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Así marginó el Gobierno vasco a Cataluña en su reclamación de un Perte regional
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La Generalitat se juega 2.831 millones

Así marginó el Gobierno vasco a Cataluña en su reclamación de un Perte regional

La Generalitat había intentado forjar una alianza con el Gobierno vasco para nutrir un nuevo Perte con 11.792 millones de fondos europeos. Pero en Vitoria decidieron actuar en solitario

Foto: La 'consellera' de Economía, Natalia Mas, con Meritxell Serret (centro) y Pere Aragonès. (EFE/Andreu Dalmau)
La 'consellera' de Economía, Natalia Mas, con Meritxell Serret (centro) y Pere Aragonès. (EFE/Andreu Dalmau)
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La Generalitat de Cataluña quería hacer frente común con el País Vasco para gestionar de manera directa el remanente de los Perte europeos. Para Euskadi, supone reclamar la gestión de ayudas a la industria vasca de 1.047 millones. Pero para Cataluña la cuantía sería mucho mayor: 2.831 millones. La Conselleria de Economía catalana pretendía ir de la mano del Departamento de Economía y Hacienda del Gobierno vasco para hacer su petición a Madrid, según fuentes de la Generalitat. Pero al final los vascos decidieron soltar amarras y presentar sus exigencias en solitario.

Durante meses, las dos administraciones intentaron negociar la creación de este frente común, para poder solicitar un reparto de estos fondos en función del PIB industrial de cada comunidad autónoma. Euskadi cuenta con el 8,8% del total, por lo que, si esta medida fructificase, le correspondería gestionar 1.047 millones de euros. Pero el plan para formar una alianza se ha truncado de golpe.

En el pasado puente de la Constitución, representantes del Gobierno vasco llamaron por teléfono para adelantar a la Generalitat que darían una rueda de prensa para solicitar el Perte regional. Al final, ayer en Bilbao, el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, y la presidenta de la patronal Confebask, Tamara Yagüe, presentaron su plan "Euskadi Next: propuesta vasca de Perte regional". La iniciativa causó irritación en el seno de la Generalitat, por entender que en su forma original la idea había sido de ellos.

Como siempre, los vascos decidieron que en temas económicos les sale más a cuenta ir por libre. También porque la consellera de Economía, Natalia Mas, es una persona de ERC, formación que se ha decantado por Bildu en su mapa de alianzas en Euskadi, mientras que el partido que gobierna en el País Vasco es el PNV, que está rehaciendo puentes con JxCAT.

Foto: Imagen del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF)

Por un momento, Natalia Mas meditó la idea de decir algo en una comparecencia de prensa. Como mínimo, reivindicar lo mismo para Cataluña, aunque al suponer el 23,8% del PIB industrial, siguiendo los parámetros marcados por los vascos, le corresponderían administrar muchos más fondos europeos: 2.831 millones. Al final, la consellera optó por centrarse en justificar su ausencia del Consejo de Política Fiscal y Financiera y aparcar el conflicto con el PNV.

La idea de origen es que los fondos europeos no asignados cuentan con un plazo de ejecución que concluye en 2026, por lo que transcurrido ese periodo podría entenderse que deberían devolverse a la UE. La cantidad total de dinero en esta situación asciende a 18.142 millones de euros.

Solo una parte a las CCAA

Solo una parte de este dinero iría a las CCAA, según la propuesta que ayer presentaron los vascos como idea para evitar el retorno de este dinero a Bruselas por falta de un destino concreto. Sería el 65% del total, que sería reasignado en función de las prioridades industriales marcadas por cada autonomía.

Así, se vuelven a poner sobre la mesa las diferencias entre la política catalana y la vasca. Euskadi sigue centrada en cuestiones prácticas, que aspira a monetizar de la manera más concreta. En cambio, Cataluña se ha focalizado ahora en salir del régimen común, para un nuevo sistema de financiación de futuro incierto. La propuesta vasca de los fondos Next Generation resulta menos espectacular, pero más realista a corto plazo.

Euskadi prefiere reivindicar en Madrid temas más concretos que Cataluña

Euskadi tiene posibilidades de salirse con la suya, ya que próximamente se encarará la negociación de los presupuestos generales del Estado y la cuestión del Perte regional podría ser moneda de cambio para esta cuestión. Cataluña podría hacer lo mismo, pero por ahora los vascos han tomado la iniciativa política, que en este caso tiene la ventaja de que puede traducirse en una fórmula de café para todos que siempre tranquiliza en Madrid para temas autonómicos.

Más fondos

Azpiazu indicó ayer que, si llegaran más fondos para Perte, en principio, volverían a reclamar que se destine a las comunidades autónomas el 65% de los mismos. En todo caso, la situación creada muestra la dificultad de que se constituyan frentes autonómicos alrededor de Cataluña en el nuevo escenario político. Tras el procés, Cataluña se ha quedado sola y se ha alejado de comunidades con las que, en principio, tendría intereses comunes, pero de las que ahora se aleja por cuestiones políticas. Es el caso de Andalucía, en manos del PP, o la Comunidad Valenciana y Baleares, donde los populares gobiernan con el apoyo de Vox. Con este escenario, los vascos eran la mejor opción. Pero, visto lo visto con la política industrial, tampoco parece que la alianza fructifique.

La Generalitat de Cataluña quería hacer frente común con el País Vasco para gestionar de manera directa el remanente de los Perte europeos. Para Euskadi, supone reclamar la gestión de ayudas a la industria vasca de 1.047 millones. Pero para Cataluña la cuantía sería mucho mayor: 2.831 millones. La Conselleria de Economía catalana pretendía ir de la mano del Departamento de Economía y Hacienda del Gobierno vasco para hacer su petición a Madrid, según fuentes de la Generalitat. Pero al final los vascos decidieron soltar amarras y presentar sus exigencias en solitario.

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