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Europa necesita 1,7 M de trabajadores extra en la construcción para lograr cero emisiones en 2050
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EL 'GAP' DE EMPLEOS VERDES

Europa necesita 1,7 M de trabajadores extra en la construcción para lograr cero emisiones en 2050

Oxford Economics estima que el continente sería capaz de cubrir la mano de obra necesaria para cumplir los objetivos climáticos si dobla el ritmo de reducción de la brecha de género

Foto: Construcción de viviendas en Vitoria. (EFE/David Aguilar)
Construcción de viviendas en Vitoria. (EFE/David Aguilar)
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A este ritmo, el Viejo Continente no llegará a tiempo. La UE y el Reino Unido se han marcado el año 2050 como fecha límite para lograr el llamado cero neto, un escenario en que el saldo de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera es nulo: las que se capturan compensan a las que se aportan. Pero, según los analistas de la prestigiosa consultora Oxford Economics, las medidas que se han puesto sobre la mesa hasta el momento serán insuficientes para conseguirlo. Si Europa quiere acabar con las emisiones para mediados de siglo, deberá ser mucho más ambiciosa en el diseño de sus políticas, y necesitará 1,7 millones de trabajadores adicionales solo en la construcción, unos 300.000 más de todos los afiliados en España en este ámbito. El gap de empleos verdes será posible de cubrir, añaden, si la región más desarrollada del mundo dobla el ritmo de reducción de la brecha de género en el sector.

El informe, dirigido por los economistas Sarah Nelson, Amy Regan y Charlie Munir, dibuja dos posibilidades. En el escenario base, que recoge el efecto de las políticas de transición actuales, el Viejo Continente se quedaría lejos de sus objetivos climáticos para 2050 y el empleo total en la construcción caería un 2,2% respecto al que se registraba en 2021. En el segundo, Europa tomaría todas las medidas necesarias para conseguir la meta del cero neto, pero para que ese proceso tuviese éxito sería imprescindible cubrir el déficit de mano de obra en el sector.

Entre ambos escenarios, el tendencial y el ideal, existe una brecha de 1,7 millones de empleos que los autores del estudio han bautizado como green jobs gap. Se trata, en definitiva, del número de puestos de trabajo extra que la región debería crear en las actividades relacionadas con la construcción o renovación de edificios, así como en la eficiencia energética, si no quiere fracasar en el objetivo que alimenta su poder blando como referencia global de compromiso con el medioambiente.

En 2021, que es el año que el estudio toma como referencia, Europa contaba con unos 23,5 millones de trabajadores en la construcción. Esta cifra ha aumentado intensamente durante los dos últimos años, gracias a la reapertura de las economías tras la pandemia, y lo seguirá haciendo de aquí a final de la década, en un escenario de fuertes inversiones al abrigo de los fondos Next Generation —ligados al plan de recuperación— y el programa REPowerEU, con el que la Unión Europea pretende aumentar su autonomía energética tras el shock de la guerra en Ucrania.

Cumplir la meta del cero neto para 2050 supone un 7,8% más de mano de obra que no cumplirla

Sin embargo, el impulso tiene que ser mucho más fuerte y duradero si Europa quiere cumplir los objetivos climáticos. Según el estudio, el escenario base alcanza su pico en torno a 2028, con unos 24 millones de empleos, y durante la próxima década comienza una tendencia descendente que llega a situar el volumen total de mano de obra en 2050 en medio millón de puestos de trabajo menos que en 2021. En el escenario ideal, en cambio, el cenit no se alcanza hasta 2037 (unos 25,5 millones de afiliados) y el descenso resulta mucho más suave, hasta rozar los 25 millones a mediados de siglo. Cumplir la meta del cero neto supone un 7,8% más de mano de obra que incumplirla.

Pero no todo depende de la voluntad política para luchar contra el cambio climático. El desafío llega en un momento en que ya no abundan los profesionales cualificados en el ámbito de la construcción, especialmente en algunos países. Solo en España, la patronal calcula que hay más de 100.000 vacantes sin cubrir. Los investigadores de Oxford Economics lanzan un mensaje contundente: "La escasez de mano de obra en la construcción se verá agravada aún más por el aumento significativo en el empleo necesario para lograr cero emisiones netas para 2050".

Foto: Colas en gasolineras de Londres ante la falta de combustible. (Getty)

Sin embargo, también apuntan una solución. Las dificultades para encontrar trabajadores se podrían superar si se acelera el ritmo de incorporación de la mujer al sector. Actualmente, las cifras son bajísimas: según Eurostat, la oficina estadística de la Comisión Europea, solo el 15% de los ocupados en esta actividad son de género femenino, una cifra que cae hasta el 12% en el caso de España. Son datos de 2018. El informe Mujeres en el Sector de la Construcción 2022, elaborado por la Fundación Laboral de la Construcción (FLC), incluso reduce este guarismo hasta el 11%, aunque destaca que la afiliación alcanzó una cifra récord el año pasado, con 147.000 trabajadoras, un 5,5% más que en 2021.

La tendencia hacia una mayor incorporación de la mujer a esta actividad resulta muy sólida desde comienzos de siglo, cuando solo representaban el 10% de la mano de obra en el conjunto del continente. Durante las últimas dos décadas, destacan los investigadores de Oxford Economics, la participación femenina ha aumentado de media un cuarto de punto por año. Si esta dinámica duplicase su velocidad —es decir, si el incremento fuese de medio punto por ejercicio—, para 2050 las mujeres habrán podido cubrir el hueco que hace falta para conseguir el cero neto. En otras palabras: reducir la brecha de género permitirá cerrar la brecha de empleos verdes. Los objetivos de igualdad y clima van de la mano, y en consonancia con el crecimiento económico sostenible que persiguen las autoridades comunitarias y británicas.

Foto: El peso de la construcción en el PIB se hunde. (EFE/Luis Tejido)

De hecho, los investigadores aseguran que la construcción deberá aportar al PIB unos 55.000 millones de euros al año hasta mediados de siglo para llegar a la neutralidad de emisiones, un 4,4% más que en el escenario base. Esta realidad, impulsada por las mujeres, no causará ninguna guerra de géneros, sino todo lo contrario. "Emplear más mujeres no significa desplazar a los trabajadores varones. Incluso en el escenario descrito anteriormente, donde la brecha de empleos verdes podría ser cubierta en su totalidad por mujeres, el número de hombres empleados en la construcción disminuiría alrededor de un 3% en toda Europa, en consonancia con tasas de jubilación más altas entre la mano de obra masculina", destaca el documento.

Algo está cambiando

Nelson, Regan y Munir ligan la necesidad de mano de obra femenina a los nuevos perfiles especializados que se necesitarán durante los próximos años en un ámbito que hasta ahora se caracterizaba por su escasa cualificación: "Para maximizar los beneficios de las nuevas tecnologías que se están empleando, aunque lentamente, en todo el sector y cerrar la brecha de habilidades (...), las empresas deberán invertir en capital humano, apoyando una formación adicional alineada con las necesidades futuras del sector. Esto brinda una oportunidad para que las mujeres se incorporen al sector a través de nuevos programas de contratación y formación (...). Reclutar más mujeres a todos los niveles en la construcción es una oportunidad para cumplir con los perfiles adicionales que serán esenciales para conseguir el nivel de actividad necesario para una sociedad sin emisiones".

Los avances resultan insuficientes, pero algo está cambiado. La FLC reclama más implicación de las autoridades, aunque su informe anual concluye con un mensaje optimista: "La construcción es un sector fuertemente masculinizado que, sin embargo, ha tomado conciencia de esta situación y se dirige firmemente a convertirse en un sector integrador e inclusivo".

A este ritmo, el Viejo Continente no llegará a tiempo. La UE y el Reino Unido se han marcado el año 2050 como fecha límite para lograr el llamado cero neto, un escenario en que el saldo de emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera es nulo: las que se capturan compensan a las que se aportan. Pero, según los analistas de la prestigiosa consultora Oxford Economics, las medidas que se han puesto sobre la mesa hasta el momento serán insuficientes para conseguirlo. Si Europa quiere acabar con las emisiones para mediados de siglo, deberá ser mucho más ambiciosa en el diseño de sus políticas, y necesitará 1,7 millones de trabajadores adicionales solo en la construcción, unos 300.000 más de todos los afiliados en España en este ámbito. El gap de empleos verdes será posible de cubrir, añaden, si la región más desarrollada del mundo dobla el ritmo de reducción de la brecha de género en el sector.

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