España recibirá entre 7 y 10 millones de inmigrantes y evitará la caída de población

La pérdida de población de España en los últimos años como consecuencia del saldo migratorio y la baja natalidad han disparado las alarmas entre la población. ¿Cómo se pagarán las pensiones futuras si se mantiene esta tendencia? Sin embargo, el comportamiento de la demografía de los últimos años estuvo muy influido por la crisis económica, pero en los próximos años debería normalizarse. Según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), lejos de perder población, España seguirá ganando población en las próximas décadas gracias al aumento de la fecundidad y, especialmente, gracias a la inmigración, que aportará entre 7 y 10 millones de personas hasta 2050.

La AIReF considera que la población total de España aumentará entre 4 y 13 millones de personas en 30 años, de modo que se situará entre 51 y 60 millones de personas en 2050. La inmigración será fundamental para mantener esta ganancia de población. La Autoridad Fiscal considera que España seguirá atrayendo flujos migratorios ya que tendrá necesidades de mano de obra y que su renta seguirá siendo superior a la de los países de origen (especialmente Latinoamérica y África). Esto permitirá que cada año lleguen a España unos 270.000 inmigrantes netos al año. Esto significa que la inmigración aportará ocho millones de habitantes en las próximas tres décadas (las estimaciones oscilan entre 7y 10 millones). Como consecuencia, el peso de los inmigrantes sobre el total de la población aumentará desde el 10% actual hasta el entorno del 15%.

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Javier G. Jorrín

Esta llegada de inmigrantes permitirá que la población en edad de trabajar se mantenga sin grandes cambios en las próximas décadas, lo que supondrá una gran ayuda a la financiación de las pensiones. Según sus previsiones, España mantendrá más de 30 millones de habitantes en edad de trabajar. Sin un deterioro acelerado de la economía del país, nada hace pensar que la demanda de mano de obra vaya a hundirse en las próximas décadas como proyecta el INE.

Esta llegada de inmigrantes no evitará que la tasa de dependencia de España se vaya a duplicar, hasta el entorno del 50%, en 2050; esto es, un jubilado por cada dos personas en edad de trabajar. A partir de ese momento, dejará de crecer ya que es cuando la generación del 'baby boom' llegará en ese al final de la esperanza de vida. No obstante, este porcentaje es más optimista que el 60% que estima actualmente el INE (el instituto realiza una proyección de la demografía de la crisis sin tener en cuenta otros factores).

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La AIReF considera que las previsiones de flujos migratorios más pesimistas (como las del INE y Eurostat) están equivocadas, ya que el envejecimiento de la población provocará que España tenga necesidad de ganar mano de obra extranjera. Esto provocará que en las próximas décadas el país tenga que realizar políticas favorables a la inmigración. La inmigración permitirá mejorar la economía y, además, ayudará al pago de las pensiones, lo que provocará que la población sea proclive a estas políticas a favor de la llegada de extranjeros, como ya ocurrió durante la década de los dos mil.

El número de hijos por mujer pasará del entorno actual de 1,4 hijos hasta la zona de 2 hijos por mujer de aquí a 2050

La AIReF también estima que la natalidad mejorará en los próximos años, lo que también ayudará a mejorar las previsiones demográficas. España se encuentra entre los países con los peores datos de natalidad, en parte como consecuencia de la grave crisis económica de la última década. Es por este motivo que a medida que la situación en el mercado laboral se vaya normalizando, el país empezará a converger con el resto de Europa. No solo eso: actualmente España apenas tiene políticas de fomento de la natalidad, de modo que hay un gran margen de mejora, ya que estas medidas han demostrado que son efectivas en otros países.

La natalidad también se verá impulsada por la inmigración por dos motivos. El primero es que la edad media de las personas que llegan al país está en el entorno de los 30 años, esto es, el momento idóneo para tener hijos. El segundo es que los países de procedencia de estos inmigrantes tienen una cultura de mayor fecundidad, algo que suelen reproducir en el país de destino (aunque es cierto que rápidamente se adaptan a los patrones del país).

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Estos tres factores están en la base de la mejora de las proyecciones que realiza la AIReF. Según sus cálculos, el número de hijos por mujer pasará del entorno actual de 1,4 hijos hasta la zona de 2 hijos por mujer de aquí a 2050. Esto significa que España podría alcanzar los niveles de reposición en las próximas décadas, esto es, evitar la pérdida natural de población (nacimientos menos defunciones).

Todo esto no evitará el envejecimiento paulatino de la población como consecuencia del avance de la generación del 'baby boom' y el aumento de la esperanza de vida. Según las estimaciones de la AIReF, la esperanza de vida al nacer aumentará hasta los 87 años en 2050 desde los 83 años de la actualidad, previsión que está en línea con las que elaboran el INE y Eurostat.

El envejecimiento de la población es inevitable y generará presiones sobre el gasto de la Seguridad Social, reconoce la AIReF. Sin embargo, la Autoridad ha querido quitar pesimismo a las previsiones actuales. En primer lugar, porque la propia economía española seguirá atrayendo flujos migratorios. Y el segundo, porque el país puede adoptar políticas que fomenten el crecimiento del PIB y, por tanto, de la población. El reto es importante, pero también existen soluciones que reducen los riesgos.