El aviso de Alcaraz a quienes ya no confían en su juego y su arma secreta: "Preparen el televisor en 2024"

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Al hablar de Carlos Alcaraz y tratar de hacer una valoración de su tenis tras ver lo que ha ocurrido en 2023 es fundamental hacer primero un apunte: tiene 20 años. El jugador nacido en El Palmar ha protagonizado un auténtico vaivén de sensaciones en un año en el que tiene que sacar en claro que ha levantado su segundo Grand Slam además de otro buen puñado de títulos.

Alcaraz comenzó lesionado la temporada, perdiéndose el Abierto de Australia, pero su irrupción en el regreso a la tierra batida fue demoledor. Campeón en Buenos Aires y finalista en Rio para retomar la confianza, y golpe sobre la mesa en la pista rápida de Indian Wells. Después tocó revalidar los títulos del Conde de Godó y el Mutua Madrid Open, cayendo en las semifinales de Roland Garros frente a Djokovic. En la hierba fue cuando más se lució, llevándose el torneo de Queen's antes de vengarse de Nole en la gran final de Wimbledon... a y partir de ahí no acabó de salirle nada.

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El murciano cayó en los cuartos de Miami contra Sinner antes de que Djokovic se la devolviera, tumbándole en la final de Cincinatti. En el cuarto y último grande, el US Open, Medvedev fue el verdugo de Alcaraz en semifinales, con las tempranas derrotas en Pekín, Shangái y París-Bercy precediendo al ATP Finals de Turín. En el torneo de maestros, eso sí, el español dio la cara, reponiéndose a la derrota ante Zverev con dos buenos triunfos contra Rublev y Medvedev para meterse en semis... pero ahí se topó de nuevo con Nole, intratable en este 2023.

El aviso de Alcaraz a quienes ya no confían en su juego y su arma secreta

Con todo lo importante del año habiéndose jugado, Alcaraz disputa este miércoles un encuentro de exhibición. Lo hará en México, con el estadounidense Tommy Paul como contrincante, y aprovechó la rueda de prensa previa al duelo para hacer un análisis de cómo había ido la temporada: "El año es muy largo, como persona y deportista sé que van a venir momentos malos y buenos, al final gran parte de la temporada ha sido espectacular, quizás después de Wimbledon ha venido una racha un poquito negativa, eso es normal y debo aprender de esas situaciones".

"El planteamiento es que tengo que mejorar de cara al año que viene sinceramente y no tener esos altibajos Lo que les diría es que preparen el televisor y que vean el 2024, que seguramente vendrá lleno de energía, de buenos momentos y vamos a luchar porque sea igual o mejor que este año. Debo crecer el año que viene. Darme cuenta de que la temporada sigue hasta noviembre. He trabajado con una psicóloga que me ha ayudado. El de 2024 será un año exigente, con los Juegos Olímpicos después de Wimbledon. Trabajaré fuerte para darle una medalla a mi país", confesó el español.

Sobre dónde está su techo, Alcaraz volvió a mostrarse cauto, esquivando las comparaciones y de mostrando tener los pies en la tierra: "Intento de no pensar en eso, yo me lo tomo con total naturalidad, lo más normal posible, al final soy el mismo chico de siempre y haciendo las mismas cosas de siempre, por más famoso que sea, no voy a cambiar la personalidad o la persona que soy, así que lo llevo superbién y a todas las expectativas que llevan a la gente a compararme con Federer, Rafa o Djokovic, debemos apartar todos esos pensamientos y centrarme en mi camino. Intento concentrarme en mi carrera. Mi sueño es ser considerado uno de los más grandes de la historia".