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El INE confirma la aceleración del PIB en el cuarto trimestre (0,6%) y 2023 cierra con un 2,5%
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El INE confirma la aceleración del PIB en el cuarto trimestre (0,6%) y 2023 cierra con un 2,5%

El PIB avanzó un 2,5% en el conjunto del año gracias al tirón de la demanda de los hogares y el consumo público, cinco veces más que la media de la eurozona

Foto: Imagen de un trabajador de la construcción en Tenerife. (EFE)
Imagen de un trabajador de la construcción en Tenerife. (EFE)

La economía española creció un 0,6% en el cuarto trimestre de 2023 en comparación con el tercero, tal y como había adelantado el INE en su cálculo preliminar. Estadística ha confirmado los cálculos iniciales que realizó en enero, lo que constata la aceleración de la economía española en la recta final del pasado año. El empuje del consumo, tanto público como privado, la recuperación de las exportaciones y la acumulación de inventarios en las empresas explican este repunte de la actividad en los últimos meses de 2023. En concreto, el PIB pasó de crecer a tasas del 0,4% durante el verano al 0,6% en el último trimestre.

Esta aceleración de la actividad en la recta final del año llevó al PIB a crecer un 2,5% en el conjunto del año 2023, mejorando así las previsiones de todos los analistas. El comportamiento de la economía ha sorprendido en un entorno de crisis económica en la eurozona, con muchos países del continente en recesión. El crecimiento del PIB multiplicó por cinco el del conjunto de la eurozona.

Sin embargo, la composición del crecimiento económico sigue generando algunas dudas. El crecimiento del consumo, tanto público como privado, no estuvo acompañado por un repunte de la inversión productiva. De hecho, las empresas siguen muy temerosas y están optando por mantener su inversión bajo mínimos. Las encuestas al tejido productivo de los últimos meses ponen de relieve que están frenando la inversión como consecuencia de la incertidumbre que les genera la política económica y fiscal del Gobierno. La inversión en capacidad productiva (maquinaria y equipo) sufrió un descenso del 4,3% en el último trimestre del año respecto a los tres meses anteriores.

La variación de existencias, esto es, la acumulación de stock (tanto bienes intermedios como finales), jugó un papel clave en la aceleración de la economía. En concreto, aportó algo más de la mitad del crecimiento del PIB en el último trimestre. Este gran crecimiento de los inventarios hacia final de año ya ha ocurrido en los últimos ejercicios, es probable que las empresas estén aumentando su stock de forma anticipada antes de la campaña navideña. Sin embargo, esta acumulación de existencias tiene un efecto muy limitado en el tiempo. De hecho, lo que ha ocurrido en los años anteriores es que, en el primer trimestre del año, se produce una desacumulación de ese stock, lo que frena el crecimiento económico. En definitiva, se trata de un impulso temporal a la actividad que desaparece en unas pocas semanas.

El consumo volvió a ser el gran motor de la economía, aunque el INE ha revisado a la baja los datos adelantados. El consumo de los hogares creció un 0,2% en el último trimestre del año, lo que supuso una campaña navideña algo más floja de lo estimado inicialmente. Por su parte, el consumo público mantuvo su gran inercia con un crecimiento del 1% trimestral. El gasto público sigue siendo uno de los motores de crecimiento de la economía, pero su potencial para seguir tirando con esta intensidad tras la vuelta de las reglas fiscales es muy limitada.

El reparto del PIB fue algo diferente al publicado inicialmente. La inercia del crecimiento de la remuneración de asalariados se frenó en el final del año como consecuencia de la ralentización de la subida salarial y la incorporación de trabajadores del sector de la hostelería y el comercio, con retribuciones inferiores a la media. El resultado es que la masa salarial creció un 1% en el último trimestre del año, frente al 3,7% registrado durante el verano. Por el contrario, los beneficios empresariales y del capital dieron un importante acelerón con un avance del 8,5% trimestral, después de sufrir un descenso del 3,8% durante el verano. Aun así, la remuneración de asalariados en el cierre del año fue casi un 9% superior a la del cierre de 2022 y los beneficios apenas aumentaron un 2,3%.

La economía española creció un 0,6% en el cuarto trimestre de 2023 en comparación con el tercero, tal y como había adelantado el INE en su cálculo preliminar. Estadística ha confirmado los cálculos iniciales que realizó en enero, lo que constata la aceleración de la economía española en la recta final del pasado año. El empuje del consumo, tanto público como privado, la recuperación de las exportaciones y la acumulación de inventarios en las empresas explican este repunte de la actividad en los últimos meses de 2023. En concreto, el PIB pasó de crecer a tasas del 0,4% durante el verano al 0,6% en el último trimestre.

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