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La inversión del Estado caería un 4% en 2021 sin el 'dopaje' de las ayudas europeas
  1. Economía
El gasto corriente crecerá casi un 7%

La inversión del Estado caería un 4% en 2021 sin el 'dopaje' de las ayudas europeas

El avance de la liquidación de 2020 permite comparar los Presupuestos con el gasto real, y los datos muestran una reorientación de las políticas públicas desde la inversión hacia el gasto corriente

Foto: La ministra de Hacienda, María Jesús Montero. (EFE)
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero. (EFE)

Cuando el Gobierno presentó el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2021, presumió del importante esfuerzo inversor que va a realizar el sector público. La inversión (capítulos 6 y 7 de los PGE) crecerá nada menos que un 157,7% el próximo año, sin duda un motivo de celebración, ya que la reactivación de la economía y la mejora de la productividad pasan, irremediablemente, por mejorar la inversión. Sin embargo, las cifras ofrecidas en los PGE no son homogéneas, de modo que su comparativa conduce a error. Hay dos factores que lo explican. El primero es que el programa de ayudas europeas Next Generation EU supone un gran 'dopaje' a la inversión pública que se financia exclusivamente con la solidaridad de los socios europeos. El segundo, que la comparativa se realiza sobre los Presupuestos prorrogados de Cristóbal Montoro, pero no sobre gasto real, de modo que ofrecen una imagen parcial de la realidad de las cuentas públicas en 2020.

Ahora ya es posible analizar los Presupuestos Generales del Estado limpios de polvo y paja. La Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) publicó el miércoles el avance de la liquidación de las cuentas del Estado para 2020, informe que contiene el detalle de ingresos y gastos reales ejecutados y las proyecciones hasta final de año con los datos disponibles. De esta forma, ya se pueden contrastar las partidas previstas en los PGE con el gasto real del Estado en 2020 y cotejar así su evolución. Esta comparativa muestra cómo los Presupuestos Generales del Estado vuelcan los esfuerzos presupuestarios sobre el gasto corriente al tiempo que recortan las operaciones de capital, que son compensadas con la ayuda europea.

Foto: Imagen: Pablo López Learte. Opinión

Las diferentes partidas de inversión de los Presupuestos Generales del Estado se sitúan en 15.546 millones de euros, una vez descontada la ayuda europea de 21.209 millones. Esta cuantía sigue siendo superior a la recogida en la prórroga presupuestaria, en concreto, un 9% más. Sin embargo, cuando se comparan los datos de los PGE con el gasto real, la cifra cambia de positivo a negativo. En concreto, la previsión de liquidación de la IGAE estima que la inversión del Estado alcanzará los 16.131 millones de euros este año. Eso significa que la inversión real del Estado no solo no crecerá, sino que caerá un 3,6%.

[Un tongo en toda regla]

A lo largo del año 2020, el Gobierno ha aprobado diferentes créditos extraordinarios de aumento de la inversión, en especial aquellos destinados a financiar la inversión de las comunidades autónomas para apuntalar su sistema sanitario y contener la pandemia del coronavirus. En total, la ampliación presupuestaria destinada a operaciones de capital aumentó en casi 1.400 millones de euros, de ahí que la comparativa con el presupuesto inicial para 2020 sea irreal. Este aumento extraordinario de la inversión desaparecerá en 2021 y solo será compensado con las ayudas europeas.

Las inversiones reales del Estado (capítulo 6) sí crecerán en 2021, con un incremento del 8%, casi 500 millones más. Sin embargo, las transferencias de capital (capítulo 7) sufrirán un recorte del 11%, un 'tijeretazo' de más de 1.000 millones de euros. De esta forma, la inversión pública se verá recortada en 2021 con el objetivo de hacer hueco al incremento del gasto corriente presupuestado por el Gobierno.

En concreto, el Presupuesto recoge el mayor gasto corriente del Estado de la historia: más de 190.000 millones de euros. Esta cuantía es casi un 7% superior al gasto real de 2020, y eso que a lo largo del año se ampliaron las partidas presupuestarias de gasto en más de 37.000 millones de euros. La mayor parte del incremento del gasto corriente en 2020 se ha destinado a financiar las políticas de protección de rentas activadas al inicio del estado de alarma, en especial los ERTE y el cese de actividad. Como consecuencia, las transferencias corrientes, que estaban presupuestadas en 99.000 millones de euros, superarán los 126.000 millones al final del año. Entre las nuevas partidas, se encuentra la financiación extraordinaria a las comunidades autónomas y a la Seguridad Social para cubrir los nuevos gastos y sus pérdidas de recaudación por la pandemia.

Foto: Terrazas de los bares recogidas en Valladolid. (EFE)

Aunque el gasto corriente del Estado al cierre del año superará en más de 27.000 millones las cifras del presupuesto inicial, en 2021 seguirá aumentando. El Gobierno ha presupuestado un gasto corriente total de 190.000 millones de euros, incluyendo las nuevas partidas extraordinarias para cubrir el déficit de la Seguridad Social y de las comunidades autónomas, cuantía que supera los 31.800 millones de euros. Estas transferencias se destinan a financiar gasto corriente, ya sean los costes de funcionamiento de la Seguridad Social, las reducciones en las cotizaciones sociales o el gasto sanitario de las CCAA. Esto significa que el presupuesto total de operaciones corrientes se disparará casi un 7%, lo que supone 12.000 millones más de gasto. Estas cifras también excluyen las ayudas europeas, que ascienden a 5.300 millones en los capítulos de gasto corriente y que se destinarán principalmente a políticas activas de empleo y formación profesional.

Además de estas transferencias extraordinarias, el Estado también dará un importante impulso al capítulo 1 del Presupuesto, el de gastos de personal. En concreto, ha presupuestado que el gasto en salarios superará los 18.500 millones de euros, un 6,4% más que en 2020. Esta partida incluye la subida salarial para los trabajadores públicos del 0,9% y la oferta pública de empleo (OPE) para 2021 que incluye 9.270 plazas de acceso libre y 8.996 plazas de promoción interna.

[El déficit obligará al Estado a endeudarse en otros 110.000 millones]

Uno de los pocos ahorros que ha presupuestado el Gobierno en materia de gasto corriente es el del capítulo de compras de bienes y servicios. En 2020, esta partida aumentó considerablemente como consecuencia de las compras de material sanitario durante la primera ola del virus. Así, después de alcanzar los 5.200 millones este año, se recortará hasta 3.500 millones el próximo ejercicio, un tercio menos.

El avance de liquidación de la IGAE también incluye la previsión de déficit para el cierre de 2020 del subsector de la Administración central, dato que se ofrece en términos de contabilidad nacional, como exige Eurostat. Esta cifra asciende a 72.677 millones de euros, de modo que coincide con el dato que ya adelantó Hacienda a la Comisión Europea a finales de septiembre en la segunda notificación de déficit, y con la previsión de déficit del Plan Presupuestario.

Cuando el Gobierno presentó el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2021, presumió del importante esfuerzo inversor que va a realizar el sector público. La inversión (capítulos 6 y 7 de los PGE) crecerá nada menos que un 157,7% el próximo año, sin duda un motivo de celebración, ya que la reactivación de la economía y la mejora de la productividad pasan, irremediablemente, por mejorar la inversión. Sin embargo, las cifras ofrecidas en los PGE no son homogéneas, de modo que su comparativa conduce a error. Hay dos factores que lo explican. El primero es que el programa de ayudas europeas Next Generation EU supone un gran 'dopaje' a la inversión pública que se financia exclusivamente con la solidaridad de los socios europeos. El segundo, que la comparativa se realiza sobre los Presupuestos prorrogados de Cristóbal Montoro, pero no sobre gasto real, de modo que ofrecen una imagen parcial de la realidad de las cuentas públicas en 2020.

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