestos reduce su caída hasta el 40,28%, hasta 448,98 millones. Otra gran noticia es que Abanca por fin paga impuestos: 130,15 millones, frente a los 446,8 millones que cobró de la Hacienda pública el año pasado por la activación de créditos fiscales. Con ello, el resultado neto en base individual se queda en 318,82 millones, el 73,4% menos que en 2014.
Con el fin de los extraordinarios contables -el FROB no permite a Escotet pagarse dividendo hasta que no abone un porcentaje mayor de los 1.003 millones que debe pagar por Novagalicia-, Abanca pasa de ser la antigua caja con mayores beneficios a la cuarta, por detrás de BFA-Bankia, Caixa, Kutxabank y Unicaja. Además, es la que sufre una mayor caída del beneficio, ya que, entre los grandes del sector, el resultado de BMN ha bajado el 36,76%, el de Ibercaja, el 44,16% y el de Unicaja, el 60,31%. El resto de las entidades significativas lograron crecimientos de resultados en 2015, según la CECA.
Abanca -la antigua Novagalicia- ha presentado un desplome del 94,78% de su beneficio consolidado en 2015 frente al de 2014, hasta 143,43 millones (resultado atribuido a la entidad dominante), según las cifras publicadas este martes por la CECA. Este hundimiento responde a que ya no existen los epígrafes puramente contables que llevaron a la entidad propiedad de Juan Carlos Escotet a dar un beneficio mayor que el de BBVA en 2014 -2.751 millones-, que además envió a la Autoridad Bancaria Europea para su examen anual.