Los Veintisiete llegan a un compromiso sobre la reforma del mercado eléctrico de la UE

La presidencia española del Consejo de la Unión Europea se ha apuntado un tanto importante este martes al lograr un acuerdo político entre los Veintisiete sobre el texto de la reforma del mercado eléctrico. Ese pacto permitirá ahora la apertura inmediata de negociaciones con el Parlamento Europeo dentro de los conocidos como trílogos, de los que saldrá el texto final que se convertirá en vinculante. El objetivo ahora es lograrlo antes de que termine el año. El acuerdo ha sido posible gracias al apoyo de Francia y Alemania, sin ningún voto contrario y con la abstención de Hungría, según ha informado el Consejo.

Las divisiones entre Francia y Alemania han hecho de este dosier uno de los más complejos del semestre español del Consejo de la UE, pero recientemente comenzaron a llegar algunos mensajes prometedores. Uno de sus puntos de desencuentro era el papel que la energía nuclear debía jugar en el futuro mercado eléctrico europeo, una cuestión que es de interés estratégico para el Gobierno galo. Durante una visita a Hamburgo, Emmanuel Macron, presidente francés, se comprometió a que París y Berlín desbloquearan el acuerdo antes de final de mes, lo que hizo que todos los focos se pusieran sobre la reunión de este martes. Tras cerrarse el acuerdo, que ha sido celebrado con aplausos por parte de los ministros, la francesa Agnès Pannier-Runacher ha señalado la necesidad de lograr ahora “preservar estrictamente” durante las negociaciones con la Eurocámara los equilibrios que se han logrado en este texto.

Teresa Ribera, ministra española de Transición Ecológica en funciones, ha logrado romper el impasse tras un largo parón en la sesión tras la que ha puesto sobre la mesa una nueva propuesta de compromiso, la novena, que ha permitido salvar las diferencias. Este martes a mediodía, cuando la sesión se encontraba parada por las diferencias entre los Estados miembros, prácticamente se divisaban dos posibles escenarios: o quedaba claro que en el encuentro en Luxemburgo no sería posible el acuerdo, y en ese caso la sesión se levantaría pronto y los ministros se centrarían ya en la siguiente reunión, o bien Ribera apostaba por la estrategia del desgaste y mantenía a los ministros encerrados hasta altas horas de la madrugada intentando forzarlos a encontrar un terreno común. Pero nadie esperaba un pacto rápido a mitad de la tarde, como ha acabado ocurriendo.

"Me enorgullece decir que hoy hemos dado un paso estratégico hacia el futuro de la UE. Hemos logrado un acuerdo que habría sido inimaginable hace solo un par de años", ha celebrado Ribera, para la que este acuerdo tiene una gran carga. Hace dos años se encontraba prácticamente sola defendiendo la necesidad de una reforma a fondo del mercado eléctrico de la Unión Europea, sus posiciones e ideas eran rechazadas frontalmente por la Comisión Europea y por buena parte de los Estados miembros. La crisis de Ucrania y su derivada energética fueron, poco a poco, creando un grupo nada desdeñable de ministros de Energía liderados por Ribera que defendían la necesidad de una reforma ambiciosa. En marzo de 2023, el Ejecutivo comunitario lanzó su propuesta.

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Uno de los principales puntos de desacuerdo, conectado también con el papel de la energía nuclear que exige Francia, eran los llamados contratos por diferencia (CfD), que permiten a los Estados miembros firmar a través de entidades públicas acuerdos a largo plazo con un generador y después ajustar cuentas dependiendo del precio final que haya tenido la energía, pagándole más si finalmente los precios han sido más altos o haciendo que el generador pague la diferencia si durante esa etapa los precios se encontraron por debajo del firmado en el contrato. Que las nucleares pudieran beneficiarse de estos esquemas era, a ojos de Berlín, siempre preocupada por la productividad de su industria, un problema.

Para desbloquear la situación, la presidencia española ha tenido que convencer a ambos campos, el liderado por París y el comandado por Berlín, de que hicieran algunas cesiones. Finalmente, siempre que durante los trílogos no se modifique dicho artículo, las centrales nucleares podrán beneficiarse de los CfD, pero tendrán que pasar por el visto bueno previo de la Comisión Europea.