La aportación de España al presupuesto de la Unión Europea aumentará un 28% en 2021

España es uno de los países europeos más beneficiados por el plan de recuperación Next Generation EU (NGEU), con el que la Unión Europea pretende atajar la crisis provocada por el coronavirus. Sin embargo, España también tendrá que aumentar su aportación al presupuesto comunitario, cifras que se ven reflejadas en el proyecto de presupuestos que presentó el Gobierno en el Congreso el miércoles. En concreto, las transferencias de España a la UE para financiar el presupuesto comunitario subirán un 28% en 2021. De esta forma, la aportación de España superará los 16.500 millones de euros en 2021, la cifra más alta nunca registrada y casi 3.600 millones más que en 2020.

Este incremento de la participación de España en el presupuesto de ingresos de la Unión Europea se debe a tres factores. El primero es la salida del Reino Unido, que obliga al resto de socios a hacer una aportación mayor para mantener sin muchos recortes las cuentas comunitarias. El segundo es el trato favorable que recibirán a partir de ahora los países del norte de Europa y que era una condición para la aprobación del fondo NGEU. En concreto, los socios acordaron que Dinamarca, Alemania, Austria, Suecia y Países Bajos contarán con una reducción en la aportación por la renta nacional bruta (RNB), lo que para España implica una aportación adicional de 679 millones de euros. Por último, se incorpora la partida de financiación del recurso propio de los residuos de envases de plástico no reciclados, que obligará a España a aportar otros 562 millones de euros.

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En total, España tendrá que aportar 16.543 millones a las cuentas de la Unión. Esta financiación adicional se compensa en parte con nuevos fondos ordinarios que recibirá el país en 2021. En concreto, España recibirá transferencias por valor de 15.530 millones, sin contabilizar las ayudas extraordinarias del fondo Next Generation. Esto significa un incremento de los recursos ordinarios de 3.100 millones de euros, lo que aumenta el saldo acreedor de España hasta situarse cerca de 700 millones.

El incremento de la financiación se debe, principalmente, a los fondos estructurales: el Feder transferirá a España 1.200 millones adicionales, mientras que el Fondo Social Europeo (FSE) aportará 1.600 millones adicionales. Por el contrario, las partidas de transferencias agrícolas, pesqueras y de desarrollo rural se mantendrán congeladas en el nuevo marco financiero plurianual 2021-2027 en cerca de 7.000 millones de euros.

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De esta forma, el nuevo presupuesto comunitario empeorará levemente el saldo acreedor ordinario de España con la Unión Europea. Sin embargo, esta cuantía se ve más que compensada con los fondos del NGEU. El Gobierno ha presupuestado la ejecución de 26.634 millones de euros procedentes del paquete de ayudas europeas. Esta cuantía se divide en dos partes: 24.198 millones de euros del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) y otros 2.436 millones adicionales del React EU. Con estos recursos, el Gobierno podrá dar un gran estímulo a la inversión pública en 2021 y generar así un efecto expansivo sobre la actividad económica.

Sin embargo, todos estos fondos no estarán disponibles a lo largo del año. De hecho, el Gobierno solo ha presupuestado el cobro de 5.917 millones de euros en 2021. "España está elaborando el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para el que se espera recibir un anticipo en 2021 de 5.917 millones de euros", señala el Ministerio de Hacienda en el Libro Amarillo de los PGE. Esta cuantía es el equivalente a los fondos que la Unión Europea adelantará a los Estados miembro en el marco del paquete de ayudas. A España le corresponden 5.917 millones, correspondientes al 10% de los fondos asignados del MRR, y 871 millones que son el 7% de los fondos del React EU.

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España recibirá este adelanto de los fondos una vez la Unión Europea dé luz verde al plan nacional que tiene que presentar el Gobierno y en el que vendrán detalladas las reformas que emprenderá el país y los proyectos para ejecutar las ayudas comunitarias. El resto de los fondos, que ya están preasignados, llegarán posteriormente y probablemente se retrasen a 2022. El Gobierno no ha querido presupuestar más que este anticipo, cuyo cobro es más factible.

Esto significa que el Tesoro Público adelantará los fondos presupuestados, tanto los que ejecutarán directamente los ministerios como los que se transferirán a las comunidades autónomas. De esta forma, España adelantará la ejecución de las inversiones aunque todavía no esté disponible la financiación europea, y así no perderá otro año de negociaciones en Bruselas. Sin embargo, esto significa que adelantará la ejecución de unos proyectos que posteriormente tendrán que someterse a la revisión europea para su aprobación definitiva. Este endeudamiento adicional no computará como déficit ni como deuda, ya que así está acordado en las normas de contabilidad pactadas para esta ayuda extraordinaria.

El resultado es que el saldo positivo de España con la Unión Europea en 2021 no será tan cuantioso como se esperaba. En concreto, España recibirá casi 7.000 millones procedentes de los fondos NGEU y otros 15.500 millones de los mecanismos de financiación ordinarios. En total, 22.300 millones de euros, un aumento de casi el 80%. Sin embargo, como la aportación crece casi un 30%, el saldo neto que recibirá España será de 5.775 millones de euros. Muy lejos de los 27.000 millones presupuestados para la ayuda comunitaria.