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Adiós al sueño de Carlos Alcaraz: Zverev sofoca la rebelión del español en los cuartos de Australia
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DERROTA POR 6-1, 6-3, 6-7(2) Y 6-4

Adiós al sueño de Carlos Alcaraz: Zverev sofoca la rebelión del español en los cuartos de Australia

El español vivió su peor día en Australia, donde estuvo muy fallón con el saque y desde el fondo de la pista y, pese a tirar de épica, no pudo remontar ante un soberbio germano

Foto: Alcaraz vivió su peor versión en Australia. (Reuters/Issei Kato)
Alcaraz vivió su peor versión en Australia. (Reuters/Issei Kato)

No pudo ser. Carlos Alcaraz dijo adiós en los cuartos de final del Open de Australia, después de perder en un duro partido [6-1, 6-3, 6-7(2) y 6-4] ante un indomable Alexander Zverev que pasó por encima del español. El tenista alemán estuvo brillante en todo momento, presionando desde el principio y haciendo daño al número dos del mundo que, aunque tiró de fuerzas de flaqueza, no pudo remontar un partido que se le puso cuesta arriba desde el inicio.

Alcaraz se encontró con un vendaval enfrente que no supo sofocar: imparable al servicio y con las ideas muy claras al resto, el español fue incapaz de encontrar su estilo de juego. Y las dudas no tardaron en llegar cuando pronto descubrió que no tenía su día con el saque, un arma que le ha dado muchas alegrías en el torneo. Cuando Zverev vio los problemas del español al servicio, apretó para poner el partido a su favor... hasta que apareció la mejor versión del español con todo perdido.

Zverev firmó un partido brillante en los dos primeros sets y, de hecho, en el tercero, lo hizo todo para cerrar el partido por la vía rápida. Con dos sets de ventaja, 5 a 3 y saque a favor, el alemán dejó con vida al español, que tiró de valentía y coraje para seguir peleando. No solo consiguió llevarse el tercer ser, sino que demostró que había vuelto al partido. Pero el alemán sofocó la rebelión de Alcaraz y, con inteligencia, supo llevarse la victoria definitiva gracias a su mentalidad ganadora.

Foto: Carlos Alcaraz, durante su partido frente a Zverev. (Reuters/Issei Kato).

El partido no pudo comenzar peor para el español. Tras perder el primer juego al resto, en su primer servicio, cometía una doble falta que iba a ser premonitoria de lo que estaba por llegar: no solo sufría el primer break en contra del encuentro, sino que lo hacía sufriendo un rosco. En los primeros compases, el alemán volaba y al español, muy frío y nervioso, le costaba entrar en juego. Después de que Zverev confirmara la rotura, Alcaraz se encontraba con un inesperado 3 a 0 en contra.

El número dos del mundo, que hasta la fecha había sido brillante con el saque, estaba teniendo problemas para meter los primeros y eso lo vio Zverev, lo que le hizo restar mucho más duro de lo habitual, convirtiendo el break en la tónica habitual en los juegos del español. Al mismo tiempo, sus servicios eran impecables, lo que impedía a Alcaraz encontrar su ritmo de juego. Antes de darse cuenta, el murciano sufría un golpe brutal en el primer set del partido (6-1).

Alcaraz estaba desconocido, al mismo tiempo que Zverev lo estaba bordando. El español era incapaz de mantener el ritmo de juego desde el fondo de la pista y, lo que era más preocupante, estaba cometiendo errores impropios con su saque, con solo un 46% de ganados con primeros y un 33% con el segundo. Y, al mismo tiempo, el alemán había conectado 14 primeros saques (de 15), llevándose 13 de esos puntos. Sin despeinarse, el alemán aplastaba a su rival.

Tras el primer set, las sensaciones no eran nada buenas para el español, por lo que en la segunda manga tenía una misión clara: dar la vuelta al partido lo antes posible, para lo que necesitaba recuperar moral a pasos agigantados. Sabía que, para ello, era básico mantener su saque y tratar de aprovechar alguna bola al resto, pero, de nuevo, Zverev iba a ser más preciso a la hora de la verdad. Alcaraz no supo aprovechar su primera oportunidad de break y lo pagó caro.

Lo que era una oportunidad de ponerse 4 a 2 más saque, se convirtió en 3 a 3... y bola de break en contra, que el español no levantó y permitió al alemán tomar ventaja, otra vez más, en el segundo set. Tras confirmar la rotura con el saque, el español se quedaba contra las cuerdas y con un golpe mortal en el pecho. Tanto que, en su siguiente saque, Zverev olía la sangre y se lanzaba a por todas para romperle de nuevo y ponerse con una clara ventaja en el partido (6-3).

El tercer set no empezó mejor, ni mucho menos. A las primeras de cambio, Alcaraz perdía de nuevo su saque tras cometer varios errores poco comunes en él desde el fondo de la pista y, aunque la afición de la Rod Laver trataba de animarle, sus gestos corporales eran claros: cabizbajo, con las manos en las rodillas y tratando de acabar los puntos demasiado rápido, entró en un bucle de precipitación que Zverev supo penalizar a la perfección para ponerse de cara la tercera manga.

Sin embargo, entonces resucitó el español. Cuando el partido parecía encaminado a que Zverev lo terminará con 5 a 3 a favor y saque, Alcaraz sacó fuerzas de flaqueza para lograr su primer break del encuentro y meter presión al alemán. En un brillante juego al saque, lograba el cinco iguales que le daba oxígeno en el partido. Tras mantener ambos su servicio, se llegaba al decisivo tie-break, donde el español resurgía de la nada para seguir vivo en el partido [6-7(2)]. Había vida.

Pero, de nuevo, el cuarto set comenzaba de la peor manera posible: con un nuevo break en contra para un Alcaraz al que le tocaba volver a remar en contra. No tardó en reaccionar, pues solo un juego después le devolvía la rotura a Zverev y las sensaciones habían cambiado diametralmente. Ahora era el español el que se animaba, gritaba y celebraba, mientras que el alemán trataba de agarrarse a un partido que tuvo ganado y que se le escapaba como agua entre los dedos.

Y, cuando parecía que la mejor versión del español había reaparecido de la nada, Zverev aprovechó las dudas de Alcaraz con el saque para romperle y ponerse 5 a 4. El germano no desaprovechó su oportunidad y cerró un partido brillante en la primera oportunidad que tuvo, sofocando la rebelión del español y logrando el pase a las semifinales del Open de Australia, donde se enfrentará al siempre peligroso Daniil Medvedev en busca de una plaza en la gran final del torneo.

No pudo ser. Carlos Alcaraz dijo adiós en los cuartos de final del Open de Australia, después de perder en un duro partido [6-1, 6-3, 6-7(2) y 6-4] ante un indomable Alexander Zverev que pasó por encima del español. El tenista alemán estuvo brillante en todo momento, presionando desde el principio y haciendo daño al número dos del mundo que, aunque tiró de fuerzas de flaqueza, no pudo remontar un partido que se le puso cuesta arriba desde el inicio.

Open de Australia Carlos Alcaraz
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