Vox pide expulsar del poder a "los señoritos de San Telmo" y a los de la "oposición eterna"
La Policía Nacional cifra en 1.100 personas los asistentes en Málaga el mitin de Santiago Abascal y los candidatos al Parlamento andaluz. El partido dice que han superado las 3.500
Santiago Abascal sabe lo que quiere. Elabora un discurso para el público que le sigue. Habla de lo que sus fans quieren escuchar. El guion está claro. Es España, es la bandera y nada de miedo si les llaman ultra o extrema derecha.
En Málaga, esta mañana, no lo ha ‘petado’, no, pero tampoco ha habido pinchazo. Entrada normal. Según fuentes de la Policía Nacional “entre 1.000 personas y 1.100” se han desplazado a la Plaza de la Marina, junto a la calle Larios de Málaga, para ver el mitin de Vox. El partido dice que han sido “más de 3.500 personas”.
Abascal ha reclamado expulsar a los señoritos de San Telmo (no ha citado a la presidenta Susana Díaz), pero sobre todo le ha dedicado una especial atención al candidato de PP, a Juanma Moreno, que hoy en la cadena Cope ha dicho que votar a Vox es “arriesgarse a tirar el voto, que sea inútil”. El político vasco ha defendido las fronteras y una inmigración regulada que no dé pie a los “barrios multiculturales” como en otros países europeos y ha dicho que quieren “comer jamón en los colegios” aunque "moleste a los islamistas”. “El que quiera comer lechuga que lo haga libremente" ha añadido, "el que quiera comer jamón lo haga libremente y el que quiera ir a los toros también lo haga libremente” y ha insistido en que Vox “defiende la libertad” mientras que el resto de partidos “pisotean la patria, los valores, las tradiciones y la fe” de los españoles.
📹 @Ortega_Smith en una Plaza de la Marina de Málaga llena: "Demostradles desde Andalucía que la #EspañaViva se ha puesto en pie" .
— VOX 🇪🇸 (@vox_es) 17 de noviembre de 2018
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El "Cid Campeador"
El presidente del Vox ha tildado también de “señoritos” a la oposición eterna del PP en Andalucía. “Nos tienen miedo”, resaltó Abascal, denominado “el Cid Campeador” por el 'speaker' que presentaba el acto, donde no se produjeron incidentes. Furgones policiales y guardias de seguridad de paisano contratados por la organización impidieron cualquier conato de violencia.
“Nos han llamado fascistas, pero no nos asustan que nos lo digan”, dijo Abascal. Antes, el candidato a la Junta de Andalucía, Francisco Serrano, dijo que era “una derecha blandita y acomplejada”. Y, como es la línea de Vox, resaltó sobre la inmigración: “A los que nos venga con papeles no les abramos las puertas. Aquí hay mucho paro”.
Abascal ha criticado la manipulación mediática a la que se enfrenta su partido y ha asegurado que están “hartos de sus estigmas” y que cuentan “con la fuerza histórica de la nación de España”, unas declaraciones que han provocado los gritos de los asistentes con el lema franquista de “una, grande, libre”. “El sujeto más peligroso del Congreso es Pablo Mezquitas”, ha espetado Abascal en referencia al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, al que ha dicho que le van “a cantar las cuarenta” cuando lleguen al poder como respuesta a las declaraciones del líder de la formación morada que señaló que Vox tendría que “cantar el cara al sol para diferenciarse del PP”.
Para concluir el acto, el líder de Vox ha animado a los asistentes “a comenzar la reconquista de Andalucía” y a reírse “del sambenito" que los "progres" quieren colocar” a los seguidores de Vox, unas palabras que se han fundido con la canción “Malamente” de Rosalía. Por su parte, el candidato de Vox a la presidencia de la Junta de Andalucía, Francisco Serrano, ha señalado que su formación es un "electroshock" para "reanimar" España, que a su juicio está "anestesiada" por la propaganda “de engaño y de traición”. “Don Quijote hubiera votado a Vox”, ha asegurado Serrano, que ha posicionado a su partido como “el espacio político de la decencia” y de la “limpieza frente a la inmundicia y la mugre”.
Santiago Abascal sabe lo que quiere. Elabora un discurso para el público que le sigue. Habla de lo que sus fans quieren escuchar. El guion está claro. Es España, es la bandera y nada de miedo si les llaman ultra o extrema derecha.
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