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Guerra no tiene actos en Sevilla: el hueco del gran clásico en los mítines del PSOE
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AUSENCIA EL 20-D DE UNO DE LOS MITOS DEL SOCIALISMO

Guerra no tiene actos en Sevilla: el hueco del gran clásico en los mítines del PSOE

Tras encabezar la lista durante 37 años, el exvicepresidente del Gobierno se cae de la programación de su provincia, que sí tendrá a Felipe González para cerrar la campaña. Guerra sí mitineará en Asturias

Foto: Pedro Sánchez conversa con Alfonso Guerra durante su pleno de despedida como diputado en el Congreso, el 18 de diciembre de 2014. (EFE)
Pedro Sánchez conversa con Alfonso Guerra durante su pleno de despedida como diputado en el Congreso, el 18 de diciembre de 2014. (EFE)

Ni Alfonso Guerra ni velódromo de Dos Hermanas. Se acabaron los clásicos. El último gran acto que el PSOE andaluz celebró en el recinto de esa ciudad, lugar fetiche del socialismo que después se apoderó el PP y en las últimas andaluzas Pablo Iglesias y Podemos, se remonta a la campaña de las generales de 2011. Un total de 30.000 personas rugieron aquel día en un acto que, según confesaron después sus propios organizadores, costó la friolera de 600.000 euros. Felipe González y Alfonso Guerra volvieron a mitinear juntos después de 15 años. Susana Díaz, entonces secretaria de Organización del PSOE andaluz, tuvo su minuto de gloria entre tantas estrellas del firmamento socialista. “Es muy difícil cantar después de Camarón”, proclamó Alfredo Pérez Rubalcaba cuando tomó la palabra. “Los Beatles, los insustituibles”, dijo entonces del tándem político más brillante del socialismo español.

Ha llovido mucho desde entonces. Tanto que en esta campaña de las generales en Andalucía no hay, de momento, ni un solo acto programado para quien fue número uno al Congreso por Sevilla desde 1977. Y eso que los socialistas sevillanos tienen en marcha una de las campañas más intensas que se recuerdan, con casi un millar de actos programados en mes y medio. Si quiere participar, tendrá las puertas abiertas, informan desde el equipo de campaña. Pero invitado, de momento, no ha sido. Ahora toca consolidar a otro rostro desconocido y que tiene poco que ver con el nervio y la garra que Guerra ha utilizado para cautivar a los militantes. Antonio Pradas, el sustituto en los carteles del histórico socialista, miembro de la ejecutiva federal de Pedro Sánchez, leal sin titubeos a Susana Díaz, era un gran desconocido hasta que fue designado para esta plaza. Su principal cargo público, al margen de lo orgánico, ha sido el de alcalde de El Rubio, 3.520 habitantes. Lleva semanas recorriendo la provincia, siempre arropado de la secretaria general del PSOE sevillano, Verónica Pérez, la mujer de más confianza de la presidenta.

El mitinero más celebrado

Alfonso Guerra se despidió oficialmente del hemiciclo el pasado enero después de 37 años ocupando escaño. El PSOE de Sevilla jamás osó pedirle el relevo. Con él como cabeza de cartel los socialistas sevillanos se han apuntado siempre la victoria. En 2011 fue la única provincia andaluza que permaneció en rojo en el mapa.

El equipo de campaña de Sevilla no ha invitado al ex dos de González, pero tiene las puertas abiertas. Toca consolidar a su sustituto, Antonio Pradas

Para cualquier socialista, oír a Guerra en un mitin era algo vibrante. Con él, la gente pasaba de la risa al llanto emocionado en un santiamén. Se esperaba con ansias su frase mítica, esa que terminaba de encender al auditorio: “Ya sabéis mi definición de socialismo. Para mi el socialismo es que nadie tenga tanto como para poder poner de rodillas a nadie y que nadie tenga tan poco como para verse obligado a ponerse de rodillas delante de nadie” y el público lo coreaba como se cantan los estribillos de los conciertos multitudinarios. Con un lenguaje corporal agresivo, maestro de la metáfora visual, de la anécdota y la caricatura para describir a sus adversarios, faltón e irreverente, lograba año tras año meterse al público en el bolsillo. “Amarga la verdad en la boca”, decía, y soltaba lo que todos los militantes querían oír y nadie se atrevía a decir. Era siempre una mina de titulares y cortes de radio y televisión.

Su papel de revulsivo, de catalizador del orgullo socialista, que quizás ahora haga más falta que nunca a juzgar por los desastrosos resultados que pronostican el CIS, no tendrá hueco en una campaña andaluza diseñada con Susana Díaz como protagonista y destinada, según la versión oficial, a llevar a Pedro Sánchez a La Moncloa. ¿Por qué? Eso no se sabe a ciencia cierta. Porque su etapa pasó. Porque está de retirada. Porque no hay que eclipsar a un Antonio Pradas, que ya tiene dificultades para ocupar un hueco enorme. Quizás porque él no entra en el grupo de rendidos admiradores de Susana Díaz, como Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero. Porque Guerra no lo ha pedido. Y porque nadie en la cúpula del PSOE sevillano se lo ha ofrecido. “Todo está abierto. Si quiere, estará”, apuntan cuando se pregunta.

Quizás el mayor espaldarazo de Guerra a la campaña de Pedro Sánchez está en la encuesta que su revista 'Temas' publicó en su número de noviembre. El único sondeo conocido que sitúa al PSOE como primera fuerza política y a Ciudadanos como cuarta. El duro discurso del exvicepresidente del Gobierno sobre el nacionalismo catalán le ha valido hasta las críticas públicas de Susana Díaz. Él siempre ha sido un andaluz jacobino. Incluso el Estatuto andaluz sufrió su cepillo con tanta vehemencia como el catalán. Cuando hace pocos meses apostó por suspender la autonomía de Cataluña si había un referéndum ilegal, la baronesa socialista salió a matizarlo públicamente para apelar al diálogo. También, sin duda, Guerra ha sido la lengua más afilada e hiriente contra Pablo Iglesias y Podemos. Su duelo verbal con Juan Carlos Monedero se hizo célebre. Ante el fichaje del exJemad Julio Rodríguez tampoco se mordió la lengua: “Debería hacérselo mirar”. Guerra sí participó en las últimas municipales de mayo.

Ahora su acto público más vistoso junto al presidente del Principado, Javier Fernández, y la cabeza de lista por Asturias, Adriana Lastra, secretaria de Política Municipal de la ejecutiva de Sánchez. Será el próximo 12 de diciembre, en Mieres.

Sevilla: el mejor resultado de todo el PSOE

“Antonio, vas a encabezar la candidatura que va a tener el mejor resultado del PSOE de España. Es una enorme responsabilidad”, le advirtió hace una semana Díaz a Pradas en un acto público. Según el últimos CIS, en Sevilla los socialistas podrían obtener hasta cinco escaños frente al empate a tres de PP y Ciudadanos y un único escaño para Podemos e IU. En 2011, los socialistas obtuvieron seis diputados, el PP cinco e IU uno. La provincia sevillana, la más socialista del mapa, el bastión más preciado, tendrá tres actos con la presidenta de la Junta como reclamo.

El PSOE tampoco volverá al icónico santuario de Dos Hermanas. Pero el mitin central de Sánchez en la capital andaluza pretende exhibir músculo orgánico

El día 10, la líder socialista arropará a Pradas en un desayuno informativo en la capital y durante la tarde se planea un acto en algún municipio cercano. El sábado 12 tocará compartir escenario, el PSOE aún no desvela el lugar elegido, con Pedro Sánchez. Eso sí, será, como siempre, un encuentro de masas, una exhibición de músculo orgánico. Y el gran día, el que está marcado en rojo por encima del acto con el candidato, es el cierre que Susana Díaz protagonizará con Felipe González. Es el que despierta más interés en la militancia.

El PSOE sevillano tampoco volverá a Dos Hermanas, el municipio gobernado por el socialista Francisco Toscano, el referente del minoritario sector crítico que tiene Susana Díaz en las filas andaluzas. Quico Toscano hará campaña por su cuenta, según admiten desde el partido. Tampoco está previsto ningún acto en Alcalá de Guadaíra, la otra gran ciudad sevillana, además de la capital, gobernada por el PSOE. Su todavía alcalde, el también senador Antonio Gutiérrez Limones, va en la lista al Congreso como número tres. Allí compartieron tablas Susana Díaz y Pedro Sánchez en la última campaña de mayo. Sin embargo, esta vez no hay actos programados. Un último informe policial señala a Gutiérrez Limones como “responsable directo” de las supuestas irregularidades investigadas en la empresa pública ACM, donde la Guardia Civil indaga posibles delitos de malversación y prevaricación.

Los que también seguirán ausentes en la campaña andaluza son los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán. Ambos renunciaron a su escaño hace meses tras su imputación en el 'caso de los ERE' y se apartaron de la primera fila de la política. Ni Díaz ni Sánchez tendrán foto con estos otros históricos del PSOE, ambos también expresidentes del partido.

Bono, bajo perfil

Ni con Chaves ni Griñán... ni, en principio, con José Bono, otro de los referentes indiscutibles del socialismo. El expresidente del Congreso, exministro de Defensa y expresidente de Castilla-La Mancha participará en varios mítines estos días en varias comunidades, aunque no del lado del candidato. En Bono influyen dos factores: su voluntad de "salir del primer plano, de estar más en segunda línea" y también su mayor distanciamiento con el secretario general. "Si le hubieran mimado más, tal vez estaría más presente, pero él ya quiere estar al margen", explican en su entorno más cercano. No obstante, él hará lo que le mande el partido y, de hecho, Ferraz se ha puesto en contacto con él los últimos días para coordinar agendas.

De modo que para esta campaña del 20-D el expresidente manchego atiende básicamente "peticiones de compañeros que siente cercanos, con los que tiene una relación más personal". Por ejemplo, de su amigo Juan Segovia, rival de Sara Hernández en las primarias del PSOE-M del pasado verano. Estará con él y con Eduardo Madina -contrincante a su vez de Sánchez en 2014- el 16 de diciembre en el distrito de Fuencarral madrileño de Fuencarral. También a través de Segovia, Bono ha agendado un acto en el pequeño pueblo de La Parrilla, en Valladolid, con su alcaldesa, la socialista Esperanza Toquero. Asimismo le han requerido en Peñaranda de Bracamonte (Salamanca), en Albacete, País Vasco, Valencia... Se está cerrando un mitin conjunto con el nuevo presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que ya tiró de él para su campaña de autonómicas, el pasado mayo.

El expresidente manchego tiene peticiones en varias comunidades y atenderá sobre todo las cursadas por amigos y por agrupaciones cercanas

En la retaguardia también se ha quedado el expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra. No está por ahora en el circuito principal de campaña. Este diario intentó contactar con él y con la fundación que lleva su nombre, sin éxito.

Esta será, sobre todo, la campaña de los primeros espadas. Del candidato, por descontado, de los cabezas de lista provinciales, de los barones y presidentes autonómicos y de los expresidentes del Gobierno. Susana Díaz, además de los mítines en su comunidad, está en Cataluña este lunes, 7 de diciembre; viaja mañana martes a Zaragoza, con el presidente autonómico, Javier Lambán, y la próxima semana a Alicante, con el jefe de la Generalitat, Ximo Puig. Felipe González se estrena este martes en el distrito de Vicálvaro, en Madrid, para después hacer bolos en Oviedo, el 14; Badajoz, el 15, y el cierre de campaña en Sevilla, con Díaz. José Luis Rodríguez Zapatero estará junto a la presidenta de la Junta de Andalucía en Granada, el 9; al día siguiente, en Gijón, con Pedro Sánchez y el presidente del Principado, y en la recta final, en Cataluña. El PSOE echa mano de (algunos de) sus iconos para intentar la remontada en campaña.

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Ni Alfonso Guerra ni velódromo de Dos Hermanas. Se acabaron los clásicos. El último gran acto que el PSOE andaluz celebró en el recinto de esa ciudad, lugar fetiche del socialismo que después se apoderó el PP y en las últimas andaluzas Pablo Iglesias y Podemos, se remonta a la campaña de las generales de 2011. Un total de 30.000 personas rugieron aquel día en un acto que, según confesaron después sus propios organizadores, costó la friolera de 600.000 euros. Felipe González y Alfonso Guerra volvieron a mitinear juntos después de 15 años. Susana Díaz, entonces secretaria de Organización del PSOE andaluz, tuvo su minuto de gloria entre tantas estrellas del firmamento socialista. “Es muy difícil cantar después de Camarón”, proclamó Alfredo Pérez Rubalcaba cuando tomó la palabra. “Los Beatles, los insustituibles”, dijo entonces del tándem político más brillante del socialismo español.

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