La hostelería se la juega con las ayudas: el 20% de las empresas será inviable si la crisis se prolonga
Según las últimas estimaciones del Banco de España, casi una de cada cinco empresas de hostelería sería inviable en un contexto de crisis prolongada que impida recuperar los niveles de actividad precrisis
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La hostelería lleva semanas advirtiendo al Gobierno de que está llegando a una situación límite por las pérdidas acumuladas. Desde el inicio de la crisis, han cerrado algo más de 20.200 empresas de hostelería (casi el 11% del total), 6.800 de transportes (el 9%) y casi 24.000 comercios, el 6,6%. Unas cifras que podrían multiplicarse en los próximos meses si las ayudas directas se siguen retrasando y se mantienen las restricciones a la actividad. El Gobierno está diseñando un paquete de ayudas a las empresas, pero el dinero no acaba de llegar y la situación de muchas pymes y autónomos es límite.
El Ministerio de Economía está trabajando con el Banco de España para detectar qué empresas necesitan ayudas, cómo canalizarlas y quién asumirá este coste (Estado vs. bancos). El Gobierno quiere hacer un diagnóstico certero para que las ayudas maximicen la eficiencia y minimicen los costes para las arcas públicas, ya que, al contrario que el sector privado, el público entró en la crisis con un nivel de déficit y deuda elevado. “El Gobierno ha querido tener una mejor perspectiva de la situación del problema porque hay menor espacio fiscal”, explica Josep Comajuncosa, profesor del departamento de Economía, Finanzas y Contabilidad de Esade.
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El problema para las empresas es que el tiempo pasa y los números rojos se van acumulando. Los últimos datos del Banco de España muestran que el volumen de empresas con problemas de viabilidad ha crecido de forma significativa y que los riesgos se multiplican a medida que la crisis se prolonga y genera efectos de histéresis. De ahí que exista un incentivo claro a acelerar las ayudas directas, como ya han hecho los grandes países de Europa y como reclama la Comisión Europea.
El Banco de España ha publicado las cifras de empresas inviables por sectores utilizando los datos de la Central Trimestral de Balances, que es la mayor base de datos de empresas que existe en España. Lo ha hecho en un artículo analítico liderado por el director general de Estadística del banco, Óscar Arce, publicado en el último 'Informe económico y financiero' de Esade. El Banco de España ha realizado dos simulaciones sobre la viabilidad de las empresas utilizando como punto de partida la situación financiera de 2020 con toda la deuda adquirida para cubrir las pérdidas. La primera simulación pone como hipótesis que las empresas recuperan el nivel de volumen de negocio previo a la crisis en los próximos meses, mientras que la segunda considera que la crisis genera efectos permanentes, de modo que las empresas recuperarían el 75% de la actividad perdida.
La peor parte se la lleva la hostelería y el ocio, que es el sector que está sufriendo el grueso de las restricciones a la actividad. El porcentaje de empresas inviables (aquellas que no podrán pagar las deudas contraídas) se disparará hasta el 19% si la crisis se prolonga, esto es, casi una de cada cinco empresas tendría graves problemas para sobrevivir si se extiende su caída de facturación. Este dato es el que mejor explica por qué hay tantas empresas de la hostelería alertando de un cierre masivo, ya que el 20% del sector son más de 44.000 empresas.
A esta cifra hay que sumarle otro 13% de empresas de la hostelería que tienen problemas de solvencia, pero que son viables a largo plazo, según las estimaciones del banco. Se trata de empresas que no pueden soportar su carga de deuda actual, pero que podrán sobrevivir con una ayuda, ya que tienen potencial para generar recursos propios en el futuro. Estas empresas, que el Banco de España califica como insolventes, pero viables, ascienden al 13% en el sector de la hostelería.
Esto significa que la suma de empresas insolventes en la hostelería se situaría en el 31% si la crisis genera efectos permanentes sobre las ventas y se iría reduciendo hasta el 20% si las empresas recuperan todo el volumen de negocio perdido. Esto significa que, incluso en el mejor de los casos, el volumen de empresas de hostelería y ocio con problemas será muy elevado, como consecuencia de las pérdidas acumuladas.
Estos porcentajes podrían recortarse con ayudas directas del sector público, y no solo en el caso de empresas viables, también las inviables. Conviene recordar que muchas de estas empresas ahora consideradas inviables no lo eran antes de la crisis, ya que su situación actual es consecuencia de las pérdidas acumuladas durante este año. Según los datos declarados a la Agencia Tributaria, la facturación de la hostelería (sin transporte) sufrió un desplome del 54% en 2020, lo que supone la pérdida de más de 27.000 millones de euros. Una parte de estas pérdidas se ha trasladado a recortes de salarios, pero se trata de una cuantía menor: unos 7.000 millones menos. Eso significa que el grueso de las pérdidas del sector lo están asumiendo las empresas, y no los trabajadores ni el Estado.
Si los datos son tan malos en la hostelería, no es solo por las restricciones, también influye el reducido tamaño de las empresas en el sector. En la mayoría de los casos, se trata de microempresas que no tienen músculo financiero para sobrevivir a una crisis como la actual. “La mayor parte de las empresas que transitarían a esta situación son pequeñas que no arrastrarían demasiado empleo y tampoco suponen demasiada deuda”, ha explicado Arce.
Según los datos del Banco de España, casi el 75% de las empresas de hostelería ha sufrido una presión financiera elevada. Esto significa que tres de cada cuatro empresas no han podido asumir sus costes financieros con los resultados corrientes. Si las pymes han conseguido superar esa situación, es gracias a los avales del ICO, que han permitido el flujo de crédito, pero ahora se encuentran con graves problemas para devolver esos préstamos y asumir nuevas pérdidas.
Preocupación en el motor
Las cifras de la hostelería y el ocio son las peores de todos los sectores, ya que son quienes están soportando el grueso de las restricciones. Sin embargo, la situación también es muy delicada en el sector del automóvil, donde España también se la juega, dada la dependencia de esta industria. En su caso, las caídas de las ventas no son consecuencia directa de las restricciones a la actividad, sino del desplome de la demanda. Las ventas de vehículos han caído por tres motivos.
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El primero, porque las restricciones a la movilidad hacen que las familias usen mucho menos el coche y tengan menos incentivos a cambiarlo. El segundo, que muchos hogares han optado por posponer grandes inversiones hasta que la situación económica se normalice. Y el tercero, que las empresas han recortado su inversión en bienes de equipo y los vehículos son un segmento clave. El resultado ha sido un recorte de la producción y las ventas que afecta a un sector ya debilitado antes de la crisis.
Según las estimaciones del Banco de España, el porcentaje de empresas con problemas de solvencia alcanza el 22% en el mejor de los casos, esto es, que los beneficios vuelvan rápidamente a los niveles precrisis. Sin embargo, si la pandemia genera efectos persistentes sobre su facturación, algo que no es descartable dada la transformación ecológica que está viviendo el automóvil, el porcentaje de empresas con problemas de solvencia se dispara hasta el 31%. De estas, algo más de la mitad serían inviables sin ayudas públicas.
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La hostelería lleva semanas advirtiendo al Gobierno de que está llegando a una situación límite por las pérdidas acumuladas. Desde el inicio de la crisis, han cerrado algo más de 20.200 empresas de hostelería (casi el 11% del total), 6.800 de transportes (el 9%) y casi 24.000 comercios, el 6,6%. Unas cifras que podrían multiplicarse en los próximos meses si las ayudas directas se siguen retrasando y se mantienen las restricciones a la actividad. El Gobierno está diseñando un paquete de ayudas a las empresas, pero el dinero no acaba de llegar y la situación de muchas pymes y autónomos es límite.