La baja fidelidad de los votantes de UP abre la puerta a una fuga hacia Sánchez y Errejón
El 59,3% de los electores que declaran haber apostado por Iglesias en abril volvía a meter en la urna la papeleta morada, pero otro 6,1% se iría al PSOE. El estudio no incluye a Más País
El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de septiembre de 2019 nace ya desfasado porque no incorpora, lógicamente, al partido de Íñigo Errejón, Más País, lanzado a la carrera de las generales ayer mismo. Pero sí emite señales de que podría recibir votos de Unidas Podemos, su antiguo grupo, dada la baja fidelidad de sus votantes a Pablo Iglesias. Y que este retenga a menos del 60% de sus electores de abril también podría beneficiar a Pedro Sánchez.
El instituto público, presidido por una figura tan controvertida como la de José Félix Tezanos, publicó este jueves su encuesta de opinión de septiembre, en la que retornó a la 'cocina', después de prácticamente abominar de ella, para volcar una estimación de voto. El nuevo cambio de metodología hace mucho más complicado establecer comparaciones en este punto con estudios anteriores. El CIS atribuye al PSOE en septiembre un 34,2% de las papeletas, frente al 41,3% de la encuesta de julio (que solo reflejaba intención directa), por el 17,1% que asigna al PP, el 15,5% que otorga a Unidas Podemos (desglosada en Podemos, En Comú Podem e IU) y el 12,9% a Ciudadanos. Lo que sí es más fácilmente comparable es la intención directa, la declarada por los entrevistados. El PSOE sería votado por el 27% de los sondeados, por el 30,5% que declaraba hacerlo en julio. El PP tenía una intención directa del 10,1%, y ahora es del 10,2%; Unidas Podemos iba a ser votada en el verano por el 9,6% y en septiembre, por el 10,7%. La intención directa a Cs era del 9,1% y ahora es del 7,9%.
El barómetro, y esto es un dato relevante, fue realizado a partir de 5.906 entrevistas entre el 1 y el 18 de septiembre, por lo que sí recoge ya el fracaso de las negociaciones entre socialistas y morados. En concreto, el Rey concluyó el pasado día 17 su ronda de contactos sin proponer ningún candidato a la vista de que Sánchez no contaba con los votos suficientes en el Congreso.
El PSOE retendría al 76,1% de sus electores y es ahora mismo la formación que más fidelidad de voto tiene, aunque baja respecto a julio
Para estudiar las fugas de electores de unos partidos a otros hay que acudir al cruce por recuerdo de voto [aquí en PDF]. El PSOE retendría al 76,1% de sus electores y es ahora mismo la formación que más fidelidad de voto tiene. Apenas un 0,9% marcharía al PP, otro 1,3% se le escapa a Cs y otro 2,5% asegura que se iría a Podemos y otro 1% a IU —una desagregación, por cierto, incomprensible, puesto que Podemos e IU concurrieron y concurrirán bajo la marca de Unidas Podemos—. Pero los números son preocupantes para Ferraz, puesto que en julio era del 85,1%.
Voto más simpatía
El panorama es muy distinto si se observa el comportamiento de los encuestados que recuerdan haber apostado por Iglesias en las generales del 28 de abril. Un 59,3% mantendría su voto a Podemos, pero un 6,1% asegura que ahora votaría al PSOE y un 16,1% se quedaría con IU. Si se suma, no obstante, el 59,3% de los que se mantendrían aferrados a las siglas de Iglesias y el 16,1% que se iría a IU, se alcanzaría un porcentaje del 75,4%.
En las derechas, la formación política fuerte es el PP, que amarra al 72,6% de los suyos. Perdería un 3,9% hacia Cs y un 1,2% hacia el PSOE. Ciudadanos tiene fidelizado al 58,6% de sus parroquianos, pero otro 5% fluiría hacia el PSOE y un 5,9% hacia el PP. El partido de Albert Rivera sufre, por tanto, fugas muy importantes, al igual que Iglesias.
Un 59,3% mantendría su voto a Podemos, pero un 6,1% asegura que ahora votaría al PSOE y un 16,1% se quedaría con IU, que concurre con Iglesias
La otra forma de medir la fidelidad a las distintas fuerzas políticas es atender a la intención de voto directa y simpatía (pregunta 26a), un parámetro que es más utilizado por los partidos porque recoge tanto a aquellos encuestados que manifiestan su voto de manera clara y los que no lo confiesan pero sí dicen a quién se sienten más cercanos y, por tanto, son susceptibles de apostar por unas siglas. Así, el 82,9% de los que recuerdan haber elegido al PSOE se quedarían con Sánchez (era un 90% en julio). El PP fideliza al 80,6%. Unidas Podemos retiene al 62,8%: otro 7,1% se escaparía hacia el PSOE y un 18,3%, a IU. Y finalmente Ciudadanos amarraría al 62,8%, aunque perdería un 7,3% hacia el PSOE y otro 7,5% hacia el PP.
En el espectro de la izquierda, en cualquier caso, se observan fluctuaciones importantes en este barómetro previo a la convocatoria electoral del 10-N. En primer término, que en el bloque, el partido que más tiene fidelizados a los suyos es el PSOE. Sánchez mantiene a su parroquia y además podría recibir un caudal de votos tanto de Ciudadanos como de Unidas Podemos. Ese es, precisamente, el objetivo del presidente: retener a sus electores de abril, arañar papeletas de aquellos que apostaron por Iglesias y, sobre todo, crecer hacia el centro, pugnando por los electores desencantados con Cs. Este estudio del CIS avala esa hipótesis, dada la debilidad de los nuevos partidos.
Reparto de responsabilidades del fracaso
Unidas Podemos tiene algunos problemas más para atar a sus electores, lo que permite constatar que parte de ellos marcharán hacia el PSOE —datos que aporta la encuesta— e incluso hacia Más País, la fuerza más próxima ideológicamente y que formalmente es una escisión suya.
La encuesta también pregunta por la investidura fallida de julio. El 27,7% cree que el líder político que hizo más esfuerzos para formar Gobierno fue Sánchez, por un 17,9% que estima que puso más de su parte Iglesias. Hay, pues, reparto de responsabilidades, aunque en el pulso entre las dos izquierdas sale beneficiado el presidente en funciones.
El 54,2% de los electores del PSOE cree que Sánchez se esforzó más para que hubiera Gobierno, pero otro 11,5% cree que se empeñó más Iglesias
Por graneros electorales, las respuestas también son concluyentes. El 54,2% de los que recuerda haber votado al PSOE el 28-A señala que se empeñó más Sánchez para que hubiera un nuevo Ejecutivo, pero un significativo 11,5% entiende que fue el jefe de UP el que más se esforzó. Cuando se pregunta a los electores de la formación morada, sucede lo mismo, solo que a la inversa: el 55,1% sostiene que Iglesias puso más de su parte, pero otro 11,9% cree que el presidente se afanó más en que la investidura prosperara.
El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de septiembre de 2019 nace ya desfasado porque no incorpora, lógicamente, al partido de Íñigo Errejón, Más País, lanzado a la carrera de las generales ayer mismo. Pero sí emite señales de que podría recibir votos de Unidas Podemos, su antiguo grupo, dada la baja fidelidad de sus votantes a Pablo Iglesias. Y que este retenga a menos del 60% de sus electores de abril también podría beneficiar a Pedro Sánchez.