"Por eso no le gusto a la gente": qué es lo que oculta el ataque de Djokovic hacia Rafa Nadal

Novak Djokovic volvió a levantar este fin de semana los brazos a cielo. El tenista serbio se llevó el título en París-Bercy, último Masters 1.000 de la temporada, después de derrotar en una dura final a Grigor Dimitrov (6-4 y 6-3). De hecho, el serbio comenzó mal el torneo por culpa de un virus estomacal que pudo dejarle fuera de juego, pero logró reponerse para lograr una nueva victoria con la que ampliar su palmarés. Y, de paso, mandar un recado a Rafa Nadal.

Hace unas semanas, el tenista español confesaba no comprender la manera de actuar de Djokovic. En una entrevista concedida a Movistar+, Nadal afirmaba que entendía perfectamente las motivaciones de Nole cuando salta a la pista, pero también confesó no compartirlas lo más mínimo. De hecho, el balear dejó caer que el actual número uno del mundo adora los reconocimientos, que es lo que le ha llevado al éxito y que está obsesionado con los resultados.

"Con 22 Grand Slam se puede vivir frustrado. Creo que Novak lo vive de una manera más intensa que yo. Para él sí hubiera sido una frustración no ser el jugador con más títulos. Y a lo mejor por eso lo ha conseguido, ha llevado la ambición al máximo. Yo he sido ambicioso, pero con una ambición sana que me ha permitido ver las cosas con perspectiva, no estar frustrado, no cabrearme más de la cuenta en la pista cuando las cosas no iban bien. Es mi forma de sentirlo", expresaba Nadal.

Solo unas semanas después de aquellas palabras, Djokovic no ha dudado en responder al español, eso sí, con un nuevo título en sus manos. Nada más ganar en París-Bercy, con la victoria aún reciente y la adrenalina por las nubes tras un nuevo triunfo, no dudó en acordarse de su rival y mandarle un dardo en forma de declaraciones. Un nuevo ataque velado entre dos tenistas con formas de ser antagónicas y cuya forma de ver la vida choca de manera frontal.

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"Voy por todos los récords posibles, todos los que pueda batir. Nunca he tenido problemas para decir eso. Por eso no le gusto a la gente. No pretendo, como algunas personas, decir que ser el mejor no es mi objetivo y luego comportarme de manera diferente. Siempre traté de ser coherente con lo que creo", expresaba. No deja de ser una respuesta a un Nadal que llega, precisamente, en un momento de alegría para el serbio. Sus palabras las tenía guardadas muy adentro.

Hace no mucho, el propio Djokovic aseguraba que esperaba que, una vez retirado, pudiera "tomar una copa en la playa y hablar de la vida con Nadal". En realidad, esa frase esconde mucho más de lo que dice pues, implícitamente, está dejando claro que actualmente no tiene ninguna relación con el balear. De hecho, ha reconocido en más de una ocasión que, en su opinión, es imposible tener amigos en el circuito y mucho menos si se trata de un rival directo.

Desde que ambos llegaran al tenis profesional, nunca han tenido una relación fluida. Es cierto que, en los primeros años, compartieron alguna cena que otra juntos pero, según empezaron ambos a luchar por cotas altas, la relación se cortó más allá de las pistas. Y, en los últimos años, hasta en competición hubo tensión. "Incluso la amistad con él ha sido imposible", reconocía Nole hace no mucho. La tensión entre ambos es evidente y, por esa razón, el cruce de declaraciones continúa.

Nadal es políticamente correcto y Djokovic, más impulsivo, es más visceral, aunque siempre manteniendo el respeto. Pero las palabras del serbio en realidad esconden algo más que una rivalidad deportiva. No solo se trata de entender quién es el mejor tenista del momento o, incluso, de la historia. Es la escenificación de una lucha de poderes con dos forma de ser antagónicas que luchan por el mismo objetivo. Quizá en la playa, dentro de unos años, se arreglen sus rencillas.