La mejora de las previsiones de crecimiento de España es un espejismo

La Comisión Europea subió esta semana su previsión de crecimiento para la economía española en 2023 cuatro décimas, pasando del 1% al 1,4%. El Gobierno lo celebró como una de las mejores noticias de la semana, pero en realidad ya sabía que esto iba a ocurrir desde hace un mes. El motivo es que esta mejora se debe, básicamente, a la revisión de la serie del PIB que hizo el INE a finales de 2022, con la que elevó en 0,6 décimas el PIB al cierre del pasado verano. Además, la sorpresa positiva del cuarto trimestre del año completaron el cúmulo de factores que obliga a las revisiones al alza de todas las previsiones económicas, no solo las de Bruselas.

La propia Comisión señala en su informe de previsiones que esta mejora responde, principalmente, al efecto carry-over. Este término se ha hecho popular tras la pandemia, ya que gana importancia en los momentos de volatilidad económica. Como los datos del PIB, el empleo u otros indicadores macro se miden en media de un periodo, el nivel en el que comience el periodo respecto al nivel en el que comenzó el periodo anterior determina una buena parte del crecimiento medio. Por ejemplo, en el caso del PIB, el primer trimestre parte desde una base que es un 2,7% superior a la del mismo periodo del año anterior. Esto genera ya un nivel de crecimiento importante que se recibe del crecimiento logrado en 2022. Este crecimiento que se recibe es el denominado carry-over o efecto arrastre.

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El mero hecho de que el INE revisara la serie de 2022 ya obliga a mejorar los datos de 2023 por este efecto de arrastre. Con la serie anterior, la Comisión Europea estimaba que el carry-over de 2023 sería de entre cinco y seis décimas. Esto es, arrastraría a 2023 un crecimiento anual de entre el 0,5% y el 0,6%. Sin embargo, una vez que el INE cambia la serie y, además, la economía sorprende positivamente en el cuarto trimestre del año, el resultado es que el efecto arrastre es superior, elevándose hasta superar el 0,8%.

De ahí salen tres de las cuatro décimas de mejora de las previsiones que ha hecho la Comisión Europea. No es cuestión de que Bruselas sea más o menos optimista, sino que cuando mete en su modelo la serie nueva del INE, automáticamente mejora la estimación de crecimiento de 2023.

El crecimiento total que prevé la Comisión Europea para España es del 1,4%, pero de ahí, 0,8 puntos ya están garantizados por el avance registrado en 2022. Esto significa que más de la mitad del crecimiento es herencia del año anterior.

El horizonte de avances trimestrales a lo largo del año 2023 que prevé la Comisión Europea sigue siendo muy similar al que tenía hasta hace tres meses, con la diferencia de que el punto de partida del año es más elevado. Es cierto que a medida que avanzó el año 2022 se fueron disipando los temores a una recesión en el inicio del ejercicio, pero en el caso de España la recesión nunca fue un temor fundado por la bajísima dependencia de los hidrocarburos rusos.

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Aunque el país evite la recesión, se pasará casi un año completo con la economía cerca del estancamiento: desde el verano de 2022 hasta el final de la primavera de 2023. Las previsiones se basan en la hipótesis de que la actividad estará estancada en el inicio del año y empezará a recuperarse en la segunda parte a medida que la inflación se modere. Sin embargo, estas previsiones están sujetas a una gran incertidumbre, ya que el deterioro de la renta disponible real de los hogares genera dudas sobre cuánto tiempo conseguirán mantener sus niveles de consumo actual.

Los analistas privados son algo más pesimistas que la Comisión y esperan que el crecimiento se sitúe en el entorno del 1,1%, según el consenso de mercado que recoge Bloomberg. Esto significa que la economía estaría estancada en el inicio del año y el crecimiento trimestral sería de apenas el 0,3% en la segunda mitad del año. Cifras que indican que la economía española estará prácticamente estancada durante todo el año. Aunque no haya recesión, las mejoras en las previsiones no anticipan un escenario más optimista.