El consumo puso fin a la recuperación en septiembre con una recaída del 3,3%

El consumo minorista en España sufrió una recaída en septiembre del 3,3% en tasa interanual como consecuencia del final del verano y los rebrotes del virus, cuatro décimas peor que en agosto. Y si se tiene en cuenta el gasto real (sin deflactar) la caída asciende al 4,6%. Malas noticias para la economía nacional que ve así cómo el principal motor de la recuperación, la demanda interna, mostró ya una gran debilidad durante las primeras semanas de los rebrotes. En tasa mensual la caída fue del 0,3% y supone el primer descenso desde el mes de abril, en el peor momento de la pandemia. Esta recaída contrasta con el crecimiento que registraron las ventas minoristas en agosto, cuando avanzaron un 1,4%.

Los datos publicados este miércoles por el INE confirman la debilidad de la economía española. La demanda de los hogares se erigió desde el mes de junio como el gran motor de la recuperación dentro del país, pero ahora que falla, ya no es descartable una segunda contracción del PIB que marcaría una crisis en forma de W. Los datos de compras con tarjetas de crédito ya anticipaba un final de septiembre delicado y, lo que es peor, la tendencia en octubre sigue empeorando a medida que avanzan el virus y las restricciones.

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Los datos del consumo fueron especialmente malos en el sector de equipo del hogar, que es el que había tirado del consumo hasta ahora. Los hogares dedicaron los primeros meses de la desescalada y el verano a mejorar sus viviendas, con la compra de muebles, electrodomésticos, etc., preparándose así para un segundo confinamiento. Esta demanda embalsada parece haberse agotado en septiembre con una caída mensual del 3,7%.

Por el contrario, las ventas de equipo personal, principalmente el sector textil, subieron un 2,3% y prosiguen su lenta recuperación. El regreso a los centros de trabajo, que en muchos casos se retrasó hasta la vuelta del verano, podría estar detrás de esta mejora. Eso sí, se trataría igualmente de una demanda embalsada que probablemente se esfume en los próximos meses. Máxime si avanzan las restricciones.

Los negocios más afectados fueron las tiendas de barrio y las pequeñas cadenas, que sufrieron una caída de su facturación de casi un 1%. Estos comercios están atravesando graves problemas de supervivencia, ya que su músculo financiero para soportar la crisis es muy reducido. Si se compara con septiembre del año anterior, las tiendas unilocalizadas han visto caer su facturación u 5,6% y las pequeñas cadenas se han desplomado un 14,5%. Por el contrario, las grandes superficies y las grandes marcas mantuvieron el nivel de facturación de agosto, retrasando así su segunda crisis.

Los datos de ventas muestran una gran heterogeiendad a lo largo del territorio. Las regiones que mejor están superando la crisis del coronavirus son las de la franja norte, donde hay menor dependencia del turismo extranjero y han conseguido salvar la temporada de verano. Así, en Asturias y Galicia, el comercio minorista fue un 4% superior al del mismo mes del año anterior, y en Cantabria o La Rioja la subida fue superior al 3%. Por el contrario, el Mediterráneo y las islas están todavía sumidos en la crisis. En Baleares, el comercio está todavía un 16,5% por debajo de los niveles de hace un año, en Canarias la caída alcanza el 14% y en Cataluña supera el 4%.