El limbo de dudas de Tsitsipas, el tenista que aún no ha llegado donde todos pronosticaban

Stefanos Tsitsipas necesita brillar en Roland Garros. El griego estaba llamado a ser uno de los principales encargados de sustituir a los tres grandes de tenis, pero le están adelantando por la derecha. A pesar de ser actualmente el número cinco del mundo, muchos aficionados esperaban mucho más de un jugador que había demostrado que podía jugar de tú a tú con los Nadal, Federer o Djokovic. Pero, con el paso las temporadas, no logra dar el salto definitivo hacia la cima al tenis.

Hace no demasiado tiempo, una de las preguntas que más preocupaban a los seguidores del tenis mundial era qué pasaría cuando los tres mejores jugadores de todos los tiempos dieran un paso al lado. Nunca antes se había visto un tenis de tanto nivel como el que Nadal, Federer y Djokovic habían ofrecido, pues, durante más de una década, este trío fue capaz de dominar buena parte de los grandes torneos del circuito ATP. El principal problema es que parecía que no había sustitutos.

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Rubén Rodríguez

Pero eso cambió, principalmente gracias a un Tsitsipas que se aventuraba como uno de los elegidos para hacerse con esa corona, que no tardaría en quedar vacía. El griego, junto a otros tenistas como Daniil Medvédev, Dominic Thiem o Alexander Zverev, se convertían en la gran generación que llegaba después de los grandes, con el heleno como el tenista que aparentaba tener mejores condiciones de todos ellos: no solo por tenis y juego, sino también por cabeza y capacidad de progresar.

Sin embargo, el problema de Tsitsipas es que los años han ido pasando y no ha dado el salto cualitativo definitivo como para llegar al número uno del mundo, algo que se esperaba que lograra más pronto que tarde. Con Federer ya retirado, Nadal anunciando que lo dejará el año que viene y Djokovic recién cumplidos los 36 años, el jugador griego no termina de progresar como se esperaba, con un 2023 que se le está atragantando especialmente.

La situación se le ha complicado, pues la generación que viene por debajo también parece que le ha tomado la medida. Jugadores como Alcaraz, Sinner o Rune están empezando a conseguir éxitos que se esperaban de Tsitsipas, pero que aún no ha alcanzado. Y eso ha dejado en un limbo de dudas al heleno que, de hecho, esta temporada se están reflejando más de la cuenta en la pista. Sin ir más lejos, se le está viendo discutir en exceso cuando juega, algo no demasiado habitual en él.

Además, por si fuera poco, no ha sido capaz de ganar ni una sola vez a un top ten en lo que va de temporada. Del número cinco del mundo no solo se esperan victorias de enjundia ante grandes jugadores, sino también que sea capaz de pelear por todo. Y, aunque suma unas ATP Finals y dos Masters 1.000, no ha sido capaz de ganar ninguna de las dos finales de Grand Slam a las que ha llegado. Y ante el miedo de que sea costumbre, Tsitsipas no puede su tren en este Roland Garros.

Con Nadal fuera de combate y Djokovic sin encontrar su estado de forma óptimo, Tsitsipas sabe que Alcaraz y Medvedev son sus dos principales rivales para alcanzar la gloria y, por qué no, París se puede antojar como el escenario perfecto para relanzar su carrera. Solo tiene 24 años, pero no ha sido capaz de conseguir lo que se esperaba de él. De ser considerado uno de los grandes jugadores del mundo, puede quedarse en simplemente un buen jugador por no haber explotado.

Esta temporada, ha perdido con Medvedev (3) en Roma, con Alcaraz (1) en Barcelona, con Taylor Fritz (10), en Montecarlo y con Djokovic (3) en el Open Australia. Tsitsipas suma 27 victorias y 8 derrotas este año, en el que no ha conseguido levantar ni un título, a pesar de haber alcanzado dos finales. El griego sabe que la tierra batida puede ser el punto de inflexión para su carrera y que no puede fallar. El considerado nuevo Federer está ante una oportunidad que no puede desaprovechar.