Cómo Alcaraz plasmó el partido perfecto para romper la maldición de Roland Garros

París es una ciudad acostumbrada al frío y a la lluvia, pero lo que llegó en la tarde del martes fue un vendaval enorme. Un viento arrollador llamado Carlos Alcaraz que completó un partido espectacular. Quizás el mejor que se le recuerda, para tumbar al número cinco del mundo y citarse con Novak Djokovic en las semifinales de Roland Garros. El torneo podría estar huérfano con la ausencia de Rafa Nadal, pero Carlitos quiere consagrarse y alterar el orden mundial del tenis de manera definitiva. Y ese deseo inexorable pasa por la arcilla francesa. Frente a Stéfanos Tsitsipás, el tenista del Palmar demostró que está preparado para ello con un triunfo perfecto (6-2, 6-1, 7-6) en una exhibición de golpes ganadores, ritmo demoledor, liderazgo y capacidad de reacción en el momento crucial y el tercer set para embolsarse el tie-break.

Fue Gardel el que popularizó la frase "20 años no son nada". El argentino tal vez se refería al sentido figurado de la expresión, pero Carlitos, recién cumplida la veintena, se empeña en demostrar que es el plano más literal posible. La prueba de fuego será frente a Noval Djokovic, al que venció en las semifinales del Mutua Madrid Open la temporada pasada. El serbio está en la carrera por convertirse en el tenista con más Grand Slam de la historia (ahora empata a 22 con Nadal). Pero para conseguirlo tendrá que ganar a Alcaraz. Probablemente, el tenista más temible del circuito en estos momentos.

Precisamente, Carlitos reconoció hace un año que jugar frente a Djokovic sería algo increíble. Ni siquiera soñaba con ganarle, que será el paso previo para añadir el segundo grande a su carrera tras la victoria en el último US Open. Ahora las tornas han cambiado, con un Djokovic que no está al 100% físicamente, pero ha ido creciendo a lo largo del torneo.

"Carlos se desenvuelve muy bien dentro y fuera de la pista. Me recuerda a alguien zurdo de su país... Se merece los éxitos y ya es un jugador muy completo con 20 años. Solo hemos jugado una vez en Madrid... Ahora es el partido que la gente quiere ver y para mí el reto más grande en este torneo. Si quieres ganar, hay que ganar al mejor". Djokovic es consciente de que tiene por delante uno de los mayores monstruos que el tenis haya engendrado en los últimos años.

No entrenar el día antes de los partidos

Alcaraz se ha convertido en el favorito para ganar el torneo a pesar de ir a la contra del resto de tenistas. En Roland Garros, ha elegido no entrenar el día previo a los partidos para descansar. Es una rutina habitual, igual que dormir la siesta. No ejercitarse le está dando el efecto esperado. Contra Tsitsipás, no dio opción alguna a su rival, que solamente mostró resistencia en un igualado tercer set que finalmente se decidió en el tie-break.

Carlitos sacó todo su repertorio de golpes frente al griego para confirmar su candidatura al trono de París. Dejadas habituales, derechas, saques increíbles… Se ve la magia e incluso los rivales creen haber descubierto los trucos. Pese a conocer que la dejada es uno de sus mejores recursos, Tsitsipás no pudo evitar que el español lo moviera por toda la pista y terminara por domarlo. Alcaraz es un mago que va a hacer carrera en lo suyo. En lugar de una varita, tiene una raqueta. Y la usa como pocos en el torneo.

La afición francesa echa de menos a Nadal, así que su lugar ha sido claramente ocupado por Carlitos. Una fiesta siempre necesita un protagonista capaz de lograr la mirada unánime de los focos. Y Alcaraz lo ha conseguido en Roland Garros, donde los rivales lo ven como el gran candidato al título, aunque Djokovic finalmente esté presente en el torneo.

Unas duras semifinales

Djokovic sabe que tendrá un encuentro difícil frente a Carlitos. En el único precedente entre ambos, el año pasado en Madrid, el serbio celebró con efervescencia su triunfo en el primer set. Era consciente de la dificultad que tenía en el partido ante Alcaraz, anfitrión e inesperada cenicienta tras haber eliminado a Nadal en cuartos. El alumno se graduó definitivamente frente a los maestros.

Alcaraz hizo que Tsitsipás pareciera pequeño en un torneo de la magnitud de Roland Garros. Conviene recordar que únicamente tiene 20 años y que el griego está entre los cinco mejores tenistas del momento. No se trataba de un duelo de primera o segunda ronda, por más que así lo reflejase el marcador... y la superioridad de Carlitos.

"Ha sido uno de los mejores partidos de mi carrera. Sentía que podía poner la pelota casi donde quería. Ahora vamos a intentar disfrutar de estas semifinales frente a Djokovic", le confesó Carlitos a Alex Corretja en Eurosport al concluir el encuentro. "No voy a parar de pensar en el partido con Djokovic, soy un chico muy competitivo. Jugaría mañana mismo si pudiera". El murciano llega lanzado al duelo más esperado del torneo con la confianza intacta, un tenis de primerísimo nivel y la energía en máximos históricos.