Stakhovsky carga contra Nadal: "Dime si es justo que los ucranianos estén muriendo en la guerra"

Escasa fechas atrás, Wimbledon anunciaba que los jugadores rusos no podrían disputar el tercer Grand Slam de la temporada. La organización del torneo británico había decidido, como consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania, imponer sanciones a los jugadores rusos y bielorrusos para impedirles que jueguen en All England, lo que supone un duro golpe a sus aspiraciones y, a la postre, una de las pocas decisiones que puede tomar el deporte para condenar lo que está sucediendo.

Preguntado Rafa Nadal en la rueda de prensa previa a su participación en el Mutua Madrid Open, el balear, como es habitual en él, respondía con absoluta sinceridad lo que pensaba al respecto: "Es muy injusto para mis compañeros: ¿qué culpa tienen de lo que está sucediendo con la guerra? Lo siento por ellos y ojalá no fuera así, pero al final sabemos que esto es lo que hay", explicaba el deportista español. Sus palabras no han tardado en ser respondidas por el principal referente ucraniano.

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Sergiy Stakhovsky no ha dudado en contestar a Nadal, consciente de la repercusión e importancia de las palabras del español. "Rafa, hemos competido juntos y nos hemos enfrentado en pista. Dime, ¿es justo que los jugadores ucranianos no puedan volver a sus casas? ¿Es justo que los niños ucranianos no puedan jugar al tenis? ¿Es justo que los ucranianos estén muriendo?", explicaba en redes sociales desde el frente, donde ahora se encuentra el ya exjugador ucraniano.

Hace ya algunos meses, el ucraniano habló de las sanciones deportivas a los rusos. Ya creía que, a pesar de ser injustas, es una de las escasas maneras de mandar un mensaje a Rusia: "Tal vez sea injusto parar a los jugadores rusos de la gira, pero no hay otro método para detener a Rusia. Digo yo que tendrás que culpar colectivamente a la nación por las acciones de su líder. Cuando Hitler estaba destruyendo Europa todos los alemanes eran colectivamente culpables"

El extenista de Kiev nunca fue un jugador de leyenda, pero sí un jugador de elite muy habitual en todos los grandes torneos. Llegó a ser la 30ª raqueta del mundo y en su haber cuenta con cuatro títulos a sus espaldas (New Haven, 's-Hertogenbosch, St. Petersburgo y Zagreb). Ahora, a sus 36 años, se encontraba en los últimos momentos de su carrera, tratando de despedirse dignamente del tenis y de disfrutar de las últimas alegrías en pista, cuando la guerra se cruzó en su camino.

Cuando estalló el conflicto, el tenista pronto fue consciente de que debía de hacer frente a la lucha interior que tenía. Por un lado, sabía que no podía dejar a su familia de lado en un momento tan complicado; por otro, era su país lo que estaba en juego. ¿Cómo arreglar la situación? Después de mucho pensar, meditar y analizar cuál era la mejor opción, no tardó demasiado en llegar a la conclusión de que no podría perdonarse nunca no haber ayudado a sus compatriotas.

"Me gustaría poder contarle esta historia a mis hijos. Si todos nos quedáramos en casa, Ucrania fracasaría, ni siquiera existiría. Según Putin, Ucrania fue creada por Lenin como parte de la URSS y estas mentiras terminarían llegando a los libros de historia. Esta es una guerra donde se decide si Ucrania existe o no, por eso quiero hacer todo lo que pueda", explicaba en sus primeras declaraciones. Ahora, sigue creyendo que hay que frenar a Rusia con todo lo que se pueda.