La soledad de Susana Díaz en el debate desvelará el 'infierno' para formar Gobierno

Todos contra Susana Díaz. Ese podría ser el título que pondría el PSOE, que pide movilización y que nadie se quede en casa para evitar bloqueos el día después. Todos contra 40 años del PSOE en la Junta. Quizás así lo rotularía la oposición. Canal Sur, con amago de protestas de los trabajadores incluido, acoge este lunes el primer debate de los cuatro candidatos a las elecciones andaluzas. Será la primera oportunidad de ver a la socialista Susana Díaz enfrentándose a los tres partidos de la oposición. El cruce dejará además a las claras las dificultades que tendrá la socialista si gana, como dicen las encuestas, para formar Gobierno.

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En el debate se visualizará lo que Díaz ya sabe, que estará sola frente al peligro. Lleva ya varias jornadas advirtiendo de que todos van contra el PSOE. “Esta campaña es una coalición de perdedores pensando cómo se unen para frenar al PSOE, para frenar a Andalucía”, dijo este domingo junto a Pedro Sánchez en Chiclana (Cádiz). El presidente llamó a obtener “una mayoría rotunda” para frenar a las derechas en España y evitar el bloqueo.

Ese es uno de los temores de los socialistas en estas andaluzas. Todas las encuestas publicadas hasta ahora coinciden en que Susana Díaz ganará, pero tendrá que buscar un aliado para formar Gobierno. Cs, de momento, rechaza que vaya a volver a apoyar a la socialista, como hizo en 2015. En Ferraz, donde saben bien del antagonismo de Sánchez y Albert Rivera, ya advirtieron del escenario de bloqueo hace meses y pidieron al PSOE andaluz que empezara a tender puentes con Podemos.

Como en el 96

Cuando a los socialistas andaluces se les pregunta por el posible bloqueo político, no dudan en asegurar con rapidez que convocarían unas segundas elecciones. Temen un escenario en el que los 80 días de bloqueo de 2015 se queden en nada, con el ‘superdomingo’ de mayo, de europeas, municipales y autonómicas al acecho, complicando las negociaciones. Desde el puente del mando del PSOE andaluz recuerdan la pinza del 94 al 96 de PP e IU, que llevó a convocar elecciones con un éxito rotundo para los socialistas. Creen que ahora ocurriría lo mismo. El escenario de entonces y el de ahora poco tienen que ver.

Susana Díaz tiene garantizado un grupo socialista en el Parlamento andaluz sin voces críticas: vetó a los sanchistas con el visto bueno de Ferraz. Es síntoma de que los socialistas ya sabían que necesitará un grupo fuerte y cohesionado para afrontar una difícil investidura. Desde el equipo de la presidenta jalean la imagen de una izquierda radical o un Cs dirigido por Albert Rivera que pedirían la cabeza de Díaz para llegar a acuerdos. Y aseguran que esperan a portagayola. “Si hay que ir a otras elecciones se irá, con todo el daño que podría suponer ese bloqueo para Andalucía”, dice un dirigente de San Vicente.

Sin menciones a Adelante Andalucía

La opción favorita de Díaz ha sido hasta la fecha Cs. Roto el idilio con este partido, quedaría en manos de Adelante Andalucía, con todas las dificultades que supone su entendimiento con Teresa Rodríguez (Podemos) y Antonio Maíllo (IU). Con ambos, la relación política y personal es muy mala. Díaz evita mencionar a Adelante Andalucía en sus mítines. Nada que ver con 2015, cuando se convirtió en el mayor azote de Podemos en España.

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Desde su equipo, informan de que la presidenta andaluza, que se tomará el lunes libre para preparar el debate con su equipo, seguirá el guion y no entrará en descalificaciones del contrario. Acudirá en autobús y va “en plan positivo y propositivo”, dispuesta a “no caer en provocaciones”, que espera sean muchas, dado el tono de la campaña hasta el momento.

La candidata socialista está protagonizando una campaña andalucista, identitaria, en que señala que solo el PSOE es capaz de defender a los andaluces del “agravio” y el “desprecio” de quienes vienen de fuera. Seguirá en esa línea.

Sin la sombra de Casado y Rivera

El debate permitirá a los candidatos de PP y Cs actuar sin la sombra de sus líderes nacionales. Juanma Moreno, que tendrá un paseo por Sevilla con el candidato Juan Ignacio Zoido, se encerrará con su equipo habitual. Pablo Casado, cuya intensa campaña tapa al andaluz, estará en Huelva este lunes.

Los tres líderes nacionales coincidieron este domingo en la provincia de Cádiz, una de las que más paro sufren en España y la que vive en primera persona la presión migratoria de pateras en el Estrecho. Ninguno centró su discurso en estos asuntos. Pablo Casado (PP) ondeó una bandera de Andalucía advirtiendo de que esta comunidad no es de nadie y gritó “Gibraltar, español”. Fue el único que habló de inmigración, acusando al Gobierno del PSOE de generar efecto llamada a “esa pobre gente”. “Yo puedo enarbolar la bandera de Andalucía con el mismo orgullo que si fuera andaluz y por eso quiero una mejor Andalucía. No permitáis que la sigan arruinando. Yo también quiero a Andalucía”, señaló el líder del PP.

Juan Marín también toreará sin sus teloneros de lujo, sin Albert Rivera e Inés Arrimadas. Preparará el debate con su equipo y aprovechará para ver a su familia y correr por la playa de su pueblo, Sanlúcar de Barrameda. Almorzará en el Parlamento con su equipo de asesores, informaron desde su partido. Será interesante ver a Marín en su nuevo registro de ‘bestia negra’ del PSOE frente a Susana Díaz, con quien ha sido muy suave como socio preferente en todas las sesiones de control del Parlamento.

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La candidata de Adelante Andalucía, Teresa Rodríguez, promete como Susana Díaz ser “muy pedagógica” y ultima su intervención en casa, en Cádiz, donde permaneció el domingo. Este partido también defiende una campaña de la alegría sin insultos entre políticos. A los periodistas que siguen su caravana les dijo que el debate era un momento “muy especial”, informó Europa Press, para explicar a los andaluces el proyecto. En su receta: pedagogía y propuestas. Con la líder de Podemos pasa justo lo contrario que con Marín (Cs). Será interesante verla en ese nuevo registro evitando la colisión con Susana Díaz después de muchos cara a cara en el Parlamento en los que han saltado chispas.